Incube una empresa exitosa

Tener una idea brillante para emprender un negocio no es suficiente, se debe desarrollar un plan para que este tenga éxito y seguir pasos específicos para que se consolide en el mercado.

Las incubadoras de empresas representan una buena opción para vislumbrar la viabilidad de un negocio, disminuyen los riesgos y además representan un ahorro de tiempo, dinero y esfuerzo, asegura Guadalupe Ríos Contreras, gerente de la incubadora de empresas en Negocios Electrónicos y Tecnologías de Información de la Universidad Tecnológica de México (Unitec), Campus Cumbres.

En entrevista con El Economista, la especialista explicó que el concepto que maneja la institución hasta el 2001 en cuanto a la incubadora de empresas corresponde a una dirigida a negocios con base tecnológica.

En Monterrey se implantó el mismo modelo, cuyo principal objetivo es "fungir como un catalizador del desarrollo económico de la región".

Tan sólo en Nuevo León, el Sistema Nacional de Incubadoras de Empresas tiene registradas 14 incubadoras. Cuatro de ellas de negocios tradicionales, siete de tecnología intermedia, como las de la Unitec y tres de alta tecnología.

Sin embargo, a partir del año pasado, la incubadora del campus Cumbres comenzó a apoyar proyectos un poco más tradicionales "que no necesariamente tengan que ver con una cuestión tecnológica, pero que traten de ser innovadores y que los mismos proyectos tengan un diferenciador con respecto a los conceptos de negocios que ya existen", señaló Ríos.

"En Monterrey encontramos que muchos de nuestros estudiantes no necesariamente habían estudiado una carrera de tecnología y podían tener proyectos que son muy innovadores, pero al no tener que ver con TI eran hechos a un lado", dijo la entrevistada al indicar que se intenta hacer una incubadora más integral.

"Podemos atender sin ningún problema los proyectos de tipo tecnológico porque contamos con toda la infraestructura necesaria pero al mismo tiempo podemos atender y dar todo el couching y seguimiento a proyectos tradicionales que tengan un tinte de innovación, algo que le agregue valor al tipo de producto o servicio que está ofreciendo", afirmó la gerente.

Los tres pasos para apuntalar la empresa

Según explica Guadalupe Ríos, la incubación tiene tres fases: en la primera, como preincubación, se desarrolla el concepto de negocios, "se traslada la idea a lápiz y papel, a partir de lo cual proporcionamos todo el apoyo, asesoría técnica especializada y damos todo el couching para el desarrollo de cada uno de los componentes para el plan de negocios".

Una vez desarrollado el plan comienza la segunda etapa donde se somete el proyecto a una evaluación ante un comité integrado por secretaría de Economía, gobierno del Estado de Nuevo León y cámaras o asociaciones que están relacionadas con el giro o concepto de negocio.

"Lo que tratamos de hacer es que esta evaluación pueda otorgar a las personas una retroalimentación más completa. Una vez que ya están más maduros pasan a formar parte del proceso de incubación",comentó la especialista al indicar que durante este proceso se puede acceder a fuentes de financiamiento.

La tercera fase es la postincubación, donde se da un seguimiento a las empresas y se da una asesoría más de cerca y especializada al negocio incubado para que puedan llevar a cabo su inserción al mercado de una manera más adecuada, lo que a su vez retroalimenta a la incubadora.

En la actualidad, al calor de la Incubadora de Empresas del campus Cumbres, se gestan seis proyectos de negocios.

"Pronto, estarán listos para salir del cascarón, convertidos en empresas viables", resaltó la directiva al subrayar que una ventaja más que se tiene al desarrollar los proyectos con la institución es el convenio que se acaba de firmar con Sun Microsystems, el cual permite a la universidad acreditarse como un centro autorizado de Sun, con el que pueden ofrecer capacitaciones y precios muy accesibles a la población que requiera este servicio.