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Opinión

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Los nudos de la recesión

Lo que queda de la actual experiencia es que la gravedad de la recesión que vivimos tiene una relación directa con la baja calidad de la democracia.

Hay dos líderes internacionales que marcan las pautas a seguir: Barack Obama y Ángela Merkel. Ambos representan a dos países fundamentales en la definición de la política económica mundial, si bien hay otros líderes, pero éstos no tienen la relevancia en el diseño y operación de las medidas políticas de cobertura global. Esencialmente tienen una posición pasiva o no les permiten tener un protagonismo.

El gobierno norteamericano se caracteriza por una influencia notable debido a su poder, así como su interdependencia con Europa, China, Japón, América Latina.

Alemania es el país líder de Europa por el tamaño de su economía. Por ello su gobierno tiene una incidencia determinante en toda la política y economía europea.

Lo que hagan los gobiernos de Estados Unidos y de Alemania es muy importante para el mundo, contribuyen a la recuperación económica o al estancamiento.

Estados Unidos tiene ahora un crecimiento frágil, de sólo 1.8% en el segundo trimestre de este año. Sus ciudadanos están peor que antes de la crisis. Solamente los niveles altos de ingreso han tenido mejorías.

Es la secuela de la laxitud regulatoria que condujo a la actual crisis. Los hechos advirtieron que los mercados sin regulación no son eficientes ni se autorregulan.

Consecuentemente, ante el desastre se dieron los rescates bancarios que permitieron capitalizar a los bancos, casi arruinando a la economía mundial.

La perspectiva es que a través de su política monetaria el gobierno de Estados Unidos mantenga bajas a las tasas de interés para fomentar la inversión. Pero al mismo tiempo realiza drásticos recortes del gasto público, tendientes a bajar el déficit fiscal. Es la más pura ortodoxia económica.

En Europa la rigidez es excesiva. Se trata de limpiar totalmente la casa y después poner los muebles. El Producto Interno Bruto de muchos países mantiene niveles inferiores a los que tenían antes de la crisis.

Y los extremos de crueldad son las directrices de la Comisión Europea y el Fondo Monetario Internacional de reducir salarios. Ya se hizo en Irlanda y el Letonia.

El resultado fue que el desempleo se duplicó. Ahora a España se le ha indicado que tiene que reducir salarios un 10 por ciento. Ante la continua pérdida de derechos no es de extrañar el poco entusiasmo europeísta.

Angela Merkel ahora en campaña electoral y con el antecedente de ser la mano dura de la Unión Europea(UE) ha dicho: Hemos visto lo que sucede en Europa cuando no hay control de la deuda pública. El crecimiento artificial no funciona .

Con un bajísimo crecimiento económico de 0.7% en el segundo trimestre de este año, Merkel ofrece que Alemania será solidaria con sus socios de la UE en la búsqueda de soluciones a la actual crisis.

Podemos vaticinar que Angela Merkel continuará en el poder con su alianza de partidos y que también prevalecerá la tesis de la consolidación fiscal o sea mas purgas sociales y la renuencia a cambios en favor del crecimiento económico de los países endeudados y que necesitan ayuda. Solo se plantea una visión de corto plazo en una especie de letargocracia.

Lo que queda de la actual experiencia es que la gravedad de la recesión que vivimos tiene una relación directa con la baja calidad de la democracia.

No se privilegia la mejoría de los servicios de salud, de educación, de seguridad social, y mas empleo.

Políticamente es la falta de conciliación entre la justicia social y la libertad.

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