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Amartya Sen: unas conclusiones de un Premio Nobel que deben alimentar la escena política
En su obra El desarrollo como libertad Sen describe cinco tipos específicos de libertades: las libertades políticas, los servicios económicos, las oportunidades sociales, las garantías de transparencia, y la seguridad protectora.
Las libertades políticas, la primera de ellas, se refieren a la capacidad del pueblo para tener una voz en el gobierno y para poder escrutar a las autoridades. Los servicios económicos se refieren tanto a los recursos del mercado como al propio mecanismo de mercado. Cualquier enfoque en los ingresos y la riqueza en el país serviría para aumentar las facilidades económicas para el pueblo. Las oportunidades sociales se ocupan de los establecimientos que brindan beneficios como salud o educación para la población, permitiendo a las personas vivir mejores vidas. Las garantías de transparencia permiten a las personas interactuar con cierto grado de confianza y conocimiento de la interacción. La seguridad protectora es el sistema de redes de seguridad social que impiden que un grupo afectado por la pobreza sea sometido a una terrible miseria.
Antes del trabajo de Sen, estas habían sido vistas como sólo los medios del desarrollo; lujos que se conceden a los países que se centran en aumentar los ingresos. Sin embargo, Sen argumenta que el aumento de las libertades reales debe ser tanto el fin como el medio de desarrollo. Sen elabora sobre esto ilustrando la naturaleza estrechamente interconectada de las cinco libertades principales, ya que cree que la expansión de una de esas libertades puede conducir a la expansión en otra también. En este sentido, analiza la correlación entre las oportunidades sociales de la educación y la salud y cómo ambas complementan las libertades económicas y políticas como una persona sana y bien educada, se adapta mejor para tomar decisiones económicas informadas y se involucra en manifestaciones políticas fructíferas, etc.
La economía del bienestar busca evaluar las políticas económicas en términos de sus efectos sobre el bienestar de la comunidad. Sen, que dedicó su carrera a estos temas, fue llamado la "conciencia de su profesión". Su influyente monografía Elección colectiva y bienestar social (1970), que abordó los problemas relacionados con los derechos individuales (incluida la formulación de la paradoja liberal), la justicia y la equidad, la regla mayoritaria y la disponibilidad de información sobre condiciones individuales, inspiraron a los investigadores a prestar atención a las cuestiones del bienestar básico. Sen ideó métodos para medir la pobreza que ofrecía información útil para mejorar las condiciones económicas de los pobres.
Por ejemplo, su trabajo teórico sobre la desigualdad proporcionó una explicación de por qué hay menos mujeres que hombres en la India y China a pesar del hecho de que en Occidente y en países pobres pero médicamente imparciales, las mujeres tienen tasas de mortalidad más bajas en todas las edades, viven más tiempo, y forman una ligera mayoría de la población. Sen afirmó que esta relación sesgada se deriva del mejor tratamiento de la salud y de las oportunidades infantiles que brindan a los niños en esos países, así como de los abortos selectivos de sexo.
Los gobiernos y las organizaciones internacionales que manejan las crisis alimentarias fueron influenciados por el trabajo de Sen. Sus opiniones alentaron a los encargados de formular políticas a prestar atención no sólo a aliviar el sufrimiento inmediato, sino también a encontrar formas de reemplazar los ingresos perdidos de los pobres, por ejemplo a través de obras públicas, y de mantener precios estables para los alimentos. Si bien su escuela continúa siendo minoritaria, ha contribuido a redirigir planes de desarrollo y hasta políticas de las Naciones Unidas.
Defensor vigoroso de la libertad política, Sen creyó que las hambrunas no ocurren en las democracias en funcionamiento porque sus líderes deben ser más receptivos a las demandas de los ciudadanos. Para que se logre el crecimiento económico, argumentó, las reformas sociales — como las mejoras en la educación y la salud pública — deben preceder a la reforma económica.
El más revolucionario de los aportes de Amartya Sen en el desarrollo de los indicadores económicos y sociales es el concepto del enfoque de las «capacidades», que serían las capacidades de las que cada persona dispondría para poder convertir sus derechos en libertades reales.
Un gobierno tiene que ser juzgado en función de las capacidades concretas de sus ciudadanos. Por ejemplo, los ciudadanos tienen el derecho constitucional de votar. Para Amartya K. Sen esto no significa nada; él se pregunta si se reúnen todas las condiciones para que los ciudadanos puedan ejercer la capacidad de votar. Estas condiciones pueden ser de muchos tipos, desde el acceso a la educación hasta el hecho de que los ciudadanos tengan medios de transporte para tener acceso a las urnas. Sólo cuando estas barreras estén superadas, se puede decir que el ciudadano puede ejercer su elección personal.
Su aproximación basada en las «capacidades» se enfoca en la libertad positiva, que es la capacidad real de una persona de ser o de hacer algo, en vez de la libertad negativa, que es común en economía y se centra simplemente en la no interferencia. En la hambruna de Bengala, la libertad negativa de los trabajadores rurales para comprar alimento no se vio afectada. Sin embargo, murieron de hambre porque no estaban positivamente libres para hacer cualquier cosa: no tenían la libertad de alimentarse ni la capacidad de escapar de la muerte.
Un ejemplo práctico desarrollado del concepto de capacidad puede verse en la obra Mujeres y desarrollo humano de Martha Nussbaum. La economista y filósofa Ingrid Robeyns ha reexaminado el concepto de capacidad con perspectiva de género en Wellbeing, Freedom and Social Justice: The Capability Approach Re-Examined (2017).
La gran crítica a la presente administración y a las candidatas estriba en el uso indiscriminado de subsidios, en especial el de López Obrador, que en lugar de desarrollar capacidades en términos de Sen han generado una dependencia que, en algunos casos, ha hecho incapaces para el trabajo a los destinatarios.
Un primer argumento contra los subsidios es cuando estos se dan en forma generalizada para todos los bienes, con la idea de ayudar a las familias de bajos ingresos. Por ejemplo, subsidios al consumo de energía eléctrica o al consumo de agua potable. La verdad es que será un subsidio muy caro, pues se beneficiarán las familias pobres y las ricas. Lo que es peor, no se alcanzará correctamente el objetivo deseado, pues quienes capturarán una mayor proporción del subsidio son las familias ricas, quienes usan más energía eléctrica y consumen más agua potable. La solución sería otorgar el subsidio focalizado en las familias más necesitadas, lo cual también tiene un costo para la identificación de tales familias. Probablemente el costo del subsidio igual será menor bajo esta última alternativa. Un segundo argumento señalado por Clements y Parry (2018) contra los subsidios es que cuando estos no abordan las imperfecciones del mercado pueden distorsionar los precios, causando una mala asignación de la mano de obra y capital escasos, lo que deteriora el crecimiento de la economía. Un tercer argumento contra los subsidios es que estos a veces pueden ser perjudiciales. Algunos países subsidian en general el consumo de los combustibles fósiles. Resultando en un subsidio caro y que además no están de acuerdo con los objetivos ambientales, como la reducción de enfermedades (incluso la muerte) y los compromisos con el cambio climático.
Como la reducción o eliminación de los subsidios implica que los precios de los bienes subsidiados aumentan para los consumidores, estos ven reducido su ingreso y eso los lleva a oponerse a esta medida económica. Por otro lado, el precio a los productores se reduce disminuyendo su rentabilidad, lo cual también es un motivo para que ellos se opongan a esta medida. Por lo general, esto conducirá a la formación de grupos de presión que se opondrán a la eliminación del subsidio.
¿Cuál de las candidatas y de parte de AMLO ofrecieron políticas de oferta, es decir, de producción de bienes o servicios en términos de la Ley de Say? Parece que ninguno, pero el gobierno de la 4T y su candidata por tanto, al venir del mismo enfoque, harán usos excesivos nuevamente de los subsidios, si bien los cuales son redituables en términos electorales, muchas veces vuelven dependientes a la gente, frustrando su iniciativa y capacidad de trabajo. Aspecto que deben tomar en cuenta los electores, especialmente los que subsidian y las clases medias, que siempre viven del producto de su trabajo.