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Cuaresma 2025: Chiles cuaresmeños rellenos; historia, significado y una receta

El chile cuaresmeño debe su nombre a su popularidad en la Cuaresma. Conoce su historia, sus usos en la cocina mexicana y la receta clásica de chiles rellenos de queso.
En el vasto repertorio de los chiles mexicanos, el chile cuaresmeño es un ingrediente que destaca por su versatilidad y su estrecha relación con las tradiciones culinarias de México. Conocido en algunas regiones como jalapeño rojo, este chile maduro y de sabor equilibrado ha sido protagonista de una de las recetas más queridas de la cocina nacional: los chiles cuaresmeños rellenos de queso.
Su nombre proviene de la Cuaresma, la temporada previa a la Semana Santa en la que, por tradición religiosa, se evita el consumo de carne roja. Durante este periodo, los mexicanos han recurrido a platillos basados en mariscos, vegetales y lácteos, y los chiles rellenos de queso se convirtieron en una de las opciones más populares por deliciosa y económica. Su relleno suave, su capa de capeado dorado y su salsa de jitomate los hicieron un platillo saciante y delicioso sin necesidad de carne.
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Aunque el chile cuaresmeño es, en esencia, un jalapeño maduro que ha adquirido un color rojizo más intenso y un ligero dulzor, su identidad en la cocina va más allá de su apariencia. Durante generaciones, este chile ha sido un símbolo de la comida casera en México, desde los guisos cotidianos hasta los festines de Cuaresma.

Ingredientes:
- 6 chiles cuaresmeños (jalapeños rojos)
- 200 g de queso fresco o panela
- 2 jitomates maduros
- ½ cebolla picada
- 1 diente de ajo
- 2 huevos
- ½ taza de harina
- 1 taza de aceite vegetal
- Sal y pimienta al gusto
Procedimiento:
- Asar y pelar los chiles: Calienta un comal y asa los chiles hasta que su piel comience a desprenderse. Colócalos en una bolsa de plástico y deja que suden por 10 minutos. Luego, pélalos con cuidado y realiza un corte lateral para retirar las semillas sin romperlos.
- Rellenar: Corta el queso en tiras y rellena cada chile. Si es necesario, ciérralos con palillos de madera.
- Preparar la salsa: Licúa los jitomates con la cebolla y el ajo hasta obtener una salsa homogénea. Sofríe en un sartén con un poco de aceite, sazona con sal y pimienta y deja cocinar a fuego medio por 10 minutos.
- Capeado: Separa las claras de las yemas y bate las claras hasta obtener un punto de nieve firme. Agrega las yemas y mezcla con movimientos envolventes.
- Freír: Pasa los chiles por harina y después sumérgelos en el huevo batido. Fríelos en aceite caliente hasta que estén dorados y colócalos en papel absorbente.
- Servir: Baña los chiles con la salsa de jitomate caliente y acompaña con arroz blanco o frijoles refritos.



