Natación descentralizada para todos sus atletas

Los deportes acuáticos en México no agrupan a todos sus atletas de alto rendimiento, es decir, la Federación Mexicana de Natación, máxima autoridad técnica y especializada en el deporte, no promueve, ni apoya el desarrollo de los nadadores con alguna discapacidad. En su lugar, la Federación Mexicana de deporte sobre Silla de Ruedas ve por la natación, pero no sólo eso, también tiene bajo su responsabilidad a más de una docena de deportes que cuentan con sus propias categorías: atletismo, basquetbol, danza, esgrima, handcycling, paraciclismo, powerlifting, rugby, tenis, tenis de mesa, tiro con arco, voleibol, y la lista se extiende a otros deportes que practican atletas en silla de ruedas, pero que son auspiciados por la Federaciones Nacionales e Internacionales para atletas convencionales, es decir: el triatlón, ecuestre, canotaje, remo, vela, tiro (rifle y pistola).

¿Alcanza una Federación para tanta especialización de todas las disciplinas que agrupa?

“Tienen la posibilidad de infraestructura, porque le permiten a los paratletas entrenar en el Centro Nacional de Alto Rendimiento (CNAR), pero eso limita porque no se hace una promoción especializada  de todos los deportes en silla sobre ruedas. Tener una Asociación para todo el país, para cada disciplina y a su vez, coordinar actividades con los institutos del deporte estatales, es mucho. Creo que lo ideal sería decirles a las Federaciones especializadas que se hagan cargo, optimicen los recursos y vean cómo se puede generar dinero y mejor dinámica.

“La Federación es una dependencia de Conade, quien pone los recursos pero las personas difícilmente van a dejar sus posiciones y cederlas a otras federaciones porque son puestos de poder y de autorización de recursos. Hablaría bien a nivel país, es un tema de inclusión. Ahora, en los Paralímpicos es más difícil ser más competitivos, hay más países que apoyan a sus paratletas y con la mínima diferencia de discapacidad se abre una categoría más”, explica a El Economista, Juan Manuel Rotter, ex nadador y entrenador de selección nacional a nivel mayor en múltiples eventos internacionales, gestor del deporte a nivel público en el estado de Nuevo León y en la Conade.

La nadadora Stefany Cristino pertenece a la Federación Mexicana de deporte sobre Silla de Ruedas (FEMEDESSIR) desde el 2008 y compite en Tokio en sus segundos Juegos Paralímpicos en la clase deportiva S10, SB9, SM10 por el tipo de discapacidad física, que en su caso, es una deficiencia de las extremidades por un origen congénito, registra el portal del Comité Paralímpico Internacional. En los Paralímpicos compiten nadadores con distintas discapacidades y se agrupan de acuerdo a la clase deportiva que va del 1 al 10, siendo de menor a mayor lo que indica la acentuación de la discapacidad.

“Pertenezco a la Federación sobre Silla de Ruedas que agrupa discapacidades motrices, entonces esta Federación agrupa a todas las disciplinas, como atletismo, básquetbol, natación. Es lamentable lo que pasó con mis compañeros de la Federación de Natación, pasamos por procesos similares (...) Durante la pandemia, no tuvimos contacto con federativos, instituciones, administradores, se olvidaron de nosotros, no teníamos en dónde entrenar, no nos hablaban ni para ver si estábamos bien de salud, si ya nos habíamos contagiado, nada”.

Ante la falta de apoyo ¿qué tuviste que resolver para ir a Tokio?

“En mi caso me han quitado competencias, he tenido que afrontar situaciones legales por mi entrenador, que no lo reconocen así, me he quejado con Conade, la Federación. Para la competencia de preparación previo a Tokio tuve que viajar sola y hacer todo trámite administrativo para hacer el campamento. He tenido que hacer una función de atleta, administrativo. Estoy preparada físicamente y mentalmente porque sé lo que tengo que hacer pero no es lo mismo viajar sola que con la dirección de tu entrenador”, responde la nadadora mexiquense.

La inclusión de los nadadores bajo una misma Federación es una realidad y fuerte tradición en Australia. Antes de iniciar los Paralímpicos en Tokio 2020, la directora ejecutiva del Comité Paralímpico de Australia, Lynne Anderson exaltó el orgullo por estar en el quinto lugar en el recuento de medallas de oro de todos los tiempos en paranatación y en tercer lugar en el total de medallas ganadas, solo detrás de Gran Bretaña y Estados Unidos.

“Es un récord notable y cuando miro el calibre de los nadadores que tenemos representándonos en Tokio, no tengo duda de que veremos un grupo de atletas fuerte, cohesionado, tal como lo hicieron sus predecesores. Cualquier conversación sobre la orgullosa historia de Australia en los Paralímpicos siempre incluirá la natación. Es uno de nuestros deportes verdaderamente nacionales”.

Incluso, Speedo proporcionó los trajes de competición y entrenamiento para el equipo Paralímpico Australiano en Tokio conformado por 32 integrantes y su máxima representante Ellie Cole, seis veces campeona paralímpica y con 15 oros en la justa (antes de Tokio 2020) tiene un peso comercial destacado y su historia aparece en el reciente documental de Netflix, Rising Phoenix.

”La inclusión no es un tema en el que se quiera meter la Federación Mexicana de Natación porque lo ven como una problemática más que algo que pueda beneficiarla, y que a final, es la promoción de tu deporte. Cuando se le denomina “paranatación” creo que hasta está mal utilizado el término, porque es natación, lo que cambia son las reglas, las categorías y que hay ciertos niveles de discapacidad, no debería existir otra Federación, debe ser ésta la que promueva su deporte en sus diferentes expresiones. Por un lado, creo que es un tema de compromiso social de la promoción del deporte de una sola cabeza y que en la gestión sea más sólida. Los entrenadores son los mismos, trabajan en el deporte adaptado y convencional. En Australia se maneja unificado, los atletas están en la misma competencia, además de verdad, es motivante para los atletas con discapacidad y que no se sientan discriminados”, señala Rotter.

Stefany Cristino que ha tenido la oportunidad de hacer campamentos desde el 2015 en Tenerife Top Training, España destaca la importancia de tener presupuesto para buscar estos entrenamientos antes de una competencia internacional. En ese lugar, específicamente, los nadadores aprovechan un canal de flujo para practicar la velocidad de nado. La infraestructura dentro de las albercas en México también deben estar adecuadas para proporcionar bancos de salida que les permita mejor precisión en la salida como tener rampas de acceso con silla de ruedas.

“Entrenamos en el Centro Paralímpico Mexicano, las instalaciones no son malas pero si las comparas con otros países, se carece. A veces podíamos entrenar en el CNAR pero era limitado, siempre había un ‘pero’ para poder entrar. La Alberca Olímpica nos ofreció la oportunidad de entrenar y la hemos aprovechado hasta el último día. Si nos comparamos con otros países estamos escasos de instalaciones, los bancos de salida son muy precarios y con esos, la salida es más exacta. Liliana Ibañez tenía un banco especial en el CNAR, para su salida más exacta, hay cámaras que analizan la brazada, la patada, el movimiento de la cabeza o por donde se escapa el agua al momento de brazar o patear que tu cuerpo tenga la misma flotabilidad, cosa que en México no tenemos y pues buscamos ir a otro país donde no hay esas necesidades”.

¿Quienes conforman tu equipo multidisciplinario?

“La misma Conade asigna doctores en el Centro Paralímpico y en los viajes es quien nos toque, que yo sé que en el deporte convencional se maneja diferente, tienes al doctor que te lleva todo el proceso. Sí tengo un nutriólogo personal, yo lo pago", explica Cristino.

La Federación Mexicana de Taekwondo ha mostrado en la organización de sus atletas en Tokio 2020 un trabajo de integración y apoyo entre los atletas convencionales y con discapacidad. María del Rosario Espinoza, máxima medallista olímpica en TKD es auxiliar técnica de la delegación Paralímpica. 

“La Federación es una dependencia de Conade, quien pone los recursos pero las personas difícilmente van a dejar sus posiciones y cederlas a otras federaciones porque son puestos de poder y de autorización de recursos. Hablaría bien a nivel país, es un tema de inclusión. Ahora, en los Paralímpicos es más difícil ser más competitivos, hay más países que apoyan a sus paratletas y con la mínima diferencia de discapacidad se abre una categoría más”, explica a El Economista, Juan Manuel Rotter, ex nadador y entrenador de selección nacional a nivel mayor en múltiples eventos internacionales, gestor del deporte a nivel público en el estado de Nuevo León y en la Conade.

La nadadora Stefany Cristino pertenece a la Federación Mexicana de deporte sobre Silla de Ruedas (FEMEDESSIR) desde el 2008 y compite en Tokio en sus segundos Juegos Paralímpicos en la clase deportiva S10, SB9, SM10 por el tipo de discapacidad física, que en su caso, es una deficiencia de las extremidades por un origen congénito, registra el portal del Comité Paralímpico Internacional. En los Paralímpicos compiten nadadores con distintas discapacidades y se agrupan de acuerdo a la clase deportiva que va del 1 al 10, siendo de menor a mayor lo que indica la acentuación de la discapacidad.

“Pertenezco a la Federación sobre Silla de Ruedas que agrupa discapacidades motrices, entonces esta Federación agrupa a todas las disciplinas, como atletismo, básquetbol, natación. Es lamentable lo que pasó con mis compañeros de la Federación de Natación, pasamos por procesos similares (...) Durante la pandemia, no tuvimos contacto con federativos, instituciones, administradores, se olvidaron de nosotros, no teníamos en dónde entrenar, no nos hablaban ni para ver si estábamos bien de salud, si ya nos habíamos contagiado, nada”.

Ante la falta de apoyo ¿qué tuviste que resolver para ir a Tokio?

“En mi caso me han quitado competencias, he tenido que afrontar situaciones legales por mi entrenador, que no lo reconocen así, me he quejado con Conade, la Federación. Para la competencia de preparación previo a Tokio tuve que viajar sola y hacer todo trámite administrativo para hacer el campamento. He tenido que hacer una función de atleta, administrativo. Estoy preparada físicamente y mentalmente porque sé lo que tengo que hacer pero no es lo mismo viajar sola que con la dirección de tu entrenador”, responde la nadadora mexiquense.

La inclusión de los nadadores bajo una misma Federación es una realidad y fuerte tradición en Australia. Antes de iniciar los Paralímpicos en Tokio 2020, la directora ejecutiva del Comité Paralímpico de Australia, Lynne Anderson exaltó el orgullo por estar en el quinto lugar en el recuento de medallas de oro de todos los tiempos en paranatación y en tercer lugar en el total de medallas ganadas, solo detrás de Gran Bretaña y Estados Unidos.

“Es un récord notable y cuando miro el calibre de los nadadores que tenemos representándonos en Tokio, no tengo duda de que veremos un grupo de atletas fuerte, cohesionado, tal como lo hicieron sus predecesores. Cualquier conversación sobre la orgullosa historia de Australia en los Paralímpicos siempre incluirá la natación. Es uno de nuestros deportes verdaderamente nacionales”.

Incluso, Speedo proporcionó los trajes de competición y entrenamiento para el equipo Paralímpico Australiano en Tokio conformado por 32 integrantes y su máxima representante Ellie Cole, seis veces campeona paralímpica y con 15 oros en la justa (antes de Tokio 2020) tiene un peso comercial destacado y su historia aparece en el reciente documental de Netflix, Rising Phoenix.

”La inclusión no es un tema en el que se quiera meter la Federación Mexicana de Natación porque lo ven como una problemática más que algo que pueda beneficiarla, y que a final, es la promoción de tu deporte. Cuando se le denomina “paranatación” creo que hasta está mal utilizado el término, porque es natación, lo que cambia son las reglas, las categorías y que hay ciertos niveles de discapacidad, no debería existir otra Federación, debe ser ésta la que promueva su deporte en sus diferentes expresiones. Por un lado, creo que es un tema de compromiso social de la promoción del deporte de una sola cabeza y que en la gestión sea más sólida. Los entrenadores son los mismos, trabajan en el deporte adaptado y convencional. En Australia se maneja unificado, los atletas están en la misma competencia, además de verdad, es motivante para los atletas con discapacidad y que no se sientan discriminados”, señala Rotter.

Stefany Cristino que ha tenido la oportunidad de hacer campamentos desde el 2015 en Tenerife Top Training, España destaca la importancia de tener presupuesto para buscar estos entrenamientos antes de una competencia internacional. En ese lugar, específicamente, los nadadores aprovechan un canal de flujo para practicar la velocidad de nado. La infraestructura dentro de las albercas en México también deben estar adecuadas para proporcionar bancos de salida que les permita mejor precisión en la salida como tener rampas de acceso con silla de ruedas.

“Entrenamos en el Centro Paralímpico Mexicano, las instalaciones no son malas pero si las comparas con otros países, se carece. A veces podíamos entrenar en el CNAR pero era limitado, siempre había un ‘pero’ para poder entrar. La Alberca Olímpica nos ofreció la oportunidad de entrenar y la hemos aprovechado hasta el último día. Si nos comparamos con otros países estamos escasos de instalaciones, los bancos de salida son muy precarios y con esos, la salida es más exacta. Liliana Ibañez tenía un banco especial en el CNAR, para su salida más exacta, hay cámaras que analizan la brazada, la patada, el movimiento de la cabeza o por donde se escapa el agua al momento de brazar o patear que tu cuerpo tenga la misma flotabilidad, cosa que en México no tenemos y pues buscamos ir a otro país donde no hay esas necesidades”.

¿Quienes conforman tu equipo multidisciplinario?

“La misma Conade asigna doctores en el Centro Paralímpico y en los viajes es quien nos toque, que yo sé que en el deporte convencional se maneja diferente, tienes al doctor que te lleva todo el proceso. Sí tengo un nutriólogo personal, yo lo pago", explica Cristino.

La Federación Mexicana de Taekwondo ha mostrado en la organización de sus atletas en Tokio 2020 un trabajo de integración y apoyo entre los atletas convencionales y con discapacidad. María del Rosario Espinoza, máxima medallista olímpica en TKD es auxiliar técnica de la delegación Paralímpica.

marisol.rojas@eleconomista.mx