Lectura 2:00 min
El fondo de privatizaciones exigido, ¿irreal o ambicioso?
Los acreedores de Grecia reclaman desde el principio privatizaciones de activos públicos, aunque a menor escala. Según el precedente plan de ayuda, las ventas por las privatizaciones debían aportar 23,000 millones de euros entre el 2014 y el 2022.
La creación de un fondo de 50,000 millones de euros, vía las privatizaciones en Grecia, es uno de los puntos más confusos y difíciles del acuerdo entre Atenas y sus acreedores, y corre el riesgo de revelarse irreal en sus objetivos.
Atenas se compromete a transferir a un fondo independiente sus activos de valor . Éste debe luego monetizar estos activos, vendiéndolos o explotándolos de la forma más rentable.
El objetivo es recolectar 50,000 millones de euros durante toda la duración del tercer plan de ayuda que recibirá Grecia si las negociaciones llegan a buen término.
De estos hipotéticos 50,000 millones -que representan entre 20 y 25% del PIB griego- 25,000 millones se destinarán a la recapitalización de los bancos, 12,500 millones al desendeudamiento y 12,500 millones a inversiones.
El fondo estará basado en Grecia y quedará bajo supervisión de las instituciones europeas.
Pero varios interrogantes subsisten en torno a este proyecto. ¿Qué pasará con la agencia de privatización ya existente en Grecia? ¿Cuánto tiempo tendrá para hallar esos 50,000 millones?
Los acreedores de Grecia reclaman desde el principio privatizaciones de activos públicos, aunque a menor escala. Según el precedente plan de ayuda, las ventas por las privatizaciones debían aportar 23,000 millones de euros entre el 2014 y el 2022.
La agencia encargada de las privatizaciones, Taiped, ha vendido desde el 2011 activos por valor de 7,700 millones (de los que se ha cobrado poco más de 3,000 millones).
Recientemente el propio Fondo Monetario Internacional (FMI) descartó que se pudiera obtener mucho de las privatizaciones.
El FMI, uno de los acreedores de Grecia, destacaba que unos 10,000 millones de euros debían proceder de la venta de activos públicos bancarios. Pero es improbable que los inversionistas compren bancos griegos, cada vez más debilitados y hundidos bajo el peso de créditos dudosos.
El instituto consideraba que los ingresos por privatizaciones en los próximos años en Grecia no superarían los 500 millones de euros por año. A este paso, harían falta 100 años para lograr el objetivo.