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La colisión que viene: EU-México

Fausto Pretelin Muñoz de Cote | Globali… ¿qué?
La nueva Estrategia de Seguridad Nacional de Estados Unidos anticipa una colisión contra la diplomacia dogmática que han abanderado los gobiernos de México desde hace siete años.
En la brújula geopolítica del presidente Trump América Latina es un territorio por reconquistar. Los amigos ideológicos recibirán buen trato; los enemigos verán en Donald Trump al personaje capaz de cerrar su espacio aéreo generando estrés turístico y contundentes desincentivos para la inversión extranjera.
La colisión será entre dos diplomacias dogmáticas: la mexicana que defiende a la vieja izquierda populista, aunque sea corrupta, violatoria de derechos humanos y dictatorial, frente a la diplomacia trumpista, alejada del derecho internacional, antiinmigrante y en contra del multilateralismo.
Los gobiernos de AMLO y Sheinbaum desmantelaron la política exterior de México pensando en un mundo etnocentrista. AMLO rebasó varias líneas rojas provocando detonaciones innecesarias en la institucionalidad de la política exterior. Por ejemplo, colapsó la Alianza del Pacífico al pelearse con Perú e incumplió el artículo 89 de la Constitución al desproteger la defensa de los derechos humanos en Cuba, Venezuela y Nicaragua.
AMLO se imaginó así mismo como emperador de América Latina: se indignó con Panamá por no haberle dado el beneplácito como embajador a un personaje con denuncias de acoso sexual; pataleó públicamente por considerar injusta a la Constitución peruana por permitir llevar a juicio a los presidentes; decidió usar legaciones mexicanas como puertas de salida a delincuentes, lo mismo a Pedro Castillo (quien no pudo llegar a la embajada) que a Jorge Glas; abrazó a Evo Morales luego de que este provocara una insurrección en Bolivia (perdió el referéndum en 2016, la mayoría de los bolivianos le dijeron que ya no se presentara a las elecciones de 2019), generando decenas de muertos; cuestionó a la inteligencia de los argentinos por haber votado por Milei y boicoteó la Cumbre de las Américas.
Ahora, es Trump el de la diplomacia dogmática. Ha ordenado excarcelar al expresidente hondureño Juan Orlando Hernández acusado de llevara cocaína a Estados Unidos.
La inconsistencia revela las verdaderas intenciones de Trump en la región.
El estadounidense ha decidido aplicar otra vuelta de tuerca a la doctrina Monroe. Ahora sí ha logrado aportar contexto a la presión asfixiante en contra del dictador Maduro. El venezolano es ilegítimo y tiene citas pendientes con tribunales internacionales, pero el presidente estadounidense lo cuestiona por narcoterrorista. Esta realidad ambigua ha descolocado a los opositores de Maduro y a la clase política estadounidense.
Los aliados de México en la región van desapareciendo. El siguiente: Chile. ¿Colombia, el próximo año?
Colisión entre diplomacias. Veremos a Marco Rubio más activo.

