Lectura 4:00 min
Kamala Harris
Kamala Harris, la senadora de California recién seleccionada como compañera de fórmula de Joe Biden y candidata a la vicepresidencia de los Estados Unidos, votó en contra del T-MEC y esto dice mucho.
Fue la única de los senadores de los estados fronterizos que así lo hizo, bajo el argumento de que el nuevo tratado no respondía a cuestiones del cambio climático. Sin embargo, era obvio que el acuerdo iba a pasar y que esto era una mera estrategia para reforzar el apoyo popular.
Es una mujer astuta.
Porque si checamos su ranking en la página de League of Conservation Voters, que es un grupo estadounidense de defensa del medio ambiente, que califica la actuación de los servidores públicos en estos aspectos, vemos que otros senadores como Feinstein de California, Heinrich de Nuevo México, y Sinema de Arizona, tienen mejores calificaciones.
Por otro lado, cuando Donald Trump comenzó a presionar a México en cuestiones migratorias, bajo la amenazada de imponer aranceles, la senadora Harris se posicionó en contra, diciendo que eso sólo haría que los californianos terminaran pagando más dinero por los bienes y que se podrían perder hasta 50,000 empleos en el estado.
Llevándonos esto último al tema del muro fronterizo con México, que en opinión de la hoy candidata a la vicepresidencia, es una pérdida de dinero de los contribuyentes que no resolverá absolutamente nada.
En línea con esto último, cabe resaltar que como Fiscal General visitó México en el 2014, para impulsar acuerdos binacionales, buscando combatir el tráfico humano, de drogas y de armas.
Además de que ha defendido de una manera ferviente a los niños inmigrantes que llegaron solos a los Estados Unidos y también a los Dreamers.
Siendo su primer acto legislativo como senadora, congruente con esto último, y a favor de proporcionarles acceso a un abogado a todos aquellos que fueron detenidos intentando cruzar la frontera. Señalando que la actual administración, lo único que está logrando, es crear una cultura de miedo.
Hasta aquí pareciera que es contraria a Trump en muchos sentidos. No obstante, lo que no hay que perder de vista, es que aunque históricamente los candidatos a la vicepresidencia no influyen mucho en los desenlaces de las contiendas presidenciales en Estados Unidos, estamos en un momento mundial muy particular que podría hacer esto diferente.
Porque la sed de justicia racial y de género que se vive a nivel mundial, hace que su presencia sume puntos a la campaña de Biden de una manera importante. Tomando en cuenta que el incendio social por el asesinato de George Floyd no se ha apagado, que nuevas fotos sobre su muerte han sido reveladas, y que solamente el 29 por ciento de los miembros del gabinete son mujeres.
De las cuales, tan sólo el 4.5 por ciento, son de color.
Razón por la cual a muchos entusiasma el hecho de que al declararse Biden, como un posible presidente de transición que sólo se postulará para un término, la siguiente en ocupar la oficina oval pudiera ser una mujer afroamericana de apellido Harris. Porque sin duda tendría el camino, más despejado que cualquier otra mujer, que lo haya intentado.
Hasta aquí el futuro suena encantador, pero no está de más recordar que votar tiene su propio tiempo gramatical, que hoy estamos en el 2020, y que muchas cosas podrían pasar de aquí al 2024.
Por lo que primero habrá que ver si el voto del colegio electoral, no va en dirección contraria a la del voto popular, como lo hizo en 2016.
El último en salir apague la luz.
Twitter: @HenaroStephanie
*No te pierdas el podcast semanal de Stephanie Henaro en Spotify, Apple y otras plataformas.