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Opinión

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Las cuentas entre vecinos

El Presidente de Estados Unidos de América estuvo en tierras mexicanas el 16 y 17 de abril. Las expectativas de algunos contrastaron con la actitud pesimista y negativa de otros.

Analistas, académicos, políticos y la opinión pública en general se preguntaban si se trataba de una mera visita de cortesía o si realmente Obama venía con la intención de sentar las bases de una nueva era en la política entre México y Estados Unidos.

En primer lugar, debemos aceptar que en política la percepción y las señales pesan e importan.

México es prioridad para el país vecino y la presencia de Obama en nuestro territorio refuerza el mensaje anticipado de la Secretaria de Estado del gobierno estadounidense, quien reconoció que para realizar un trabajo basado en la cooperación se debe empezar por aceptar la responsabilidad de Estados Unidos en los problemas comunes y para los cuales es necesario ampliar los temas de la agenda bilateral.

Es ingenuo pensar que en una visita tan corta los problemas se iban a resolver y que los grandes acuerdos estarían firmados y plasmados en papel; sin embargo, el intercambio de opiniones se llevó a cabo. México fue escuchado y los logros de este encuentro se verán poco a poco.

Estados Unidos se ha dado cuenta de que es parte del continente, parte de un mundo que no puede aislarse ni ignorar lo que ocurre en los países con los que comercia y comparte asuntos que, si bien deben resolverse internamente, son asuntos de política internacional.

Aun durante la campaña de Obama, el ahora Primer Mandatario, no fue muy claro en cuanto a los temas que involucraban a América Latina y a México, hoy la intención de tender puentes es indiscutible.

Si bien es cierto que el tema migratorio es prioridad para México y se califica como estrictamente doméstico para Estados Unidos, cuestión que puede atar de manos a Barack Obama, se acordó la creación de una Comisión Bilateral para resolver en la materia y esto es un gran avance.

Los temas económicos y de seguridad son obviamente prioritarios para los dos gobiernos, aun cuando las políticas sean internas el impacto de los problemas y las soluciones son cuestiones compartidas. México ha entregado cuentas claras y resultados con medidas económicas responsables y grandes avances en la lucha contra el narcotráfico.

Hay muchas tareas pendientes, el camino no es sencillo pero se han dado los primeros pasos y México ha dejado de parecer el patio trasero para convertirse en un interlocutor. Sin embargo, las soluciones no llegarán mágicamente del otro lado de la frontera, hay que construirlas desde adentro, desde casa.

*Diputado federal, LX Legislatura.

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