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Varias maneras de ahorrar
México y los mexicanos aguantan esto y mucho ?más, pero la gente en algún momento se cansará.
Cuando una familia llega al punto en que su ingreso no alcanza para financiar la compra y el pago de sus gastos básicos, debe tomar una decisión: o corta todo aquello que no es indispensable, o cambia productos caros para adquirir otros baratos, o decide trabajar más para elevar sus ingresos, o de plano, solicita un financiamiento para salir del problema, aunque bajo esta última opción, a la larga tendrá que recortar más su gasto, porque deberá empezar a pagar principalmente intereses de su préstamo. Cuando esto sucede en alguna empresa, aquellas que no tienen poder para fijar precios finales sin que el mercado reaccione deberán reducir sus gastos, eliminando todo aquello que sea superfluo, mejorando sus líneas de producción, o buscando la forma de elevar la productividad de sus factores productivos, de manera que se produzca un mayor número de unidades con los mismos factores utilizados, lo que elevará sus ingresos sin tener que aumentar precios.
Esta semana recibimos la noticia de que hay formas muy a la mexicana de reducir gastos y ahorrar. Una de ellas, muy coherente con la heterodoxia, la puso o va a poner en práctica Pemex, quien anunció que recortará parte de su nómina, despidiendo a algunos trabajadores que a su juicio sobran. Ya se habían tardado, dicen algunos ciudadanos que están hartos de ver el dispendio de la empresa de todos los mexicanos y de la captura de excedentes que ha hecho a lo largo de los años el sindicato, quien ahora responde que se ampararán y, muy probablemente, como no prosperará dicho amparo, amenazarán con cerrar Reforma, el Zócalo y provocar algunos caos viales, para estar a la altura de otros colectivos sociales que gustan de tomar este tipo de medidas, ante un gobierno que no termina por entender que tiene el monopolio del uso de la fuerza para llevar al orden a quienes se pongan, como decimos aquí en el país, flamencos.
Otro caso muy sui géneris es el de la Cámara de Diputados, que ha decidido ahorrar a su manera; primero, para enviar la señal de que hacen caso a los comentarios de la sociedad, eliminando muchas comisiones cuyos integrantes no hacen nada excepto cobrar y con ellas a muchos asesores, quienes, aparte de cobrar, quitan el tiempo a quienes sí trabajan.
Ya nadie recuerda el planteamiento de campaña de reducir el número de legisladores, en donde ya se había sugerido que sólo fueran 400, aunque bien podría reducirse aun más.
Tampoco se ha mencionado lo relacionado con las famosas dietas, que para muchos ciudadanos son muy elevadas, en especial considerando los más de 50 millones de pobres en el país.
Junto con la reducción de dietas, y del número de legisladores, podrían eliminarse un mayor número de asesores y otros gastos, como los servicios de café, pasajes y viáticos, automóviles, seguros, teléfonos y oficinas.
No va a pasar nada de esto y de nueva cuenta, como en casi todo lo que sucede en el sufrido país, los ciudadanos de a pie nos vamos a quedar mirando, llenos de sorpresa y de rabia como se solapan, solapan a los de su especie y luego aplican su técnica de chapulines para saltar a otros puestos a seguir viviendo y gozando del presupuesto. México y los mexicanos aguantan esto y mucho más, a ver hasta cuándo se cansa la gente y decide meter un freno de verdad y aplicar medidas correctivas.