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La hora de las brujas no es una tradicional saga inglesa
Están asesinando mujeres por toda Inglaterra porque las brujas tienen dones poderosos.
Foto: Especial
La hora de las brujas es una saga que rompe con la tradicional historia de la figura masculina que salva a la protagonista y surge el amor. En La hora de las brujas, Salomón, un filósofo adolescente que acompaña a la heroína Alyce a cada una de sus extrañas aventuras, juega el papel de la voz de la experiencia.
El libro de Nicholas Bowling, dibujante de cómics y profesor de latín en Londres, crea una obra que no es unitaria y es el inicio de una saga fantasiosa sobre brujas con realismo mágico. Se conforma por 28 breves capítulos desarrollados en la época isabelina (1558 a 1603). Esta ambientación da el contexto del estilo de vida que se lee a lo largo del libro, publicado por Roca Editorial, así como cambios que se hicieron en aquella época en Europa.
La presencia de personajes históricos como la Reina Elizabeth I son pieza clave hasta para imaginar el tipo de vestimenta o la paleta de colores que se usan en la trama.
La problemática se presenta muy pronto en las primeras páginas y se va acrecentando con tintes de Harry Potter, por la relación que Alyce tiene con sus familiares y amistades, y The Worst Witch, por la manera en la que narran su manera de vivir. Cada capítulo muestra a la niña adolescente hacerse fuerte sin felicidad plena pero sí conociendo de lo que será capaz.
Incluso Alyce se desconoce. No sabe que es bruja y mucho menos sabe de los poderes o capacidades que tiene. Esta historia está dirigida para un público adolescente.
La manera en la que se va desmenuzando la obra hace que el lector se posicione como un espía que con desesperación le quiere decir por donde ir o a quien hacerle un hechizo negro.
Por ser brujas se piensa que son de magia oscura, situación que también hace peculiar esta narrativa: antes de ser seres mágicos son seres que temen por su vida y su supervivencia.
Alyce ha sido testigo del asesinato de su madre, Greenliefe, quien fue quemada por cazadores de brujas por practicar hechicería, renegar de Dios, resellar alianza con el diablo y cometer crímenes de magia negra y necromancia, pruebas suficientes para que los vecinos le acusen y apoyen la idea de matarla.
La historia, fechada el 20 de noviembre de 1577, está narrada en tercera persona y muestra valores de supervivencia para poder lograr el objetivo; perseverancia, amistad y respeto son los pasos que sigue la protagonista para poder llegar a la meta y dar un posible final inesperado.
El desarrollo del libro no deja disfrutar al lector las acciones que van sucediendo por la premura de tragedias continuas, la presentación de cada una de las problemáticas hace que los amantes de las sagas de fantasía tengan un hilo conductor fluido para llegar a los últimos capítulos que revela el posible destino de la Alyce.
La hora de las brujas, que lleva dos meses en el mercado, no es una simple historia de hadas y brujas; tiene asesinatos de mujeres en todo el mundo y huir es la única y mejor opción.
isamar.ramirez@eleconomista.mx