Angelina Jolie: doble riesgo

Hace unos días, Angelina Jolie anunció en un texto confesional en el New York Times, que se había sometido a una doble mastectomía a manera de prevención . Sus médicos le habían asegurado que contaba con una mutación en los genes BRCA que implicaba una alta probabilidad (87%) de padecer cáncer de mama.

Jolie abre mencionando cómo su madre enfrentó el cáncer por una década y murió a los 56 años. Apenas cargó a su primer nieto, y el resto no tuvieron oportunidad de conocerla (la actriz tiene 6 hijos, propios y adoptados). Cuando habla con los niños sobre su abuela, trata de explicar la enfermedad, e inevitablemente los pequeños la cuestionan sobre si a ella le pasará lo mismo. Aunque les dice que no se preocupen, la verdad es que tengo un gen ‘defectuoso’ que aumenta fuertemente el riesgo de que lo padezca.

El procedimiento duró meses y se mantuvo en secreto. En su texto entra en detalles técnicos sobre los pasos que siguió para, por ejemplo, salvar sus pezones; dos semanas después para remover los tejidos del pecho; y finalmente, nueve después, para reconstruir los pechos con un implante, área donde han habido sustanciales avances tecnológicos. Queda fuera de la cuestión preocuparse porque haya perdido su belleza, ante sí misma, su marido o la cámara.

De acuerdo a su texto, sus posibilidades de tener cáncer bajaron de 87% a 5%, y ya se siente con la confianza de decir a sus hijos que no deben temer perderla por cáncer de pecho.

La noticia dio la vuelta al mundo provocando distintas reacciones. Hospitales de Tokio iniciaron trámites para realizar mastectomías preventivas a pacientes con genes mutados. La decisión de la actriz fue calificada por muchos como valiente e inspiradora. Incluso, el gurú de la medicina televisiva, Mehmet Oz, dijo que se enorgullecía de que Jolie, ante el riesgo de salud, tomara cartas en el asunto.

El anuncio también fue polémico, nunca mejor expresado que en la declaración de una maestra de New Jersey: le da a mujeres ordinarias expectativas poco realistas sobre su habilidad de hacer lo mismo .

El tema no es la decisión de Jolie sobre qué hacer con su cuerpo. Sus motivos pueden ser los mencionados o muchos otros, y son sólo suyos. Es su vida, su tiempo y dinero. Lo que vuelve el asunto relevante, fuera de chismes e información trivial sobre celebridades de Hollywood, es su otra decisión. Compartirlo en un medio masivo de comunicación con intención de ser un ejemplo para otras mujeres.

En sus palabras escribo de ello ahora, porque espero que otras mujeres puedan beneficiarse con mi experiencia. El cáncer es todavía una palabra que genera miedo en los corazones de la gente. Hoy es posible saber mediante una prueba sanguínea si se es altamente susceptible al cáncer de pecho y ovarios y tomar acción . Lo cierto es que la prueba que menciona es de entrada costosa (en promedio 3 mil dólares).

El cáncer de pecho salió del clóset, por decirlo de alguna manera, cuando la ex primera dama Betty Ford anunció públicamente en 1974 que se había realizado una mastectomía. La declaración puso atención a una enfermedad que sigue constituyendo uno de los más graves problemas de salud pública en occidente, sacándola de la nube de vergüenza y secreto familiar que tanto perjudicaron a las mujeres que la padecían.

Sin embargo, la postura de la Jolie pone el problema en un ángulo distinto. Ella no tenía cáncer. Ni detectado tempranamente, ni en etapa avanzada. Ella tenía una predisposición de acuerdo a sus médicos, y también el temor de que su predicción fuera verdadera.

Su declaración es de un tenor muy distinto a la toma de conciencia sobre una enfermedad oculta. Ella está diciendo que hay que adelantarse a la naturaleza y actuar, con un procedimiento por demás drástico y costoso, en ánimo preventivo .

De acuerdo al propio diario neoyorkino, algunos médicos manifestaron su preocupación por el mensaje y cómo puede ser malinterpretado por otras mujeres avivando una tendencia hacia un procedimiento que puede no ser médicamente necesario. El problema ya existía, cuando mujeres que se sometían a una mastectomía en un pecho enfermo, decidían remover el otro (sano), en forma preventiva , aún sin mutaciones genéticas y pocas probabilidades de enfermar.

La mutación genética que padece Angelina Jolie es bastante rara. Causa apenas del 5 al 10% de los casos de cáncer de seno en mujeres blancas de los EU. El NYT cita a una especialista que afirma que si bien estas mutaciones sí son casos especiales de alto riesgo, son pocas las mujeres que las enfrentan.

Otra especialista y autora de libros del tema, Susan Love, explica que no se previene correctamente el cáncer de mama, Cuando tienes que cortar partes normales del cuerpo para prevenir una enfermedad, es primitivo y brutal .

Especialmente porque no es el único remedio. Algunas mujeres con la mutación genética deciden llevar un monitoreo continuo a base de mamografías y tomografías, alternadas para que cada seis meses se lleve a cabo una de las dos pruebas. Este método permite tomar acción temprana si el cáncer llegara a surgir.

Nadie quiere padecer cáncer, ya no digamos morir por esta enfermedad. La cirugía preventiva, sin embargo, parece un método radical y lamentable que no debe tomarse a la ligera, sin una cuidadosa valoración médica, inspire lo que inspire la actriz. Por otro lado, si su decisión lleva a las mujeres a interesarse e informarse mejor sobre este y otros padecimientos, el revuelo puede tener consecuencias positivas.

Quizá lo más importante a tener en mente, es preguntarnos qué tanto podemos anticiparnos a la naturaleza y prevenir una enfermedad que no padecemos o el temor a morir o hablar de ello con los hijos. Es muy probable que la respuesta esté más cercana al diván que a la mesa de operaciones.

Twitter: @rgarciamainou