La Cultura de la Paz, XXV Congreso Nacional de Mediación CONAMEC

Cuando surgen el diálogo y el acuerdo, lentamente llega la calma, la serenidad y, finalmente, la paz. Othón Pérez Fernández del Castillo

El Colegio Nacional de Mediadores Certificados (CONAMEC) realizó la semana pasada su XXV Congreso Nacional de Mediación. Como en sus ediciones anteriores, este año se alcanzaron todos sus objetivos. Participaron mentes destacadas y talentosas de talla mundial que abordaron los últimos avances y el potencial de la mediación, así como su impacto en una positiva convivencia.

Destacaron las intervenciones del Doctor Jorge Pesqueira Leal, Presidente del Instituto de Mediación de México; del Magistrado Andrés Linares Carranza, Consejero de la Judicatura de la Ciudad de México; de la Maestra Ana María Kudisch Castelló, Mediadora Privada y Presidenta de la Barra Mexicana Colegio de Abogados; del Magistrado Sergio Valls Esponda, Presidente del Consejo Nacional de Mecanismos Alternativos de Solución de Controversias; del Doctor Rafael Lobo Niembro, Director General del Centro de Mecanismos Alternativos de Solución de Controversias del Poder Judicial de la Federación, y del Doctor Alejandro Marcelo Nató, Presidente del Centro Internacional sobre el Estudio de la Democracia y la Paz Social, entre otros reconocidos expertos que abordaron diversos aspectos de la mediación y de la cultura de la paz.

En el marco reflexivo en torno a la situación prevaleciente en México a partir de la Ley General de Mecanismos Alternativos de Solución de Controversias (LGMASC) y de la polémica reforma judicial se expusieron preocupaciones e inquietudes y se arribó a conclusiones coincidentes con diversos aspectos que el autor de estas líneas expuso en su presentación “Mediación para evitar el Colapso Judicial” en la que se señaló que la LGMASC, aunque ofrece algunos avances, dista de ser la culminación del andamiaje legal del sistema mexicano de mediación.

Las coincidencias versaron en los siguientes temas:

1. El necesario fortalecimiento del acceso a la justicia con la expansión y la consolidación de la mediación y de los demás mecanismos alternativos de solución de controversias, pues su mejor y mayor aprovechamiento podrá evitar el colapso de los poderes judiciales;
2. La modificación del artículo 17 constitucional para que las partes en conflictos de carácter legal participen en una sesión de pre-mediación o en una sesión informativa obligatoria, antes de iniciar un juicio, con el propósito de inducir a un mayor aprovechamiento de los servicios de mediación y de los demás mecanismos alternativos de solución de controversias y se contribuya a racionalizar el uso de los servicios de administración de justicia;
3. La necesaria modificación de la LGMASC para restaurar la figura del mediador y fortalecer la mediación, además de cancelar las nuevas e innecesarias restricciones que prevé en perjuicio de su flexibilidad y liberarla de la cultura procesalista con la que se contaminaron la mediación y los demás mecanismos alternativos de solución de controversias, y
4. Una campaña permanente de difusión de lo que es y para qué sirven la mediación y los demás mecanismos pacíficos de solución de controversias.

Ante una realidad que conspira en contra de la convivencia armónica y donde la violencia se impone como el signo distintivo de nuestros tiempos, la imposición de la reforma judicial se traducirá inicialmente, en mayores tiempos de atención, respuesta y resolución de casos y, por tanto, de la tarea de pacificación nacional que corresponde a una efectiva administración de justicia, que es la justicia adversarial, lo cual afectará directamente a los particulares, por ello resulta indispensable el impulso a la otra vía de acceso a la justicia, que es la autocompositiva.

No puede ignorarse que a la par del proceso electoral judicial a nivel federal, en el que se elegirán ministros, magistrados y jueces, de suyo sumamente complicado, se desarrollarán procesos electorales judiciales locales en 18 entidades en condiciones adversas para las autoridades electorales por la falta de los recursos económicos suficientes para atender este proceso extraordinario.

En México es necesario que el gobierno, en sus tres niveles y los tres poderes federales y locales, que integran la vida democrática, establezcan alianzas sólidas con las organizaciones de la sociedad civil para recuperar o convertir las instituciones socializadoras en espacios de paz, de tal suerte que la mediación opere como detonador de relaciones interpersonales y sociales sanas y seguras.

La mayor parte de los mediadores estamos comprometidos en la mejora de la convivencia en espacios esenciales para construir una sociedad en la que no tengan cabida los conflictos destructivos que contaminan las instituciones básicas socializadoras como son la familia, la escuela y la comunidad y que tanto daño han provocado y provocan en los tejidos sociales. Por ello, a través de la participación en estos valiosos foros de intercambio de ideas, de experiencias, de presentaciones de libros y de diálogo; así como en el ejercicio de nuestra profesión y en la vida cotidiana se confirma ese compromiso.

El doctor Othón Pérez Fernández del Castillo ha dedicado tres décadas al impulso de la mediación, fundó y ha presidido el Colegio Nacional de Mediadores Certificados. No es casual que sea el Mediador Privado No. 1 de la Ciudad de México.

Las aportaciones de los veinticinco Congresos Nacionales de Mediación, organizados por el Mediador Privado No. 1, han contribuido a la evolución de dicho mecanismo en nuestro país y estimulado la vocación de cada vez más personas como pacificadores al capacitarse y formarse como profesionales de la mediación. 

*El autor es abogado, negociador y mediador

X: @Phmergoldd

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