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Dos Bocas, refinación: la apuesta
Refinería Olmeca ubicada en Paraíso, Tabasco. Foto EE: Archivo
Este 1 de julio, el presidente Andrés Manuel López Obrador inaugurará la refinería de Dos Bocas.
Se trata del megaproyecto más relevante, de entre las obras insignia de este sexenio.
La refinería de Dos Bocas es parte fundamental del proyecto de Nación del gobierno lopezobradorista.
Dos Bocas representa la médula del discurso presidencial nacionalista, basado en la soberanía energética.
Su propósito principal es dejar de exportar petróleo, refinarlo en México y dejar de importar gasolinas.
La soberanía energética, según el actual gobierno, se logrará mediante “el rescate” y fortalecimiento de Petróleos Mexicanos y la Comisión Federal de Electricidad.
Por eso, la refinería de Dos Bocas es una pieza central de la política del actual gobierno, que desde su particular punto de vista, busca lograr la soberanía energética.
Como parte central de ese objetivo, está el modelo de refinación del petróleo, sobre su exploración, explotación y comercialización en el mercado internacional.
El Jefe del Ejecutivo lo ha esquematizado con el ejemplo de la producción y venta de naranjas y la elaboración de jugo de naranja, su industrialización y comercialización.
Bajo esa premisa, la apuesta gubernamental completa incluye, además de la refinería de Dos Bocas, la reciente adquisición del 50% de la refinería Deer Park –en la que tenía sociedad con la petrolera Shell– y las refinerías preexistentes en México, que están siendo reconfiguradas.
Apenas en marzo pasado el presidente López Obrador afirmó que México será autosuficiente en gasolina para 2023 con las refinerías Deer Park y Dos Bocas.De acuerdo con los cálculos gubernamentales, la refinería Dos Bocas, también llamada Olmeca, producirá 20% de la gasolina que se consume en México.
Y comenzará sus operaciones –según las declaraciones presidenciales– sin necesidad de instalaciones especiales porque se trata de un puerto al que llegan 1 millón de barriles diarios de petróleo crudo; que cuenta con todo para trasladar todos los equipos, para sacar combustibles, y abastecer ciudades.
Además de que se está construyendo con recursos del gobierno, sin créditos y con un presupuesto de 12 mil millones de dólares, reconoció en días pasados el presidente López Obrador.
Esa es la versión presidencial. Sin embargo, hay muchas dudas y cuestionamientos en todos los órdenes.
En torno al presupuesto la agencia de noticias especializada Bloomberg calcula que el costo total rondará entre los 16 mil y 18 mil millones de dólares. Otros cálculos no gubernamentales hablan de un costo de entre 12 mil y 15 mil millones de dólares.
Para el Instituto Mexicano de Competitividad, la eventual entrada en operación de la refinería “Olmeca” será un paso en la dirección contraria de lo que necesita Pemex, el país y el mundo.
El IMCO refiere que Pemex Transformación Industrial (PTRI), subsidiaria encargada del negocio de refinación y petroquímica, ha reportado pérdidas acumuladas por (-)1.28 billones de pesos entre 2011 y 2021 (un promedio de 116.7 mil millones de pesos de pérdidas anuales).
Fue la única subsidiaria que reportó pérdidas brutas; es decir, que los ingresos que obtuvo por la venta de petrolíferos (gasolinas, diésel, combustóleo, entre otros) fueron menores que el costo de los insumos que requirió para su elaboración.
La mayoría de los analistas especializados, además de las agencias calificadoras, entre ellas Moody´s, han externado su preocupación por la apuesta del gobierno al modelo de refinación y su potencial impacto negativo en las finanzas públicas.
Con todo, este primero de julio se inaugura parcialmente la refinería de Dos Bocas, aunque su operación formal y la refinación de petróleo y conversión a gasolina, todavía llevará tiempo.
Cálculos no gubernamentales estiman que comenzará a refinar hacia fines del sexenio.
Todo indica que la refinería de Dos Bocas será inaugurada pero sin que inicie operaciones formales; que saldrá mucho más cara y se concluirá muy fuera del tiempo originalmente previsto. A ver.
