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Opinión

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¿García Harfuch para presidente?

Históricamente, los favoritos anticipados fracasan: el poder real decide, las lealtades pesan y los expedientes cobran factura; pese a propaganda y encuestas, el camino rumbo a 2030 sigue incierto políticamente.

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Juan María Naveja | Al margen

Juan María Naveja

Omar García Harfuch es el secretario del gabinete mejor calificado; en las encuestas aparece adelante y hasta The New York Times lo considera el sucesor natural de Claudia Sheinbaum; pero es muy temprano, falta mucho para el 2030. También hay que considerar que es policía, no es el favorito de las tribus de Morena, tampoco del dedo tabasqueño que decide en la franquicia.

La historia ya la conocemos. En el pasado, Mario Moya Palencia era el indiscutible para suceder a Echeverría; García Ramírez fue destapado por error porque el candidato era Salinas de Gortari; a Colosio lo mataron, y se dice que al padre de García Harfuch, Javier García Paniagua, López Portillo le dijo que sería el candidato. Pocos días después, Miguel de la Madrid abanderaba al PRI; incluso, se llegó a especular que el jalisciense estuvo a punto de golpear al presidente.

Los adelantados tendrán que recordar que durante la pandemia hubo algunos que hicieron de López Gatell un rock star que podría llegar a la presidencia; cuatro años después está becado en Suiza.

En los tiempos del PRI hegemónico, el gran elector era el presidente; en su reencarnación, las decisiones las toma López Obrador, porque aun si ocurriese una contingencia que lo incapacite, se ve difícil que Sheinbaum tome la decisión; hay otros con más poder real.

Pero hay que partir de una base: el actual Omar García Harfuch ha sido prudente. Lo fue cuando López Obrador le arrebató la candidatura a la Jefatura de Gobierno de la Ciudad de México y no parece dejarse seducir por espejismos; además de la historia familiar que incluye a su abuelo, Marcelino García Barragán, quien fue secretario de la Defensa. Es decir, ha vivido la historia de sus antecesores, en el cargo y circunstancias.

Por ejemplo, debe saber que ser mencionado favorito en círculos políticos o de seguridad de Estados Unidos no es garantía de nada. Genaro García Luna recibió iguales o mayores consideraciones, premios y reconocimientos de las agencias de seguridad norteamericanas; al final cayó en desgracia.

Esto no les gustará a muchos, sobre todo a los que se desviven en lanzarle elogios. García Luna estaba mejor formado cuando llegó al gabinete, tenía más trayectoria y contó con todo el apoyo presidencial, presupuesto, personal y equipo. Omar apenas cuenta con un puñado de sus incondicionales, depende en un alto porcentaje de las Fuerzas Armadas, que también tienen sus simpatías y filiaciones; hasta ahora, el apoyo de Claudia Sheinbaum no ha sido suficiente.

Partiendo de la base que el secretario de Seguridad tenga planes de llegar a la presidencia, que no lo ha dicho, tiene en su contra a casi todo el aparato de Morena: los hijos de López Obrador, allegados como Adán Augusto, Alejandro Esquer, varios funcionarios del gabinete, morenistas con poder como los gobernadores y algunos legisladores.

Aun cuando para algunos rompió con aquello de abrazos no balazos, García Harfuch no le ha ganado a nadie; su expediente arrastra casos como la violencia en Sinaloa, el Rancho Izaguirre, decenas de asesinatos como los de Carlos Manzo y el líder limonero Bernardo Bravo, los funcionarios del gobierno de la Ciudad de México, entre muchos más. Punto y aparte, las desapariciones se han disparado dramáticamente, las extorsiones están a la orden del día.

En síntesis, algunas acciones, pero sobre todo la propaganda y las voces que lo promueven le ha funcionado, tanto así que aparece bien calificado.

Pero de aquí al 2030 hay mucho tiempo; como ya se advirtió, hemos visto aspirantes con condiciones formidables, hasta superiores a las de Batman; al final se quedaron en el camino.

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Juan María Naveja

Es analista, consultor y conferencista. Autor del libro Periodismo Radiofónico una Revisión Inconclusa, Editorial Porrúa y Coautor de Comunicación Política 2.1 modelo para armar, Editorial Etcétera.

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