Lectura 4:00 min
Crecen informalidad y consumo de licores baratos y alerta en CDMX
Desde hace tiempo, la industria de vinos y licores se ha visto amenazada por la imposición de gravámenes estatales a su ya de por sí elevada carga fiscal que sólo de IEPS implica 53% del precio final.
La última entidad que volteó sus ojos hacia ese rubro integrado por unas 50 compañías y que significa 31 millones de cajas de 9 litros fue el Edomex, de Alfredo del Mazo.
La Comisión para la Industria de Vinos y Licores (CIVyL) —que preside Pablo de Brito y que da cabida a 10 de las compañías que representan 80% del valor de la industria— ha tenido que multiplicarse para alertar de los riesgos de mayores impuestos. De por sí el mercado ilegal es 36.4% del consumo de bebidas alcohólicas del país con las consecuencias para la salud.
Vaya, se calcula que ese segmento significa para el fisco la merma de 8,500 mdp. Y es que con un esquema ad valorem como el que se tiene, por cada punto que se eleve la carga, se incrementa 3% la informalidad. Además, en los últimos cinco años también se ha impulsado el segmento formal de bajo costo: los aguardientes que producen cantidad de empresas no siempre en las mejores circunstancias.
Son bebidas que van de 25 a 50 pesos por unidad y que ya son 25% del mercado legalmente establecido y que sólo aportan 4% de la recaudación.
De ahí que CIVyL, que dirige Gerardo Ancira, haya propuesto al gobierno federal una revisión a fondo de las condiciones en las que opera esta industria.
Amén de lo fiscal, urge mejorar también su reglamento de publicidad para lograr un consumo más responsable y cero alcohol en menores de edad.
En el inter debido a las necesidades de recursos de los estados, han proliferado iniciativas para elevar la carga a ese negocio en seis o siete de ellos. En Oaxaca, a cargo de Alejandro Murat, se canceló una iniciativa y se está en proceso de diálogo con el gobierno de Diego Sinhue Rodríguez en Guanajuato.
También en la CDMX hay una propuesta muy en firme con Claudia Sheinbaum por imponer gravámenes locales a ese negocio. CIVyL ya platica con su equipo y está a la espera de hacerlo directamente con la jefa de gobierno.
Mayor carga lo único que alienta es informalidad y más consumo del producto barato con una menor recaudación. En todo caso se impone una revisión integral del negocio para corregir serias distorsiones que hoy se presentan.
Como quiera, esto tendrá ya su derrotero para el 2020. Habrá que ver.
Avanza fusión Betterware-DD3 y hoy números.
Como parte del engorroso proceso para concluir la fusión de la tapatía de ventas directas Betterware, de Luis y Andrés Campos, con el SPAC DD3 Acquisition Corp, de Martín Werner y Jorge Combe, la SEC acaba de autorizar la entrega al mercado de los números de la mexicana al tercer trimestre.
Hoy se revelarán con un incremento de 30% en productos vendidos y 37% en facturación. Con esto, la expectativa es que ahora sí esa operación se pueda concluir en el primer trimestre del 2020 para que arranque ya en forma la cotización en NY de la especialista en contenedores para el hogar.
Aeroméxico se reformulará al 2020 por el 787.
Contra lo que se entendió, Boeing sólo suspendió la fabricación del 787 Dreamliner. Sus bodegas están abarrotadas por la imposibilidad de entregar lo comprometido. Para Aeroméxico, de Andrés Conesa, esto impedirá usar seis aviones en tierra desde marzo y otros siete que recibiría. Dada esta circunstancia tuvo que reformular sus planes este año y otra vez deberá hacer lo mismo en el 2020. Ya se sondean los nuevos tiempos con la armadora. Hasta ahora, ha cancelado vuelos internacionales de baja rentabilidad como Punta Cana o Guayaquil.
