Buscar
Opinión

Lectura 6:00 min

IMSS-Bienestar, diferente organismo misma cobija

main image

Maribel Ramírez Coronel

Los cambios inesperados en el sistema público de salud -ahora con un nuevo protagonista que será el IMSS en la atención médica de los mexicanos sin seguridad social- no permiten asegurar mejoría en la cobertura mientras no se acreciente la inversión que el país destina a salud.

El presidente López Obrador prometió en algún momento que elevaría en un punto porcentual la inversión en salud, pero esa sensata postura se le olvidó en el camino. Su gobierno ha intentado infructuosamente dar resultados, pero no tiene elementos para conseguirlo no sólo por falta de claridad en el rumbo y en los cómos, sino porque intenta querer tapar más con la misma cobija.

¿De dónde puede esperarse que con IMSS-Bienestar las cosas ahora sí funcionen mejor?

Pareciera que por el simple hecho de estar hospedado en el IMSS ya es garantía de que será mejor que el Insabi, pero no podemos fiarnos. El IMSS tendrá ahora dos tipos distintos de cobertura y de beneficiarios. Será interesante conocer el tipo de acuerdo al que habrán llegado con el sindicato del IMSS y también cuáles gobernadores aceptarán firmar. Con Insabi tardaron en acceder y al final fueron 6 los estados que se quedaron al margen sin adherirse pudiendo funcionar sin mayor problema.

Ya está claro que con la desaparición del Seguro Popular los más desfavorecidos salieron perdiendo. Diversas instituciones han evidenciado esto. El propio Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) reportó cómo la falta de acceso a los servicios de salud se había reducido a prácticamente la mitad en cuestión de 8 años, al pasar de 29.23% (33.48 millones de personas) en 2010 a 16.18 % (20.24 millones de mexicanos) en 2018. Y sin embargo en los últimos años se volvió a elevar al pasar hasta 28.2% (35.7 millones de personas) en el 2020. Ya sabremos a qué nivel llegará en los últimos años del actual sexenio pero no podemos esperar nada positivo dadas las persistentes carencias de medicamentos y demás insumos a causa de una insensible austeridad en todo el sistema. Y esas carencias se han extendido al ámbito privado, claramente vivido hoy por los pacientes con trastornos de salud mental que están sufriendo un severo desabasto de las sustancias más primordiales en psiquiatría y neurología.

Otra instancia que ha expuesto los problemas derivados del Insabi es México Evalúa-Cidac -que preside Luis Rubio- con datos innegables sobre lo perdido con el Seguro Popular.

Está el dato del gasto en subsidios por mexicano afiliado que venía en declive desde años previos al presente sexenio: todavía en 2019 con el Seguro Popular, antes de la transición al Insabi, se gastaron 1,246 pesos por afiliado. Dicho monto fue inferior a los 1,605 pesos dedicados en 2012. Pero dicho declive se pronunció mucho más en 2020, con la ampliación de la población objetivo, el gasto por paciente cayó a 845 pesos, y en 2022 llegó hasta 816 pesos, es decir la mitad de lo registrado en 2012. ¿De cuánto será con IMSS Bienestar?

Son datos que reflejan la creciente insuficiencia de recursos para las necesidades en salud que sólo es la punta del iceberg. Aparte está el desorden en el ejercicio de esos insuficientes recursos. Ahí está el Fondo de Salud para el Bienestar (Fonsabi) del cual no está claro cuánto se tomó; en su punto más alto este sexenio, dicho fondo llegó a contar con 107,000 millones de pesos, y desde 2019 la actual administración fue tomando sin explicar el destino de los recursos. Es mucho dinero que tarde o temprano tendrá que transparentarse.

El Fonsabi fue creado para cubrir enfermedades de alto costo, y son ahora las más abandonadas y justamente las que menos garantía tienen de cobertura. Son las enfermedades de alta especialidad también llamada tercer nivel de atención del cual este gobierno ha mostrado un gran desinterés, pues si Insabi no las consideraba menos ahora el IMSS-Bienestar, pues ni siquiera se mencionan en el decreto aprobado.

CSG inicia registro de Enfermedades Raras

Resulta que después de que el subsecretario Hugo López-Gatell frenara en seco en 2022 el Censo de Enfermedades Raras (ER) que el Consejo de Salubridad General (CSG) inició, ahora resulta que el mismo CSG -con los nuevos titulares- ya está iniciando un registro de ER y para ello se habría conformado una comisión donde participan varios institutos de salud. Eso lo comentó la doctora Esther Lieberman, del Instituto Nacional de Pediatría, en el Foro sobre Enfermedades Raras que organizó la semana pasada la Fundación Mexicana para la Salud (Funsalud). Habrá que confirmarlo porque oficialmente los del Consejo no han dicho nada. Y hablando de ER, el decreto que elimina al Insabi amplió la definición de medicamento huérfano incluido 

¿Qué pasará con los contratos pendientes de Insabi?

Otra gran duda en torno a la muerte de Insabi es ¿qué pasará con todos los contratos negociados relacionados con las compras consolidadas del 2023-2024? Se entiende que todo pasará al control de IMSS-Bienestar pero nos comentan que hay una serie de contratos que fueron negociados por el equipo de Alejandro Calderón Alipi pero quedaron pendientes de firmar. Y aparte están las deudas que arrastra con los proveedores de todo tipo de insumos para el Sector Salud. A ver si IMSS-Bienestar será tan buen pagador como lo ha sido el IMSS, el más formal de todo el sistema público de salud a decir de las empresas que le venden al gobierno.

Persiste carencia de fármacos neurológicos

Sigue la pregunta abierta sobre cuándo volverá a reabastecerse la línea de medicamentos para salud mental. Nos siguen llegando quejas angustiantes de familiares sobre la alteración de sus pacientes por la falta de equis medicamento. Recién recibí la comunicación de una mamá que explica las severas consecuencias en su pequeño hijo que utiliza Trileptal (oxcarbazepina) 600 mg para controlar convulsiones; es de la farmacéutica Novartis y tal parece que lo dejó de producir:

"Me costó mucho tiempo que mi hijo se acostumbrara a este medicamento, he probado otros y los efectos secundarios son terribles, y ahora que él ya estaba ´adaptado´ a ese medicamento, ya no hay en existencia; he tenido que darle otra presentación y, de forma increíble aunque es la misma farmacéutica, los efectos secundarios son notorios. Mi niño se pone inerte, como catatónico, y como no habla, no me dice qué siente, pero es muy notoria su reacción al medicamento, no sé si lo marea o siente náuseas, simplemente se queda quieto no quiere moverse y me pide (a señas) ir a su cama, prefiere dormir. Tendré que volver a transitar, empezar de cero, en la búsqueda de un medicamento al cual se adapte. De verdad es muy triste cómo decisiones que no entendemos nos pueden afectar tanto en nuestra vida".

Temas relacionados

Maribel Ramírez Coronel

Comunicadora especializada en temas de salud pública e industria de la salud. Cursó la maestría en Administración en Sistemas de Salud en FCA de la UNAM. Forma parte de la iniciativa www.HospitalsinInfecciones.com. Fundadora en 2004 de www.Plenilunia.com, plataforma de contenidos sobre salud femenina.

Únete infórmate descubre

Suscríbete a nuestros
Newsletters

Ve a nuestros Newslettersregístrate aquí
tracking reference image

Últimas noticias

Noticias Recomendadas

Suscríbete