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Opinión

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Escenarios de fuego

El poder político muestra indiferencia ante los problemas sociales, que por ello se amplían. La sociedad civil es la que sale perdiendo.

Los Estados-nación han cedido liderazgo al individualismo que esencialmente quiere más poder y utiliza lo que sea para lograrlo. Así, el poder político muestra indiferencia ante los problemas sociales, que por ello se amplían. En consecuencia el ciudadano se va separando de sus representantes en la medida en que pierden legitimidad.

Esto ha conducido al resurgimiento del nacionalismo en varios espacios del mundo. Y se manifiesta en forma violenta porque significa el rechazo a las formas de gobierno. Hay, por un lado, la lucha por el poder de los representantes del establecimiento institucional y, por el otro, los nuevos grupos de actores no estatales que esencialmente ofrecen regresar al paraíso perdido. Descalifican todo produciendo un río revuelto.

En el Medio Oriente el conflicto entre israelíes y palestinos ofrece un panorama siniestro en donde la masa perdedora es la población civil.

Es un matadero con más palestinos muertos que israelíes. Israel tiene un ejército de alta tecnología apoyado por Estados Unidos, que le ofrece ayuda económica y militar. Los palestinos tienen a Hamas, una organización terrorista, cuyos milicianos islamistas han mejorado en sus líneas de resistencia. Los respalda una población desamparada. Es una guerra asimétrica con una previsible victoria militar para Israel, pero es también una derrota política.

La negociación pacifica está en la persuasión que haga Estados Unidos a los israelíes.

Socialmente la región está en una patética atmósfera de terror. Un ejemplo: Israel tiene una cárcel de 356 kilómetros cuadrados en donde se hacinan 2 millones de personas, bajo una normatividad demencial.

En Ucrania los aprendices de brujos, convertidos en guerrilleros, no pueden controlar las fuerzas desatadas porque están inmersos en una patología de resentimiento y de manipulación. El colmo fue derribar el avión de pasajeros de Malaysia Airlines, con un misil antiaéreo desde territorio controlado por los separatistas prorrusos. Este es un asunto que debe juzgar el Tribunal Penal Internacional.

En Irak ya se añora al antiguo régimen que controlaba el país. Con la invasión norteamericana y su posterior retiro ha sido terreno fértil para todo tipo de fundamentalismo y explica la partición del país. Hay, además, participantes externos: Irán y Arabia Saudita. La violencia actual es consecuencia del ataque estadounidense del 2003 alimentado por la generalizada desestabilización en todo el mundo árabe.

Europa está maniatada con Rusia por la dependencia de sus productos energéticos. Determina una limitación política ante los acontecimientos de Ucrania para no vulnerar la relación de interdependencia. Cede a Estados Unidos protagonismo. Y éste toma distancia.

Mientras estos escenarios se complican China se afirma regionalmente. Asia para los asiáticos , dicen. China y sus países vecinos tienen una zona marítima de valor estratégico. Por sus aguas pasa la mitad de la carga de mercancías que se transporta por el mundo.

Y hacia otras regiones China hace presencia como potencia mundial, provocando a Washington, al firmar más de 100 acuerdos de inversión y crédito con Brasil, Argentina, Venezuela y Cuba. El rostro funerario que tenía Dilma Rousseff al perder Brasil, penosamente, en el Mundial de Futbol, se cambió por uno de alegría cuando firmó los acuerdos con China.

eleconomista.mx

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