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Decisiones en Tokio 2020 retraen a patrocinadores
Más de una docena de empresas locales comenzaron a retirar sus estrategias ante unos Juegos Olímpicos golpeados por la opinión pública, sin espectadores y cambios que han traído más pérdidas económicas a dos semanas de la inauguración.

Cambio de último momento, Tokio va sin público. Esta noticia se confirmó en menos de 24 horas, luego de que el primer ministro japonés, Yoshihide Suga anunciara el cuarto estado de emergencia, que se extenderá hasta el 22 de agosto, cubriendo la duración de los Juegos Olímpicos y terminando días antes de que inicien los Paralímpicos. La prohibición de espectadores se aplica a las sedes de la capital y tres prefecturas circundantes.
El efecto de las pérdidas dio sus primeras caídas. El medio The Japan Times anunció que los patrocinadores del mega evento comenzaron a cancelar o reducir los eventos promocionales vinculados a los Juegos, esto como resultado de las decisiones de "último minuto" de los organizadores y por los retrasos en la exclusión de los espectadores.
Esta nueva política sanitaria se acordó en una reunión a la que asistieron Thomas Bach y representantes del COI, el Comité Paralímpico Internacional, Tokio 2020, el Gobierno Metropolitano de Tokio y el Gobierno japonés. Se publicó una declaración conjunta entre las cinco partes confirmando esto, al tiempo que dejaba espacio para que otras prefecturas permitieran espectadores. Los estadios de fútbol y béisbol localizados en Fukushima, Miyagi y Shizuoka podrán tener fans hasta el 50% de su capacidad.
"Bajo esta política, en áreas donde las medidas de emergencia no están vigentes, las autoridades del gobierno local se reunirán y decidirán medidas específicas en consulta con los gobernadores locales en función de la situación en cada área", dijo Seiko Hashimoto, presidenta de Tokio 2020.
La contracción de más de una docena de empresas niponas, incluidas Canon, Tokio Marine & Nichido Fire Insurance y Ajinomoto, ponen en relieve la delicada situación de los patrocinadores, que se han atado a unos Juegos afectados por la pandemia y la oposición pública. Unas 60 empresas japonesas pagaron un récord de más de 3, 000 millones de dólares por derechos de patrocinio y otros 200 millones para extender sus contratos después de que los juegos se retrasaron el año pasado debido a la pandemia.
A diferencia de los "socios mundiales" con acuerdos de varios años, los patrocinadores nacionales solo participan en los Juegos de Tokio.
"Firmamos como patrocinador basándonos en la premisa de que habría espectadores, por lo que no tener audiencia fue inesperado", dijo Akimasa Yoneda, director ejecutivo de la empresa de servicios de viajes KNT-CT Holdings Co.
Yoneda explicó que la decisión generaría pérdidas para la compañía, ya que muchas firmas esperaban poder capitalizar el importante evento deportivo internacional después de su aplazamiento de un año. Otro funcionario de la compañía de viajes, dijo que la empresa había sido criticada por planificar paquetes turísticos para los Juegos de Tokio.
El fabricante de cámaras Canon Inc. y Tokio Marine & Nichido Fire Insurance Co., una unidad de Tokio Marine Holdings Inc., descartaron los planes para instalar puestos de promoción a lo largo del "Paseo Olímpico". Se suponía que el área, en el paseo marítimo de Tokio, presentaría "lugares frescos, áreas de descanso y espacios para comer" y estaría abierta a espectadores y no poseedores de boletos, según los organizadores.
El fabricante de ropa deportiva Asics Corp. canceló la inauguración pública de un monumento de 4 metros de altura de la estrella del tenis de mesa Kasumi Ishikawa en el área de Shibuya en Tokio. A la empresa le interesaba que el monumento, apodado "Big Kasumi" atrajera a una multitud. Se pondrá en un almacén de Asics hasta que se determine otra ubicación, dijo un portavoz de la marca.
Un estudio de la Universidad de Kansai, hecho por Katsuhiro Miyamoto, profesor de economía teórica, calculó el impacto económico de celebrar Tokio 2020 a puerta cerrada. Según sus estimaciones, habría una pérdida de 3,700 millones en gastos relacionados directamente con los Juegos, o el 90% de la proyección original para el evento.
Debido a la disminución del entusiasmo por Tokio 2020, Miyamoto estimó que los efectos del estímulo en los gastos de consumo de los hogares se reducirían a la mitad a 2,700 millones y las actividades de marketing corporativo se reducirán. Las ganancias económicas de eventos deportivos y culturales promocionales después de los Juegos se disminuirán a la mitad 8,200 millones, según el estudio.
La falta de espectadores también golpeará a la industria turística de Japón y a menos oportunidades para las empresas, afirma el académico. Miyamoto ha publicado previamente cálculos que sugieren una pérdida de 43,300 millones si se cancela Tokio 2020, así como una pérdida de alrededor de 6,200 millones si los Juegos se posponen nuevamente.
Los organizadores habían planeado permitir 10,000 fans o el 50% de la capacidad de un recinto, pero esto fue bajo el supuesto de que Tokio ni siquiera estaría bajo un “cuasi estado de emergencia”. También, se esperaba que los resultados de un sistema de lotería de boletos se anunciara el sábado (10 de julio), pero ahora se eliminará.
Hemos mostrado esta responsabilidad desde el día del aplazamiento y también la demostraremos que apoyaremos cualquier medida que sea necesaria para tener unos Juegos Olímpicos y Paralímpicos seguros para el pueblo japonés y todos los participantes", dijo Thomas Bach.
Inicialmente, los ingresos proyectados por boletos para Tokio 2020 fueron de aproximadamente de 821 millones de dólares.
En marzo cuando se prohibieron los fans extranjeros, Seiko Hashimoto, la presidenta del comité organizador, dijo que podrían haber esperado hasta el último momento para decidir, pero optaron por aliviar la carga de los espectadores con planes de viaje.
Alrededor de 1 millón de entradas olímpicas y paralímpicas se habían vendido a aficionados extranjeros y los organizadores prometieron reembolsos, aunque esto será determinado por los denominados "revendedores de entradas" autorizados que gestionan las ventas fuera de Japón. Estos distribuidores cobran tarifas de hasta un 20% por encima del precio del boleto y no está claro si se reembolsarían las tarifas.
En general, Japón está gastando oficialmente unos 15,400 millones de dólares para organizar los Juegos, aunque varias auditorías gubernamentales dicen que el costo real puede ser el doble. Todo menos 6,700 millones corresponde a dinero público.
En enero de 2021 se reportaba que se habían vendido alrededor de 4.48 millones de entradas para los Juegos Olímpicos y 970,000 para los Paralímpicos, y que los boletos serían válidos para el verano. De esa cantidad, solo 810,000 de los poseedores de boletos japoneses para los Olímpicos solicitaron reembolsos. Se pronosticó que las ventas de boletos proporcionarían 867 millones de dólares en ingresos.