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La semana de la oposición

1.- Las dos semanas que están por concluir este fin se pueden etiquetar como el despertar de la oposición. Con todo y la baja de varios aspirantes (Lilly Téllez, Claudia Ruiz Massieu, Alejandro Murat, Gustavo de Hoyos, Germán Martínez y José Ángel Gurría), los cuestionamientos a las barrocas reglas y los ataques presidenciales, la oposición fue la noticia principal.
Lo más llamativo fue el fenómeno Xóchitl Gálvez. Llegó, habló y desajustó por completo los planes de propios y extraños. Es una aspirante como le hubiera gustado tener a López Obrador: proviene de una familia humilde, se ha abierto paso con su propio esfuerzo, conoce el país, ha trabajado con los pueblos indígenas, es una empresaria exitosa, es simpática y dicharachera. Una historia de éxito. En comparación, López nunca ha trabajado con los pobres, fue un funcionario menor dedicado a las alabanzas de sus jefes y después fue un político acomodado. Ahí está el rey del cash en todo su esplendor.
Pero no sólo a Xóchitl le fue bien. Todos los aspirantes mejoraron sus números de acuerdo con una encuesta de El Financiero aparecida el miércoles pasado: “… la opinión positiva sobre Xóchitl Gálvez subió 10 puntos entre junio y julio, al pasar de 24 a 34 por ciento. Pero no fue la única que tuvo un avance, toda vez que otros aspirantes también ganaron puntos en popularidad: Enrique De la Madrid pasó de 21 a 29 por ciento, Santiago Creel de 23 a 27 por ciento, y Beatriz paredes de 19 a 25 por ciento.” No está mal, ahora, la tarea es sostenerse y crecer.
2.- ¿Es Marcelo Ebrard el candidato más capaz de MORENA? Sin duda. Pero resulta más que evidente que el dedo presidencial ya escogió a Claudia Sheinbaum y que todo el proceso corcholato solo es una manera de tratar de validar a una exjefa de Gobierno sin personalidad propia y con resultados grises en su gestión capitalina. Entonces, ¿a qué le juega el excanciller?
Esta semana, Ebrard amenazó con salirse de MORENA si hay chanchullo en las encuestas. El chanchullo es más que obvio: EsClaudia y Adán han gastado en bardas, espectaculares y anuncios varios millones de pesos más que sus contrincantes. La prohibición de hacer debates y propuestas es otra trampa descomunal. Le amarra las manos (y la boca) al otrora encargado de la SRE. López sabía que sus favoritos no podrían ganar en un debate de ideas y por eso los prohibió. Las encuestas medirán el grado de lealtad, no la capacidad. Marcelo quedará en tercer lugar.
A pesar de estas evidencias, resulta difícil de creer en las palabras de un hombre que se ha plegado siempre a los deseos de otros (Manuel Camacho o AMLO). Pero supongamos que, ante el último tren a la silla presidencial, Ebrard decide romper con MORENA. ¿A quién le importa? Nunca fue un personaje querido por los morenistas. Los más ultras estarán complacidos y los otros están controlados por el presidente López. El excanciller debe entender que López Obrador considera pagada la deuda con él por el gran favor del 2012.
3.- Movimiento Ciudadano está en lo suyo, deshojando la margarita y esperando cachar a varios de los decepcionados del PRI, PAN y PRD. Las candidaturas aguardan. Se irán allá las personas que vean canceladas sus carreras en las que hasta ahora fueron sus organizaciones.
¿Será posible que Marcelo termine siendo candidato de MC? No es un escenario impensable, a pesar de que varios emecistas han asegurado que tienen buenos aspirantes propios. La última palabra, ya se sabe, es la de Dante Delgado. Curiosamente, Ebrard necesita más a MC que el partido al excanciller. Los naranjas se pueden equivocar si postulan a un candidato repudiado por MORENA, el resto de los partidos y claramente culpable por lo de la línea 12.
4.- AMLO ha perdido el rumbo. Los medios atienden más a las corcholatas que el jefe de la banda (presidencial) y ahora hasta la oposición lo opaca. En las últimas semanas ya no pone el tema diario, sino que tiene que contestar (malamente) a lo que le dicen sus oponentes. Adicionalmente, los fracasos se acumulan. La inseguridad va en aumento y la Guardia Nacional se ha mostrado incapaz (o cómplice) de contener al crimen organizado. Varios gobernadores morenistas son relacionados en grupos criminales y el presidente insiste en defenderlos.
Los escándalos de corrupción afloran sin que los culpables mayores sean castigados. Ahí está la lista de 16 asuntos estancados que presentó Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI). En salud y educación el desastre es todavía más palpable. Lo único que está funcionando es la macroeconomía, pero la economía familiar no. Hay más empleos, cierto, pero la mayoría son de salario mínimo.
AMLO es el presidente más atacado, pero hay buenas razones para ello. Su gobierno es un desastre.