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México, pobre y desigual: Coneval
RICOS Y PODEROSOS Por: Marco A. Mares
La creciente pobreza en México se explica por la falta de crecimiento económico y la desigualdad, entre ricos y pobres, la maximizan los monopolios.
El diagnóstico es contundente y sin dobleces. Y corresponde a un organismo público descentralizado de la Administración Pública federal, integrado por seis investigadores académicos independientes: Graciela Freyermuth, Graciela Teruel, Fernando Cortés, Félix Acosta, Juan Rivera, Agustín Escobar y su secretario ejecutivo: Gonzalo Hernández Licona.
Todos ellos fueron electos por los estados, el Congreso de la Unión, los municipios y el Poder Ejecutivo y su trabajo es evaluar periódicamente la eficacia de la red social del gobierno federal.
El Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) es objeto de la ira y el beneplácito.
Cuando reconoce los avances gubernamentales genera el beneplácito de los gobernantes y provoca el enardecimiento de los opositores. Y viceversa, cuando difunde los datos de la creciente pobreza y las fallas de los programas sociales, provoca el enojo gubernamental y el beneplácito de los opositores del gobierno.
Pero de lo que no hay duda es que en función de su trabajo disciplinado y profesional, el Coneval se está acreditando como un instrumento de presión para los hacedores de las políticas públicas.
Aunque el Coneval no tiene dientes filosos , pues sus opiniones no son vinculantes -es decir no tienen que ser acatadas obligadamente por el gobierno federal-, su rigor y la difusión de su información tienen un peso insoslayable.
De hecho, su evaluación crítica será un punto de partida para el recorte presupuestal por 50,000 millones de pesos que ordenó el presidente Felipe Calderón.
Y a partir del próximo paquete económico que someterá el Poder Ejecutivo a consideración del Poder Legislativo será determinante para el ejercicio del Presupuesto federal.
Hernández Licona dice convencido que la mejor política social de cualquier país es una buena política económica.
Y aunque reconoce que los programas de desarrollo social han ampliado su cobertura, insiste en que más allá de la red social, la asignatura pendiente de la economía mexicana es el crecimiento.
Más aún, sostiene el Secretario Ejecutivo de Coneval, la enorme desigualdad en los ingresos de los mexicanos se explica por los monopolios.
México necesita más competencia para procurar una mayor distribución de la riqueza.
El país ha registrado tasas de crecimiento mediocres y su principal consecuencia es el aumento de la pobreza.
Y aunque las redes de protección social han ampliado su cobertura, el empobrecimiento de los mexicanos es creciente.
De acuerdo con Coneval, en México hay 50.6 millones de personas que sobreviven con ingresos inferiores a los 2,000 pesos mensuales.
Por eso Coneval considera que aun cuando los avances y logros de los programas sociales han permitido ampliar los servicios de salud, de educación, de alimentación y de vivienda, particularmente entre quienes más lo necesitan, la pobreza por ingresos sigue siendo elevada en México.
La propuesta de Coneval es que la seguridad social en México, que actualmente se proveé a través del IMSS, ISSSTE y otras instituciones, evolucione hacia un sistema universal de salud, en el que se reoriente la atención hacia los trabajadores de la economía formal y se financie a través del pago de impuestos.
Pero además propone un análisis exhaustivo de los programas sociales para eliminar o reorientar aquellos que con el tiempo se han convertido en programas regresivos -que benefician a los que más y no a los que menos tienen- para eficientar el uso de los recursos públicos.
Entre otros programas menciona de manera particular a Procampo y Enciclomedia.
Si se colocaran en una balanza los programas progresivos y los regresivos actualmente en vigor, se encontraría que la política social en México es neutra, en lugar de ser totalmente progresiva.
Vale la pena el análisis de la Coneval. No hay duda de que México está marcado por la falta de crecimiento económico y su estructura monopólica, que se traduce en mayor concentración de la riqueza.
Déficit ajustable, anunciado
El secretario de Hacienda, Agustín Carstens, lo había advertido desde hace tiempo.
El gobierno de Felipe Calderón buscará que el Poder Legislativo apruebe la modificación a la Ley Federal de Presupuesto y Responsabilidad Hacendaria, para que el gobierno pueda incurrir en un mayor déficit en el año 2010.
Hasta ahora el gobierno mexicano no puede endeudarse más porque la mencionada ley se lo impide; es una camisa de fuerza fabricada en los tiempos de la ortodoxia económica.
Hoy que comienzan a desmitificarse muchos dogmas, la brújula comienza a indicar el camino de un déficit ajustable.
Y en tiempos de enorme astringencia de recursos y de cara al inicio de la carrera de la sucesión presidencial, parece una salida inexorable. Al tiempo.
Cuentos veras
Luego de que anunció el recorte adicional por 50,000 millones de pesos al Presupuesto federal, cuando alguien le dijo a Agustín Carstens que se convertiría en el funcionario más odiado del gobierno federal, él simplemente respondió que tenía muy presente un comentario que le hizo hace algún tiempo su antecesor en el cargo, Francisco Gil Díaz, en el sentido de que nadie puede llegar a la Secretaría de Hacienda pensando en que va a hacer amigos.
Lo cierto es que Carstens entró al club de los titulares de finanzas públicas que desde el gobierno de Miguel de la Madrid han venido realizando recortes al Presupuesto. Lo curioso es que prácticamente todos han coincidido, cuando hacen los anuncios de los recortes, que ya están muy cerca del hueso y que al gobierno le queda muy poca carne de dónde cortarle.
RICOS Y PODEROSOS