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Opinión

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Otis, desafío presupuestal

El Huracán Otis golpeó a Guerrero, devastó Acapulco y colocó al gobierno mexicano frente a un enorme desafío: comprobar en los hechos, que es más efectiva la centralización del presupuesto en el gobierno federal, que la operación del desaparecido fideicomiso conocido como el Fondo de Desastres Naturales (Fonden).

En la sorpresiva y rápida conversión de tormenta tropical a huracán categoría 5, Acapulco quedó aislado.

Por varias horas el Presidente de la República no tuvo información exacta de los daños provocados. Más tarde se quedaría varado en la autopista del Sol.

No hubo manera de anticiparlo. Todos los pronósticos fallaron.Y aunque el gobierno hizo llamados de prevención a la ciudadanía y desplazó fuerzas del ejército, Marina y CFE, la magnitud del fenómeno superó todo.

No se sabe con exactitud los daños que provocó en pérdidas de vidas y en costos económicos.

Las imágenes que circulan en las redes sociales, dejan ver enormes afectaciones en infraestructura: el aeropuerto inundado, hoteles gravemente dañados, entre ellos el Princess, casas, comunidades y servicios, severamente afectados.

Queda claro que el costo económico para la reparación será muy alto.

Y frente a esa realidad, viene una prueba de fuego para el gobierno que decidió desmantelar al Fonden para centralizar el manejo de los recursos en aras de mayor eficiencia y transparencia.

De manera inmediata, en las redes sociales, la conversación digital recordó la extinción del Fonden, como parte de 109 fideicomisos que desaparecieron por decisión gubernamental.

En su comparecencia ante el Senado de la República, el subsecretario de Hacienda, Gabriel Yorio –la cara pública de esa dependencia– aclaró que los recursos que previamente concentraba el Fonden, no han desaparecido.

Explicó que lo que cambió en el Fonden tras la reforma de octubre de 2020 fue el sistema de gestión pública del instrumento.

Ahora los recursos se transfieren a los ejecutores: algún Estado de la República Mexicana o la Secretaría de la Defensa Nacional, tras activarse el Plan DN3; un instrumento para realizar actividades de auxilio a la población afectada, por desastres de origen natural o humano.

Luego hizo un resumen de los recursos  que se destinan para los desastres naturales.

El Fonden –dijo– tiene actualmente 18 mil millones de pesos.La cobertura de la reserva de efectivo y los seguros paramétricos para desastres se han mantenido intactos y se han renovado en cada ciclo presupuestal.

La cobertura de reserva en efectivo no fue tocada. Actualmente hay 18 mil millones de pesos en el Fonden.

Además, existe una línea presupuestal de cerca de 10 mil millones de pesos, que usualmente se incluye, pero también hay 5 mil millones de pesos en seguros catastróficos que se contratan cada año, más 485 millones de dólares del bono catastrófico que tiene México junto con la Alianza del Pacífico, que es diversificación de riesgos con Perú, Colombia y Chile.Esos son los haberes, de acuerdo con las cifras oficiales que dio a conocer el funcionario.

Falta ver qué tan rápido y eficientemente se canalizan. Pero sobre todo veremos si se hace de manera transparente o si se decide reservar, como en muchos otros temas, bajo el concepto de seguridad nacional.

Hay que recordar que para atender las emergencias y desastres naturales, el gobierno de México creó al Fonden en el año de 1999.

El Fonden operó como un instrumento financiero del Sistema Nacional de Protección Civil, financiado a través del Presupuesto de Egresos de la Federación.

En la ocurrencia de algún desastre, luego de la declaratoria de emergencia, la Secretaría de Gobernación liberaba los recursos o adquiría lo necesario para entregarlo a las autoridades estatales. Operaba con reglas específicas. No era perfecto, pero funcionó y canalizó importantes volúmenes de recursos.

El gobierno lopezobradorista extinguió, mediante un acuerdo publicado en el Diario Oficial de la federación el 21 de julio del 2021, el Fonden con el señalamiento presidencial de que se trataba de una “caja chica” aunque nunca se presentaron pruebas o denuncias que fincaran responsabilidad alguna sobre quienes presuntamente incurrieron en irregularidades en el manejo de los recursos.

En este gobierno como en los anteriores se han registrado reducciones presupuestales para la atención de desastres y protección civil. Y como en los pasados, el presupuesto y su ejercicio ha sido más con perfil reactivo que preventivo.

El desafío que está por enfrentar el gobierno es el de canalizar con rapidez y eficiencia los recursos. ¿Cuánto tiempo tardará y cuánto dinero costará la recuperación de uno de los principales destinos turísticos del país? Pero el mayor reto será que se apliquen los recursos con transparencia. Al tiempo.

marcomaresg@gmail.com

Periodista desde 1975, ha trabajado ininterrumpidamente en periódicos, revistas, radio, televisión e internet. En los últimos 31 años se ha especializado en negocios, finanzas y economía. Es uno de los tres conductores del programa Fórmula Financiera, que se transmite por Grupo Fórmula.

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