DF, sin registro de crímenes contra homosexuales: PGJDF

La Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF) afirmó que no existen antecedentes legales en la ciudad de México de la existencia de crímenes de odio cometidos contra homosexuales.

En las investigaciones realizadas por la Fiscalía para Homicidios respecto de los crímenes en donde la víctima es homosexual, no se ha determinado que el probable responsable se haya conducido con un marcado desprecio hacia su víctima por cuestiones de género.

No obstante, diversas organizaciones ciudadanas dedicadas a la defensa de los derechos de la comunidad lésbico-gay han alertado sobre la existencia de crímenes de ese tipo, refiriéndose principalmente a la forma violenta con que algunos son cometidos.

En este sentido, Rodolfo Millán, miembro de la Comisión Ciudadana Contra Crímenes de Odio por Homofobia, señaló que derivado de investigaciones hemerográficas se ha podido documentar que en la ciudad de México mensualmente ocurren 2.2 delitos de ese tipo.

Agregó que estos homicidios presentan ciertas características que se observan en algunos casos, como el hecho de que las víctimas son encontradas en sus domicilios, muertas por arma blanca y en algunas ocasiones mutiladas.

Al respecto la procuraduría capitalina detalló que en los hechos atendidos por la Fiscalía para Homicidios funge el robo como elemento primario, antes que el homicidio, o bien que éste se origine por una relación sentimental tormentosa.

Sin embargo, Rodolfo Millán explicó que al asumir que el delito se cometió como resultado de una emoción violenta, la gravedad de la pena disminuye.

Es decir, "si te iban a dar 15 años de cárcel por el homicidio, más cinco por la saña con la que se cometió, cuando se trata de emoción violenta estás hablando de tres a cinco años de castigo", detalló.

Millán consideró que para la autoridad es más fácil atribuir el móvil del homicidio al robo, que reconocer que existe odio contra este sector de la población.

Dificultades para investigar

Por su parte, el investigador del Instituto Nacional de Ciencias Penales, Martín Barrón, mencionó que dentro de las dificultades para investigar los crímenes de odio se encuentra que en la gran mayoría de las procuradurías del país no se hacen perfiles delictivos.

Dichos perfiles criminológicos ayudan a entender todo el proceso de la motivación que llevó al ejecutor a cometer el acto delictivo, pero lo que existe es sólo la interpretación del Ministerio Público.

En este sentido indicó que se necesitaría realizar un perfil que incluyera un estudio victimológico que requiere estudiar más de 70 criterios, así como analizar la evidencia física de la escena del delito, donde se pueden recolectar más de 160 criterios.

Posteriormente cruzar todos estos datos con la información forense, así como con la información que recolectó la policía entre los vecinos y, de ser posible, el uso de tecnologías.

Consideró que un análisis del hecho sería la manera correcta para poder determinar la motivación y, en todo caso, valorar si existió odio o no, para evitar la subjetividad y los prejuicios que en algún momento pudieran presentar los agentes ministeriales.

Sin embargo el especialista consideró que la ciudad de México aún se encuentra lejos de poder realizar una investigación de este tipo, sobre todo porque existen áreas en la procuración de justicia que no permiten modificaciones sustanciales.

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