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¿Cuáles son los errores financieros más comunes? Parte 1 de 6
Hace algunos días escribí en mi twitter @planea_finanzas un hilo que generó cierta polémica. Hablé de un caso real: una persona que compró un auto con un crédito a cinco años y un seguro multianual por el mismo plazo financiado dentro del préstamo automotriz. Hice números rápidos usando un simulador de crédito automotriz de un banco grande, para demostrar cómo esa persona terminará pagando 700,000 por un auto que cuesta 400,000 y que al ser un bien que se deprecia, valdrá en el mejor de los casos 180,000 cuando haya terminado de pagarlo.
Este es un ejemplo de una mala decisión financiera. Mencioné que las personas toman estas decisiones por ignorancia: por eso es tan importante la educación financiera.
Hay gente que piensa que soy arrogante por decir cosas como esa, pero no es así. Yo también he cometido errores muy costosos, como todos. Son parte inevitable del camino al éxito. Pero hay que aprender de ellos y muchas veces podemos hacerlo con el ejemplo de los demás.
Cuando hablo de esto siempre recuerdo con cariño a mi maestro de matemáticas de secundaria. Cuando un alumno se equivocaba siempre decía: “Equivocarse es un derecho. Lo que no se vale es abusar de ese derecho”. Animaba así a los alumnos a aprender de sus errores para no cometerlos nuevamente. Era de esos maestros que dejan huella, que enseñaban tanto de la vida como de la materia que daban.
En esta serie quiero hablar de algunos de los errores financieros que veo con mayor frecuencia y qué podemos hacer al respecto (para evitarlos, o para corregirlos).
1.No tener claridad de lo que en realidad es importante. No, no es es el celular de última generación o la pantalla plana de súper ultra alta definición que produce los negros más intensos.
Sí es aquello que te permite alcanzar la calidad de vida que quieres tener, no sólo hoy, también cuando llegues a una edad en la que ya no puedas (o quieras) trabajar.
Mucha gente se enfoca en cosas, porque tenerlas les da satisfacción. Esto les distrae de lo que verdaderamente añade valor.
¿Qué tipo de vida quieres tener? ¿Qué es lo verdaderamente importante para ti? ¿Para qué quieres libertad financiera?
Si no sabes lo que quieres, difícilmente lograrás conseguirlo.
2.Gastar de manera desordenada, no tener control de tu dinero.
Cuando conocí a mi esposa y nos hicimos novios, frecuentemente me pedía que le guardara dinero. Después de dos o tres veces le pregunté la razón. “Si yo lo tengo, me lo voy a gastar”. Sabía que el dinero se le iría de las manos.
Hay muchas personas así: no saben ni en qué se les va el dinero. Se les termina mucho antes que la quincena. Algunas intentan hacer un registro de gastos, que es un consejo financiero frecuente, pero esto no les ayuda a cambiar sus hábitos financieros.
Si no tomas control de tu dinero, el dinero te controla a ti. Eso te genera ansiedad y estrés.
Entonces, es importante aprender un método que te permita tomar control de tu dinero. Yo le llamo plan de gastos, porque tiene diferencias claves con respecto al “presupuesto” tradicional que todo mundo recomienda.
Hacer un plan de gastos significa que cada vez que recibimos dinero, tenemos que hacernos una sencilla pregunta: ¿Qué es lo que necesito que este dinero haga por mí, antes de que me vuelvan a pagar? En otras palabras: le estamos asignando a cada peso que ganamos un trabajo. Como el dinero es limitado, esto nos obliga a priorizar.
Si no hacemos eso, el dinero hará lo que le venga en gana. Ahora bien, el plan es sólo una guía y es algo que podemos ajustar a medio camino, porque la realidad nunca sale exactamente como la habíamos pensado. Siempre se cruzan cosas. Entonces, hay que adaptarlo para mantenernos en control.
No te pierdas la siguiente entrega en la cual hablaremos de los gastos irregulares. Mucha gente los olvida y por ello, cuando se presentan, les causan un desequilibrio financiero.