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Venezuela, definiciones del imperio
Mariano Espinosa Rafful | Siempre hay otros
“La inteligencia sin ambición es como un pájaro sin sus alas”, Salvador Dalí.
Las acciones que de manera unilateral ha determinado Estados Unidos en contra de las políticas y decisiones de varios países, incluido México, no solamente impactan en el ánimo de los ciudadanos, sino que forman un criterio ante la vorágine de la realidad.
Aranceles fue la constante al inicio de la administración del presidente Donald Trump, las acciones con los mecanismos de firmas de decretos cada día, hasta cancelando visas a políticos mexicanos sin una investigación o un proceso claro, habla de una injerencia que violenta toda convivencia armónica entre vecinos.
Hay un Tratado trilateral de libre comercio donde se incluye a Canadá, distante de las decisiones que han mermado las exportaciones de los empresarios de México al país del norte, no hay números claros y duros, pero seguramente la afectación es importante.
No se conoce ya de decomisos de drogas en la frontera con el Río Bravo, se ha centrado la atención en algunos estados del país con focos rojos como Michoacán y Jalisco, Guanajuato es parte también de los casos de asombro. Por increíble que parezca bajan las cifras en el gabinete de seguridad con un excelente trabajo que comanda el Secretario Omar García Harfuch, pero no es suficiente.
Y llegamos al caso Venezuela, sin perder de vista la atrocidad de ser silenciados en alta mar, decenas de personas por presuntos vínculos con la maldad, ese narcotráfico que invade al mundo, sin freno, pero que realiza Trump sin procesos claros ni evidencias que nos muestren que son abatidos con la ley de su parte.
Miles y miles de expulsados, se habla de millones de venezolanos, que los vemos en la Ciudad de México, cada vez menos por cierto, buscando la frontera para ese sueño americano, cada vez más complicado de alcanzar, por la implementación de acciones para no dejar pasar a los indocumentados, con la colaboración de México.
La invasión es inminente, todos los días hay noticias de lo que puede ser un desenlace sangriento, hemos escrito en redes sociales que es el petróleo el objetivo y no la democracia, podemos equivocarnos, pero las formas sí importan, y el terror que ha impuesto el gobierno de los Estados Unidos frente a las costas de este país, es una forma de cómo actúa el imperialismo yanqui, lo vemos también con Ucrania y a favor de Rusia.
Nuevamente la economía de la guerra, el enorme despliegue militar en América Latina y hasta la injerencia en las elecciones de Honduras el pasado fin de semana, envía señales inequívocas al mundo, que el “orden” entrecomillado que se pretende con sus discurso, no es otra cosa que determinaciones de mostrar poderío y políticas públicas antidemocráticas.
Ayer se pronunció Donald Trump por hacer lo mismo en países que introduzcan algún tipo de droga a su país, y aquí viene la pregunta que nos hacemos los mexicanos, los que nos preocupamos por la amenaza latente de los Estados Unidos, los daños colaterales en la economía, lo social y ahora las remesas que pasan a ser un manjar muy apetitoso, que se pone en la mesa en duda su procedencia desde el vecino incómodo hasta los hogares en nuestro país.
Entre líneas
El Instituto Politécnico Nacional está ahora en el ojo de las autoridades fiscalizadoras y de anticorrupción; el escándalo es mayúsculo y podría detonar en la llegada de un interinato antes del relevo natural el año entrante.