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Telescopio Milimétrico mira hacia el futuro
Es el proyecto científico de mayor envergadura jamás realizado en el país, con una inversión, hasta ahora, de 185 millones de dólares.

El 17 de noviembre de 1994 el Instituto Nacional de Astrofísica, Óptica y Electrónica (INAOE) de México y el Five College Radio Astronomy Observatory, de la Universidad de Massachusetts Amherst, Estados Unidos, firmaron un acuerdo histórico: el compromiso para diseñar, construir, instalar y operar una antena de 50 metros para la investigación en el área de radioastronomía milimétrica .
Este acuerdo se convertiría en el proyecto astronómico de mayor envergadura jamás realizado en el país. Con una inversión, hasta ahora, de 185 millones de dólares (de los cuales México ha contribuido con poco más de 70%) el Gran Telescopio Milimétrico Alfonso Serrano (GTM) abrió sus ojos al cielo en mayo del 2013 para iniciar observaciones de primera ciencia.
A 20 años de distancia, el telescopio está ya en plena operación en la banda milimétrica con una antena de 32 metros, ubicado en el Volcán Sierra Negra, Puebla. Sin embargo, para alcanzar las especificaciones de su diseño, el GTM aún debe aumentar la apertura de su antena hasta llegar a los 50 metros. Entonces se convertirá, entre los de su tipo, en el telescopio más grande y preciso en el mundo .
Existen muchas voces que han criticado el largo tiempo invertido en este proyecto. Sin embargo, es necesario comprender lo que significa llevar a cabo un proyecto como éste. No se trata de un equipo que se construye en serie en un sistema de ensamblado. Es un proyecto que requiere toda la imaginación, creatividad y esfuerzo de ingenieros, científicos y técnicos para enfrentar un reto único que nunca nadie antes ha realizado, ni aquí ni en ninguna otra parte del mundo.
Entre pioneros
El telescopio Hale, en Monte Palomar, California, Estados Unidos, diseñado en 1928, tomó 20 años para poder iniciar actividades en 1948, y durante casi medio siglo conservó el título del telescopio más grande del mundo. En Gran Bretaña el radiotelescopio del Jodrell Bank Centre for Astrophysics tuvo que recorrer un largo camino, enfrentando un sin fin de problemas técnicos y financieros antes de poder funcionar. Alcanzó la fama mundial al rastrear exitosamente al Sputnik 1.
El Telescopio Espacial Hubble recibió su primer financiamiento en 1970 y el plan inicial contemplaba su lanzamiento en 1983. Sin embargo, problemas técnicos y de financiamiento retrasaron su lanzamiento hasta la década de 1990. Luego, en el espacio, enfrentó nuevos problemas técnicos que tomaron algunos años para resolverse antes de conseguir funcionar correctamente y regalarnos con algunas de las imágenes más espectaculares del Universo que hayan sido tomadas.
No es inusual que un proyecto de este tipo sufra retrasos , explica Peter Schloerb, responsable del GTM por la Universidad de Massachussets. Casi al mismo tiempo que se inició el proyecto del GTM se iniciaron otros dos grandes proyectos de radioastronomía: el Green Bank Telescope en Virginia Occidental y un proyecto para modernizar al Telescopio de Arecibo, en Puerto Rico. En ambos casos ha sido necesario invertir más tiempo del estimado y han costado más , explicó el responsable.
Problemas de financiamiento, la causa del retraso
Para el doctor Schloerb uno de los problemas que enfrentan estos grandes proyectos y una causa común de retraso es el financiamiento. El GTM no recibió todo el dinero que requería al comienzo del proyecto; en cambio, el financiamiento se fue dando poco a poco a lo largo de los años, con cantidades variables de año en año. De esta forma los proyectos siempre toman más tiempo , dijo.
José Franco, astrónomo especialista en astrofísica y quien no forma parte del proyecto, coincide con las observaciones del doctor Schloerb. El GTM no ha podido terminarse a cabalidad, ni rendir los frutos esperados, debido a que el financiamiento del proyecto ha sido muy poco constante , explica el encargado de la Dirección General de Divulgación de la Ciencia de la UNAM y actual coordinador general del Foro Consultivo Científico y Tecnológico.
En opinión del doctor Franco, una vez que se aprueba un proyecto de esta magnitud, debe recibir la garantía de que tendrá todo el financiamiento que se requiere, porque si no se convierte en un martirio y un motivo de preocupación para la comunidad académica, astronómica y gubernamental. La sociedad piensa que los científicos mexicanos no son capaces de terminar un proyecto [pero] lo que se desconoce es que el financiamiento no ha llegado de la forma en que debió haber llegado y que desafortunadamente un fracción muy importante de la responsabilidad viene de las autoridades .
Cuando inició el proyecto del GTM, en 1994, fue necesario invertir tres años en la investigación para decidir el sitio donde se construiría, un tiempo que no resulta excesivo cuando se compara con otros proyectos semejantes.
Una vez que se eligió el volcán Sierra Negra, en el Parque Nacional Pico de Orizaba, hubo que adecuar el diseño a las condiciones necesarias para construir en un sitio volcánico hasta entonces inaccesible. Tomó dos años hacer las adecuaciones necesarias, además de la gestión política para construir caminos y accesos al volcán, así como para llevar energía eléctrica. Luego se destinaron siete años a la construcción, un tiempo mucho mayor a lo esperado tanto por el reto humano que significó construir a 4,600 metros sobre el nivel del mar, con poco oxígeno y mucho frío, como por la disminución en el flujo de recursos.
Con la llegada de un nuevo sexenio el presupuesto disminuyó significativamente, lo que llevó a serios retrasos en los tiempos de construcción. Los siguientes cinco años serían muy difíciles: durante los primeros tres años la falta de recursos disminuyó el ritmo de trabajo además de que se enfrentaron varias auditorías. Casi dos años más se invirtieron en enfrentar el desafío tecnológico de alcanzar la precisión que la superficie de este telescopio demanda. Otros dos años han sido necesarios para alcanzar el nivel para operar competitivamente. Ahora tenemos un telescopio que cumple técnicamente , explica el doctor Carramiñana.
Desde el 2006 los científicos han buscado incesantemente el apoyo para completar la construcción del GTM, pero sólo fue hasta la segunda mitad del 2013 que se dio luz verde para terminar el proyecto. Si todo sale bien, el GTM habrá finalmente llegado a la meta para el 2016.
Por lo pronto, el 18 y 19 de noviembre se llevarán a cabo en el INAOE los festejos de conmemoración por el 20 aniversario del inicio del Gran Telescopio Milimétrico Alfonso Serrano.
El mayor reto que se ha enfrentado es alcanzar las especificaciones técnicas asociadas a la construcción de una antena de estas dimensiones , explica Alberto Carramiñana, director del INAOE. Estas especificaciones corresponden a la precisión que debe alcanzar una superficie cuya área es de mas de 2,000 metros cuadrados. La superficie parabólica no debe tener errores, en promedio, mayores a lo que sería el grueso de un cabello muy delgado. En todo el mundo no se había intentado, hasta antes del GTM, una tarea tan complicada , agrega.
Está claro que lo más emocionante está aún por venir.