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Opinión

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Factores reales y de percepción asociados al tipo de cambio

“El coraje es saber a qué no temer”.

Platón.

En fechas recientes, como frecuentemente ocurre en los momentos previos a un cambio de administración gubernamental (aunque tal vez con mayor insistencia recientemente), circulan rumores que hacen referencia a un posible comportamiento negativo del tipo de cambio.

Rumores de devaluación son comentarios recurrentes y de preocupación que frecuentemente se alimentan de opiniones de personajes que, desde alguna plataforma mediática y con más entusiasmo que información y conocimiento, divulgan dichas versiones.

Conviene recordar que México y su sociedad tienen una larga memoria histórica que vincula episodios de cambio gubernamental con procesos acelerados de devaluación y deterioro del poder adquisitivo de las familias. Distintos estudios demuestran que esa “memoria económica” frecuentemente lleva a la generación de temores producto de experiencias pasadas, aun cuando muchas de las condiciones fundamentales que explicaron dichos procesos en el pasado hoy ya no sean vigentes.

Los grandes episodios de devaluación que enfrentó México desde la década de los 70 hasta principios de la década de los 90 tenían como razón fundamental el hecho de que nuestro país operaba bajo un esquema de tipo de cambio controlado. Hasta mediados de la década de los 90, cuando se estableció la autonomía del Banco Central, México tuvo, con algunas variaciones, un sistema de tipo de cambio controlado. Se trataba de sistemas de régimen de paridad fija, a partir de los cuales el gobierno determinaba la paridad cambiaria; en algunos momentos se estableció un régimen de flotación controlada, que aun cuando reflejaba movimientos, seguía teniendo una determinación central del tipo de cambio.

A principios de los 90 se dio primero un sistema de transición hacia un régimen de bandas cambiarias y desliz controlado, que empezaba a dar libertad relativa al movimiento del tipo de cambio en función de la oferta y demanda de dólares, pero dentro de parámetros establecidos también de manera central.

Fue hasta diciembre de 1994 cuando, ante factores graves de inestabilidad económica y cambiaria, se adoptó un sistema de libre flotación que permitía que fueran los mercados financieros (la demanda y oferta de dólares) lo que determine el tipo de cambio, siendo este sistema el que opera hasta la fecha.

En estricto sentido, durante las épocas de procesos de control de cambios se producen devaluaciones, ya que es el reconocimiento del gobierno de que ha sostenido una paridad cambiaria que ya no puede mantener antes las presiones del mercado de divisas y cuando la presión es excesiva, provocando salida de divisas y una presión sobre las reservas internacionales, se produce y decreta una devaluación, que representa el establecimiento de un nuevo de tipo de cambio controlado.

Bajo el régimen de flotación libre vigente, lo que se presenta son variaciones en el nivel del tipo de cambio, producto de las condiciones cambiantes de la demanda de dólares en el país, de la demanda del peso en mercados internacionales y, por supuesto, de las condiciones estructurales de la economía nacional. Lo que observamos, más que devaluaciones, son momentos de apreciación o depreciación cambiaria.

De esta manera, si observamos el comportamiento del tipo de cambio desde los 50 hasta el momento de establecimiento de libre flotación, veremos una tendencia permanente de crecimiento con algunos periodos largos de estabilidad.

A partir de ese momento, si bien también tenemos una tendencia creciente, se muestran periodos de estabilidad, pero también de apreciación del peso respecto del dólar. De esta manera, por ejemplo, el tipo de cambio que se alcanzó en momentos de presión cambiaria a finales de 1998 fue básicamente el mismo que se alcanzó 10 años después a mediados del 2008.

Hoy no existen mecanismos para que un gobierno en México como tal decrete una devaluación. Lo que sí observamos son momentos en los que la presión de los mercados financieros internacionales, las expectativas que los propios mercados tienen sobre el desempeño y las condiciones de la economía nacional e incluso presiones en otras partes del mundo, provocan movimientos de depreciación o, ante entornos más favorables, de apreciación cambiaria.

El tipo de cambio en México es una variable de ajuste; las épocas en que un gobierno devaluaba brusca e intencionalmente han quedado muy atrás.

El autor es politólogo, mercadólogo, especialista en economía conductual y Director General de Mexicana de Becas, Fondo de Ahorro Educativo.

Síguelo en Twitter: @martinezsolares

director_general@mb.com.mx

El autor es politólogo, mercadólogo, financiero, especialista en economía conductual y profesor de la Facultad de Economía de la UNAM. CEO de Fibra Educa y Presidente del Consejo para el Fomento del Ahorro Educativo.

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