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México no está condenado a tener una baja bancarización: Mark R. Thomas
Plantea que se pueden desarrollar políticas públicas que permitan aprovechar el avance que se presentó durante la pandemia y el confinamiento, cuando 27% de los adultos utilizó por primera vez medios digitales de pago.

Mark R. Thomas, representante del Banco Mundial para México, Colombia y Venezuela. Foto: Especial.
México no está condenado a tener una baja bancarización. De hecho, se pueden desarrollar políticas públicas que permitan aprovechar el avance que se presentó durante la pandemia y el confinamiento, donde más adultos mayores utilizaron medios digitales de pago, observa Mark R. Thomas, representante del Banco Mundial para México, Colombia y Venezuela.
Explicó que 27% de los adultos utilizó, por primera vez, un pago digital durante la pandemia, lo que incluye transacciones en tiendas, transferencias gubernamentales o pagos de pensiones y salarios.
Será importante incentivarles sobre las ventajas que sí ofrece el acceso a los servicios financieros que, de entrada, otorga flexibilidad para enfrentar un choque económico o cualquier contingencia.
Entrevistado por El Economista señala la experiencia internacional de países con menor riqueza que México, como los africanos y del sureste asiático, para advertir que ellos han logrado incrementar la participación financiera de la población.
Servicios financieros, menos pobreza
Es claro que el mayor acceso a servicios financieros contribuye a la reducción de la pobreza entre los hogares y personas, pues cuando las personas cuentan con algún producto financiero como seguros o el acceso a una línea de crédito tienen mayor capacidad de reacción en tiempo real ante imprevistos.
El directivo del Banco Mundial recomienda aumentar el acceso a la tecnología, pues ofrece una oportunidad de incrementar la participación financiera de la población. También considera que la digitalización de programas sociales puede ayudar, así como el desarrollo de identificaciones digitales.
Refiere que el Banco Mundial puede ser un aliado para desarrollar estos tipos de herramientas.
Fintech y los historiales crediticios
De acuerdo con Thomas, las aplicaciones fintech ofrecen medios de pago más baratos y representan una oportunidad de mejoría de vida para los mexicanos.
Además generan muchos más datos para que los bancos e instituciones financieras puedan diseñar nuevos productos financieros, más adaptados a las necesidades de las personas que hasta ahora han sido excluidas del mercado financiero.
El funcionario hace hincapié en que “México presenta una alta informalidad entre los trabajadores, lo que suele ser una limitante para cumplir con uno de los requisitos del acreditante, que es comprobar ingresos”.
Además, destaca, está el caso de las mujeres que tienen menos acceso financiero porque suelen tener menos activos inmobiliarios que suelen utilizarse de colateral para garantizar préstamos.
Para enfrentar este reto, en particular las instituciones financieras pueden desarrollar productos más adaptados a las necesidades de mujeres. Como ofrecer créditos comerciales, que se apalanquen de otro tipo de activos.
De nueva cuenta, considera que se pueden aprovechar las plataformas tecnológicas de financiamiento, para integrarlas en los historiales crediticios que permitan medir mejor su capacidad de pago.
Inflación afecta capacidad de pago
Acerca del panorama económico y financiero que rodea a México, el funcionario explica que en Banco Mundial consideran que el país sí está en condiciones de evitar un ciclo inflacionario.
Pero, reconoce que la tendencia que ha tenido hasta ahora el Índice Nacional de Precios al Consumidor ya afectó al poder adquisitivo y la capacidad de la gente para devolver los préstamos.
En este sentido, sostiene que la inflación puede jugar un papel importante en la desaceleración del proceso de incrementar la profundidad financiera en la economía.
Sin embargo, advierte que no afecta a la demanda ni a la capacidad de ofrecer cuentas transaccionales a las personas.
Tasas más altas, efecto natural
El representante del Banco Mundial destaca que las tasas más altas que se esperan a nivel global son el efecto natural del proceso de respuesta a la inflación. Y México no escapa de este contexto.
Tasas más altas no implican necesariamente que uno no pueda abrir una cuenta bancaria, sobre todo si asumimos que una cuenta en el banco es una forma eficiente de evitar la pérdida del poder adquisitivo del dinero en un contexto de elevada inflación.
“Tener efectivo es menos eficiente en un periodo de alta inflación. No es un cuadro tan simple, y no creo que las altas tasas deben representar un impedimento al proceso de inclusión financiera”.

