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Sistema de Cuidados, apuesta del gobierno para mejorar productividad de México
La administración federal reconoce que la ausencia de un Sistema de Cuidados “mina” la productividad y la competitividad del país; especialistas estiman que una mayor participación de las mujeres en el mercado laboral sumaría 6.9 billones de pesos al PIB en 2035.
El gobierno incluyó la creación del Sistema Nacional de Cuidados como estrategia para elevar la productividad y competitividad del país.
El Sistema Nacional de Cuidados (SNC) es una prioridad del Gobierno federal para alcanzar un “incremento sostenido” de la competitividad y la productividad de la economía mexicana hacia 2030.
En su Programa Especial para la Productividad y la Competitividad 2025-2030, que entró en vigor el pasado 30 de octubre, reconoce que la falta de apoyos para los cuidados de personas vulnerables, como menores y adultos mayores, tiene implicaciones negativas para la economía.
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“La ausencia de un sistema de cuidados mina la productividad y competitividad del país”, indica el diagnóstico del Programa Especial.
Dicha ausencia afecta principalmente a las mujeres, quienes por los estereotipos de género, asumen los cuidados familiares y se enfrentan a una doble carga laboral o renuncian a su trabajo, lo que merma su participación en la fuerza productiva. El 86.9% de las personas cuidadoras principales son mujeres y sólo 13.1% son hombres, de acuerdo con datos de la Encuesta Nacional para el Sistema de Cuidados del INEGI.
“Qué clase de mamá soy que no puede recoger a su hija de la escuela”, se cuestionó Sandra, que pidió reservar su nombre real, el día que recibió en su oficina la llamada del colegio para avisarle que el familiar que la apoya para ir por la niña no lo hizo.
Al pensar cómo resolver la situación pasó por su mente renunciar a su empleo. No lo hizo, pero esta encrucijada es lo que lleva a otras mujeres a abandonar su trabajo para asumir los cuidados de sus familiares. A nivel internacional, 708 millones de mujeres sí renuncian a sus empleos para asumir trabajos de cuidados no remunerados como limpiar, cocinar, cuidar adultos mayores, entre otras actividades, según datos de la ONU.
De los 12.6 millones de personas entre seis y 11 años que asisten a la escuela, sólo 5% tiene horario extendido en primarias y secundarias del país, lo que genera que madres como Sandra soliciten apoyo a terceros para el cuidado de los menores mientras ellas salen del trabajo.
“La creación de un Sistema Nacional y Progresivo de Cuidados, que reconozca, reduzca, redistribuya, remunere y represente a las personas dependientes y cuidadoras potencia la productividad y competitividad del país”, plantea el Programa.
Cuidados no pagados sostienen la esfera del trabajo
Los cuidados no remunerados, que van desde hacer las compras hasta atender a una persona mayor dependiente, representan alrededor del 26% del Producto Interno Bruto (PIB) o unos 8.4 billones de pesos, de acuerdo con datos de la última Cuenta Satélite del Trabajo no Remunerado de los Hogares en México del INEGI.
“Uno de cada cuatro pesos que se producen en la economía, es tema de cuidados. En palabras muy fáciles, si no existieran las labores de cuidado, no podríamos generar otras actividades productivas”, destaca Paola Vázquez, economista y coordinadora del programa Sociedad del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO).
Por tanto, el trabajo de cuidados no pagado tiene un valor económico más allá del apoyo al entorno familiar.
Sistema de Cuidados, prioridad que promete impulsar la economía
Un Sistema Nacional de Cuidados con participación pública, privada y de la sociedad civil abre el camino para que más mujeres tengan tiempo para sumarse al mercado laboral.
“La manera más directa en la que se puede ver esta conexión entre el sistema de cuidados y la agenda de productividad y competitividad tiene muchísimo que ver en liberar tiempo de mujeres, principalmente, o personas cuidadoras que hoy no pueden estar en el mercado laboral o no lo pueden hacer en las mejores condiciones porque tienen que estar cuidando”, comenta Fátima Masse, cofundadora de Noubi Advisors.
Por ahora, la participación económica de las mujeres es de 46%, pero si se logra llegar al 67% promedio de los países que integran la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) se agregarían 6.9 billones de pesos en 2035, menciona Paola Vázquez con cálculos del IMCO.
Retos para lograr un Sistema de Cuidados en México
Hacer realidad el funcionamiento de un Sistema Nacional de Cuidados plantea distintos retos que van desde lo presupuestario hasta cambios culturales, plantean las especialistas.
Por ejemplo, Paola Vázquez destaca como el reto principal, el destinar presupuesto directo para el sistema. La economista señala que en este sexenio por primera vez se incluyeron recursos para el tema de cuidados, lo que manda la señal de que sí hay cierta prioridad en el tema.
Sin embargo, los recursos están asignados en el llamado Anexo 31 que tiene un carácter transversal; es decir, que no es más dinero sino una redirección del existente hacia temas de cuidados.
Con el presupuesto, el otro reto pasa por el desarrollo de infraestructura que entienda y atienda la diversidad de poblaciones con necesidades de cuidados, agrega la especialista del IMCO.
“No nada más construir instituciones por construirlas, sino que a la par tendría que ir con este entendimiento”, precisa.
Después, armonizar las políticas existentes con el nuevo Sistema de Cuidados. “Ya hay políticas de cuidados, por ejemplo, tendríamos que estar hablando en políticas nuevas y políticas existentes también mejorarlas para poder constituir todo un un sistema armonioso de poder”, enfatiza Vázquez.
Como ejemplo, menciona las diferencias en las licencias de maternidad y paternidad que existen ahora. En las primeras, llegan a ser de tres meses, mientras que para los hombres son sólo cinco días y más que licencias, son permisos no necesariamente obligatorios, recuerda.
Fátima Masse apunta como otro desafío, la coordinación de gobiernos municipales, estatales y el federal para que el Sistema de Cuidados aterrice en las poblaciones que lo requieren.
“Es necesaria la interlocución entre los tres niveles de gobierno porque, si bien este este plan puede salir a nivel nacional, en realidad aterriza hasta el nivel de municipio”, menciona.
Y agrega la importancia de generar información sobre cómo se implementa, cuáles son los avances y las necesidades, contar con indicadores que permitan ver cómo se materializa “y que no se quede en narrativa”.