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Ganan menos, pagan mejor: mujeres enfrentan barreras en crédito para la vivienda
El promedio de la morosidad en este tipo de financiamiento es de 2.5% en el género femenino y en el masculino es de 3.6%

La informalidad laboral y la brecha salarial son los principales obstáculos para que las mujeres en México logren convertirse en dueñas de su hogar. Estos factores limitan su acceso a créditos para la vivienda con buenas condiciones, en un mercado inmobiliario cada vez más costoso.
De acuerdo con datos del Sistema Nacional de Información e Indicadores de Vivienda, durante el 2024 se colocaron 799,284 créditos habitacionales entre los distintos actores del mercado, de los cuales 43.3% fueron otorgados a mujeres. Este porcentaje es similar al de los últimos seis años.
“Las mujeres mexicanas ganan en promedio 14% menos que los hombres en trabajos equivalentes. Además, en muchos casos, una parte o la totalidad de sus ingresos los generan por medio de actividades informales, lo que afecta su probabilidad de ser elegibles para un financiamiento”, explicó Cybel Magaña, directora nacional de Crédito Hipotecario en SOC Asesores.
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La brecha de género en el crédito hipotecario también se refleja en el tipo de inmuebles que ellas pueden comprar. Los bajos salarios impactan en el monto que las instituciones financieras les facilitan.
Según datos de SOC, el monto promedio de los financiamientos para vivienda autorizados a mujeres oscila entre 1.5 y 2 millones de pesos, mientras que el promedio para los hombres va de 2.5 a 3 millones de pesos.
“Además de la brecha salarial, afecta que ellas suelen participar en puestos laborales de mandos bajos e intermedios. Los cargos directivos son todavía dominados por hombres. Tenemos un gran reto para que las empresas no solo cumplan con las cuotas de género, sino que realmente fomenten el desarrollo profesional de las mujeres”, apuntó Magaña en entrevista.
Dificultades para madres solteras
Para Miriam Constantino, directora del Comité de la Mujer en la Asociación Mexicana de Profesionales Inmobiliarios (AMPI), es fundamental establecer políticas públicas inclusivas de acceso a la vivienda no solo bajo el concepto de “mujer”, sino que abarquen las múltiples realidades que ellas atraviesan.
“Estamos en un momento histórico para el género femenino en el país, pero gobierno y sector privado deben apuntar a garantizar una vivienda adecuada a todo tipo de mujeres, especialmente de segmentos vulnerables, madres solteras, con discapacidad, entre otras”, dijo Constantino.
Según cifras más actualizadas del Instituto Nacional de Estadística y Geografía, en el 2017, 31.2% de las madres solteras mexicanas laboraban en el sector informal y 12.2% en el doméstico remunerado, el resto se encontraban en empresas, negocios o instituciones.
Estas mujeres deben soportar la carga económica del hogar con un solo ingreso, por lo que su capacidad de endeudamiento y de ahorro es menor, y reduce su probabilidad de obtener un crédito hipotecario de alto valor.
“Una madre soltera con un financiamiento para vivienda bancario podría obtener una tasa de entre 11 y 13%, mientras que una pareja con doble ingreso podría obtener una de 8 a 9%”, indicó Magaña.
Buenas pagadoras
Pese a las condiciones laborales y sociales en desventaja para las mujeres, son la población con mejores hábitos de pago. Según datos compartidos por SOC, el Índice de Morosidad en la cartera hipotecaria bancaria es de 2.5% en mujeres, menor al de los hombres, que registran una tasa de 3.6 por ciento.
Magaña remarcó que la capacidad de administración y responsabilidad del género femenino podría ser considerada por las instituciones financieras para ofrecer financiamientos flexibles y con mejores condiciones.
Por su parte, Constantino recomendó que las mujeres creen un historial crediticio y comiencen un ahorro lo más temprano posible de acuerdo con sus posibilidades, lo que les permitiría fortalecer su perfil financiero para obtener un crédito hipotecario en el futuro.