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¿Para qué son las estrellas?
Es una obra imperfecta, sí, pero la belleza no sólo es simetría, también es riesgo.
Ah, but a mans reach should ?exceed his grasp,
Or whats a heaven for?
Robert Browning, ? Andrea del Sarto
Interestelar es una forma de la belleza. Ciertamente se tambalea bajo el peso de su ambición, pero caer de esa manera es digno. Es hermoso.
Christopher Nolan es conocido por esa ambición. Desde Memento, esa película negra que juega con la percepción del tiempo, Nolan siempre va por lo más complicado, por la filigrana no por la obra negra. Ninguna de sus películas es perfecta, pero, demonios, todas son emocionantes.
La nueva cinta no es excepción.
Nolan está obsesionado con el alcance de la raza humana. ¿Hasta dónde podemos llegar, por ejemplo, en el mundo de la magia? Bueno, Nolan va y realiza The Prestige. ¿Hasta dónde alcanza un superhéroe? Hace la trilogía de Batman. ¿Podemos conquistar la última frontera, la de los sueños? Ahí está Inception.
Interestelar no sólo es una historia del espacio exterior, es también un canto al espíritu humano.
En un lugar y un tiempo no muy lejanos, la Tierra es un mundo de granjeros. Uno a uno las cosechas de cereales han caído víctimas de la plaga y el único que queda es el maíz. Es un mundo que ha pasado por guerras, destrucción, en el que, sin embargo, la personas se han adaptado y de algún modo la especie humana ha sobrevivido.
En un Estados Unidos polvoriento, sacado directamente de Las uvas de la ira, Cooper (Matthew McConaughey) es quizá el último hombre con ambición. Ingeniero, piloto, alguna vez astronauta, hoy Coop es un granjero más. Es padre de dos niños. Un día lo llaman de la escuela de sus hijos: le informan que su hijo será un gran granjero, como él. ¿Universidad? Ni hablar. Pero le informan algo todavía más inquietante: en la clase de su hija se armó Troya porque la niña se atrevió a hablar de la llegada a la Luna. Hace años que han dejado de enseñar el asunto, le informan a Coop. La llegada a la Luna es una leyenda negra ahora, un pedazo de propaganda desmentido.
En ese páramo se encuentra la humanidad. Hemos dejado de inventar, de explorar, de avanzar. Y ese, señoras y señores, es la perspectiva más triste: adaptarse a la soledad, al vacío.
Pero Coop, les digo, es diferente. También es diferente Murph, su hija. Algo extraño sucede en la recámara de Murph. Por razones extrañas algunos libros y juguetes caen de los estantes. La niña ha registrado el movimiento. Parece que hay un patrón. ¿Será un lenguaje o será sólo un accidente?
De algún modo que no explicaré porque es fundamental que ustedes lo descubran en la historia, Coop y Murph llegan a unas instalaciones que parecen abandonadas. Un grupo mínimo de personas trabajan en ellas. Resulta que es lo que queda de la NASA: nada.
Pero de la nada puede surgir algo. La NASA, sobre todo el profesor Brand (Michael Caine) y su hija (Anne Hathaway) han estado trabajando en un plan para salvar a la humanidad. La Tierra está agotada, la única esperanza es encontrar un nuevo planeta. La idea es viajar por un hoyo de gusano a una nueva galaxia, muy lejana a la Vía Láctea donde parece que hay posibilidades de encontrar planetas viables.
Disclaimer: tengo un conocimiento muy vago de qué es un hoyo de gusano. Desconozco hasta lo más básico de física cuántica, así que no sé si toda la cháchara científica de Interestelar tiene sentido. Por momentos el asunto se vuelve difícil de seguir. Pero no imposible, no. Aunque la cinta se enrede nunca deja de ser emocionante.
En algún momento Michael Caine recita Do not go gentle into that good night , el poema más famoso de Dylan Thomas. No, no hay que irse sin pelear ante la muerte, ante la ignorancia, ante la injusticia. A mí Interestelar me recordó otro poema: Andrea del Sarto , de Robert Browning. Su frase más famosa es epígrafe de este Garage: el puño del hombre ha de llegar más allá de su alcance, sino ¿para qué está el cielo? ¿Para qué son las estrellas sino para soñar con tocarlas?
Interestelar es una forma de la belleza. Ciertamente se tambalea bajo el peso de su ambición, pero caer de esa manera es digno. Es hermoso.