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Ir al teatro en tiempos de pandemia
Si te dieran a elegir entre ir al teatro o al cine, ¿qué harías en estos tiempos de pandemia?
Foto: Archivo
Tradicionalmente la vida teatral comienza en la tarde noche los jueves para terminar en domingo. Son dos funciones por día pero en tiempos de pandemia y con la crisis económica “con que sea una vez y se llene por lo menos la planta baja del teatro se agradece”, expresan los actores y la gente del medio.
Eran las siete y media de la tarde del sábado y las banquetas del teatro Manolo Fábregas se comenzaron a llenar. Gente perfumada, olores amaderados y picosos, esos perfumes que lastiman un poco la nariz y otros que encantan.
La fila para entrar fue sin sana distancia, hasta parece que se nos olvidó la pandemia, el cubrebocas ya es parte de nuestra realidad y de nuestro día a día. Personas que se encontraban se abrazaban y daban saludo de beso en la mejilla con cubrebocas y otras se saludan chocando el puño.
El ambiente se respiraba con ilusión.
La cafetería del teatro se empezó a vaciar para ingresar a la sala.
-¡Buenas tardes, señorita! ¿Me muestra su boleto?
Llegó el momento de escanear el código, luego toman la temperatura y hay que voltear hacia la cámara instalada para registrar mi cara.
Acto seguido hay que pararse sobre un tapete con polvos blancos que parecían granos de sal y luego viene el baño sanitizante sobre el cuerpo.
Nos dirigimos a la sala, tomamos asiento y poco a poco se empezó a llenar la planta baja, los ventiladores lograban hacer ruido auditivo y en eso se escuchó “Segunda llamada, segunda”.
El sonido del abrir de las latas de refresco y las bolsas de cacahuates, dulces y gomitas eran el ambiente principal entre la bulla.
Cae la tercera llamada y con toda la sala llena, una voz sale de las bocinas pidiendo mantener en todo momento el cubrebocas en su lugar, la sana distancia pasó a otro término. Estábamos codo con codo en los asientos, todos cuidando de no tocarnos. Si ibas con amigos o pareja inclinabas tu cuerpo hacia la persona que te acompañaba pero quien no conocía a nadie se tenía que mantener en su escaso perímetro.
Se encendió el escenario y comenzó “TOC-TOC”, obra que se estrenó en París en 2005, fue escrita por Laurent Baffie y la escribió inspirada en el trastorno de ansiedad que padecen alrededor de 100 millones de personas en el mundo en aquél entonces (2005), ahora con la pandemia la cifra ha cambiado a 264 millones según la Organización Mundial de la Salud. En 2017 el cineasta español, Vicente Villanueva, hizo una adaptación para que fuera una película.
En México se estrenó en el 2010, y permaneció en cartelera durante casi cuatro años bajo la dirección de Lía Jelín y la producción de Morris Gilbert, esta obra que desprende en automático de la tensión de la ciudad y la pandemia es protagonizada con seis personajes con trastorno obsesivo compulsivo (TOC), se conocen en la sala de un famoso psiquiatra.
Está la adicta a la limpieza; la que tiene que corroborar más de una vez que si hizo las cosas porque su cabeza le juega bromas; la que repite todo dos veces; el que no puede pisar ni de chiste una sola raya; el que vive obsesionado con los números y cuenta absolutamente todo, el asistente del psiquiatra y la sexta persona es el personaje misterioso. En esta ocasión el elenco está compuesto por: Lolita Cortés, Efraín Berry, Pedro Prieto, Omar Medina, Dari Romo, Sandra Quiroz y Paola Arrioja.
Regresar al teatro después de un año fue un acto terapéutico. Ver que las taquillas se están activando, se encienden las marquesinas que anuncian las obras en cartelera que se tuvieron que pausar y ver los asientos llenos me dio esperanza de que vamos paso a paso, recuperando nuestra vida con otra perspectiva. Sin duda ahora pensamos más las decisiones que tomamos al asistir a algún lugar y agradecemos la existencia de este tipo de entretenimiento.
Si en tus planes está regresar a las salas a disfrutar de la magia del teatro asiste con todas las medidas de sanidad a tu alcance, toallas desinfectantes, gel antibacterial y te sugiero no consumir dentro de la sala porque tendrás que dirigir tus manos a tu boca y quitarte por un momento el cubrebocas o mascarilla. De ahí en fuera, ¡qué gozo que exista el teatro y está de regreso!