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Sector Financiero

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Ficrea, el fraude que puso a prueba a la CNBV

Un reporte de HR Ratings del 2012 ya daba cuenta de las irregularidades en las operaciones de Leman Trade y recomendaba a la autoridad vigilar la triangulación de recursos con la sofom.

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Un buen CEO debe ser constante, dedicado y profesional en lo que hace; debe diseñar las estrategias de negocio según el tipo de empresa donde se encuentre; ante una crisis debe analizar su origen, buscar la forma de encontrarle soluciones, pero lo más importante es convertirla en una oportunidad. Éstas son algunas de las respuestas que en febrero del 2014 daba Sergio Ortiz Valencia, entonces director de Ficrea, a CNN Expansión, luego de que esa revista de negocios eligiera al intermediario financiero como una de las 500 mejores empresas de México.

Nueve meses después, la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) informaba que la segunda sociedad financiera popular (sofipo) más grande del país, sólo por debajo de Libertad Servicios Financieros, sería intervenida gerencialmente tras comprobarse que defraudó a más de 6,876 ahorradores por 2,700 millones de pesos, justo bajo la administración de este hombre, que 12 meses antes daba lecciones de cómo ser un buen empresario y defendía sus 49 años de experiencia en el sector financiero.

La característica de los ahorradores de Ficrea es que había muchos jubilados atraídos por los altos rendimientos que ofrecía esta sofipo, de 10%, muy por encima el mercado, además de otros incentivos como viajes e invitaciones a eventos exclusivos. Los altos rendimientos igual hicieron caer a retirados que que a Tesorerías de a oficinas de gobierno.

Por qué la intervienen

Al hacer pública la intervención de la sofipo, en la que se presumía posible lavado de dinero, Jaime González Aguadé, presidente de la CNBV, informó que, derivado de una visita de inspección, que inició el 3 de marzo y concluyó el 2 de junio del 2014, se realizaron tres observaciones:

Capitalización. Ficrea registró en su contabilidad aportaciones para futuros aumentos de capital del principal accionista, Rafael Antonio Olvera Amezcua, con recursos provenientes de la misma sociedad, lo que afectó la solvencia y liquidez de la sofipo.

Manipulación. La sofipo registró indebidamente en su contabilidad ingresos por intereses derivados del alza unilateral de sus tasas de intereses a sus propios acreditados sin contar con la documentación debida. Además, la entidad incurrió en gastos de administración y promoción que no tenían la desagregación o detalle al ser erogados a través de su empresa filial Baus and Jackman.

Operaciones indebidas con personas relacionadas. La CNBV detectó que Ficrea celebró operaciones no permitidas para una sofipo con su empresa filial Leadman Trade, también propiedad de Olvera Amezcua.

Además de estas tres observaciones, como parte de la visita especial en materia de prevención de lavado de dinero, que inició en junio y terminó en agosto del 2014, se identificaron graves irregularidades, por ejemplo: existencia de clientes de alto riesgo; falta de clasificación por grado de riesgo; fallas en la identificación del origen de los recursos y propietarios reales de las cuentas, entre otras.

Todas estas situaciones irregulares impedían a la CNBV tener una evaluación clara sobre la solvencia y operación sana y estable de la sofipo, las cuales motivaron su intervención , informó Aguadé a legisladores el pasado 16 de enero durante una comparecencia.

Ficrea respondió a las observaciones señaladas, pero la respuesta no fue de fondo, por lo que la Junta de Gobierno de la CNBV determinó la intervención de Ficrea.

El modus operandi

El pasado 7 de noviembre, la CNBV anunció la intervención de Ficrea para salvaguardar la estabilidad financiera de la sofipo.

Se identificó la forma y el monto del desvío de recursos que la administración de Ficrea realizaba hacia las empresas relacionadas que no eran supervisadas por la CNBV, por 5,900 millones de pesos.

Con respecto al modus operandi para cometer el fraude, el cliente de la sofipo firmaba dos adeudos, pero recibía el monto suscrito en una sola exhibición. El primero consistía en un crédito simple con Ficrea y el segundo era un contrato de arrendamiento puro con Leadman Trade.

Al mismo tiempo, el cliente tenía que firmar una carta de instrucción que autorizaba el envío de los recursos de la sofipo a Leadman Trade y construía y registraba una base de créditos para respaldar la información contable, que fue justo la parte en donde las autoridades de la CNBV detectaron que no había ningún sustento económico.

Con los recursos recibidos de Ficrea, Leadman Trade otorgó arrendamientos por 3,200 millones de pesos a valor contable.

La diferencia entre los 5,900 millones de pesos que recibió por parte de la sofipo y los 3,200 millones de los arrendamientos no se encontró en las cuentas de Leadman Trade, ya que esos recursos fueron utilizados para compra de bienes, gastos personales e inclusive para pagar gastos de las empresas de grupo Trade y transferencias al extranjero.

Es decir, los recursos captados de los ahorradores de Ficrea se utilizaban para fondear las operaciones de arrendamiento de Leadman Trade y para sufragar gastos que no estaban relacionados con la operación de la sofipo. Por lo que el total del desfalco a la sofipo sumó 2,700 millones de pesos.

fernando.gutierrez@eleconomista.mx

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