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Periodistas reconocen peligros
En México, uno de cada cuatro periodistas y defensores de derechos humanos (DH) considera que ejercer su derecho a la libertad de expresión es peligroso en su localidad, y son las personas vinculadas a las actividades políticas, funcionarios de seguridad pública.
En México, uno de cada cuatro periodistas y defensores de derechos humanos (DH) considera que ejercer su derecho a la libertad de expresión es peligroso en su localidad, y son las personas vinculadas a las actividades políticas, funcionarios de seguridad pública, delincuencia organizada y actores privados los principales responsables de las agresiones contra estos grupos.
A pesar de que México cuenta con un marco legal para la protección de periodistas y defensores de derechos, y también ha atendido las recomendaciones internacionales, en la última década las medidas de protección para éstos han sido insuficientes y la violencia en su contra ha aumentado significativamente, reconocieron organizaciones.
El informe del 2019, Libertad de Expresión en México, elaborado por el Colectivo de Análisis de la Seguridad con Democracia y financiado por la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional, establece tres factores por los que aumenta la violencia contra el ejercicio periodístico y la defensa de DH: la persistencia de las agresiones, las zonas de silencio y la ineficacia de las instituciones.
El estudio revela que durante los primeros nueve meses del sexenio del expresidente Vicente Fox se cometieron tres homicidios de periodistas; tres en el mismo periodo del exmandatario Felipe Calderón; cuatro con Enrique Peña Nieto; y 11 en el gobierno actual encabezado por Andrés Manuel López Obrador.
Para elaborar el informe entre el 1 de febrero y el 18 de junio del 2019 se entrevistaron a 429 personas de 28 entidades, 256 periodistas y 173 personas defensoras de DH, de los cuales 27% consideró muy insegura la localidad en donde ejerce su labor profesional y 24% opinó que empeorará durante los últimos meses del año en curso. Entre las agresiones más recurrentes se encuentran las amenazas e intimidaciones, persecuciones y difamación.
El documento también indica la necesidad de crear medidas de protección específicas para cada región, ya que se han identificado zonas de silencio, en donde no se puede generar información acerca de lo que sucede relacionado con la violencia, y además se ejerce presión a los periodistas y defensores que divulguen los hechos.
En ese sentido, poco más de 16% de las personas encuestadas afirmó haber caído en autocensura o disminución de su actividad en la defensa de derechos humanos y periodística en el último año, como una medida de autoprotección.
