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Geopolítica

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Neurociencia: ocho cosas para ser más creativo y perspicaz

Las pruebas de inteligencia humana demuestran que la medida de nuestras habilidades de pensamiento analítico parece estar en aumento, pero las habilidades de pensamiento creativo pueden estar en decadencia.

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Las pruebas de inteligencia humana demuestran que así como con el coeficiente intelectual, la medida de nuestras habilidades de pensamiento analítico parece estar en aumento, las habilidades de pensamiento creativo pueden estar en decadencia en un mundo hiperocupado que promueve el pensamiento más analítico y especializado.

El neurocientífico John Kounios, profesor de psicología en la Universidad de Drexel y co autor, junto con su colega Marcos Beeman, de The Eureka Factor, estudia cómo la creatividad y el pensamiento profundo comienzan en el cerebro.

Él dice que hay algunas cosas simples que podemos hacer para preparar el escenario y pensar afuera de la caja, la creatividad y los susurros de la intuición . Kounios recomienda lo siguiente:

Estado de ánimo positivo: hay una gran cantidad de investigaciones desde hace 20 o 30 años que muestran que estar en un estado de ánimo positivo mejora la creatividad. Cuando estás en un estado de ánimo un tanto negativo o ansioso, mejora el pensamiento analítico.

La creatividad fluye desde un estado de seguridad. Cuando te sientes seguro, puedes tomar riesgos. La creatividad es intelectualmente arriesgada.

Al llegar a nuevas ideas, puede estar equivocado. Cuando intenta poner en práctica nuevas ideas, puede encontrar resistencia.

Cuando se siente una amenaza, siente que no puede cometer errores, tiene que mantener la concentración en el tema, para no alejarte del problema.

También se encontró que tener una fecha límite, que lleva consigo la amenaza implícita de una consecuencia negativa si no cumples con ella, puede crear ansiedad y cambiar tu estrategia cognitiva a un modo más analítico del pensamiento.

Los plazos pueden aumentar la productividad, pero si un empleador necesita algo fuera de la caja, innovador y original, tal vez una fecha límite ralentizaría una mayor creatividad.

Los espacios grandes: la atención perceptual -cómo enfocar tu visión- parece estar relacionado con lo que se llama la atención conceptual. Si estás en un espacio reducido, por decir una oficina o un pequeño cubículo, tu atención visual no puede extenderse. Se centra en este espacio estrecho.

Del mismo modo que se estrecha tu atención visual, la atención conceptual se estrecha y se centra, es más probable que tu pensamiento sea analítico. Pero si estás en un gran espacio -una oficina grande, con techos altos, o en el exterior- tu atención visual se expande para llenar el espacio, y amplía tu atención conceptual. Por eso es que una gran cantidad de figuras creativas gustan de estar al aire libre, dar largos paseos, y obtienen su inspiración en espacios abiertos. Si puedes ver por todas partes, puedes pensar a lo largo y ancho.

Evita objetos punzantes: hemos encontrado que si tienes objetos llamativos, que tienen bordes afilados, características puntiagudas, como un sofá con lados angulares, o un abrecartas que parece una daga, puede causar un sutil sentimiento inconsciente de amenaza. Cuando eso sucede, la atención se limita. El ambiente ideal para ser perspicaz serían grandes espacios diáfanos con características suaves y redondeadas.

Los colores de la naturaleza: el rojo se relaciona con un color de emergencia, asociado con la sangre, camiones de bomberos y señales de alto. Esto llama la atención y la estrecha. Pero los colores de espacios al aire libre, como el azul cielo o el verde de los árboles, se han asociado con la relajación y la expansión, lo que crea una sensación de seguridad y ayuda a ampliar la atención y aumenta la creatividad. Esto no aplica para todos. Si eres aficionado a la jardinería, podrías asociar el color rojo a los rosales que tanto amas.

Toma un descanso: cuando tomas un descanso de un problema en el que estás atascado y comienzas a hacer algo completamente diferente, se te olvida la mala idea con la que estabas obsesionado. Esto permite que otras ideas, aun mejores, suban a la superficie. Y si estás trabajando en un problema, pero no puedes resolverlo, al tomar un descanso tu cerebro se vuelve más sensible a cualquier cosa en el medio ambiente relacionado con el problema. Así podrás observar más, hacer asociaciones y permitir que llegue la conciencia como una idea repentina.

Sueño: una de las herramientas más poderosas para promover las ideas es dormir. Al tomar una siesta podrás purgar más a fondo las malas ideas en las que estés atascado y estarás en sintonía con las pistas para resolver los problemas.

Uno de los descubrimientos más interesantes de la neurociencia de los últimos 20 años es que al adquirir recuerdos, éstos se almacenan de forma temporal y frágil, como el cemento.

Cuando lo viertes, inicialmente es suave, pero cuando se seca y se endurece, se vuelve fuerte y duradero. Los recuerdos son así. Ellos se endurecen a través de un proceso de consolidación, lo que ocurre en gran medida durante el sueño. Es por eso que hay tantas historias de personas que se despiertan en medio de la noche con una nueva idea. Como Paul McCartney. Él se despertó una mañana con una melodía en su cabeza. Fue la canción Yesterday . Simplemente se le apareció.

No hacer nada: no hacer nada es un trabajo creativo. Porque cuando estás consciente sin hacer nada, la parte consciente es sólo una pequeña fracción del total de tu cerebro. El resto, el inconsciente, está resoplando todo el tiempo. Hay un proceso que los psicólogos cognitivos llaman incubación -es el cerebro produciendo asociaciones. Estas asociaciones pueden estallar en la conciencia como una visión.

El proceso de incubación está sobrealimentado durante el sueño, también cuando no se hace nada. Deja que tu mente divague sin tener una tarea concreta a realizar. Si se mantiene la mente ocupada, se inhibe este proceso de incubación. Necesitamos un equilibrio entre el no hacer nada y hacer algo.

Toma una ducha: la ducha es un gran lugar para dejar vagar tu mente, incubar ideas y sentar bases creativas. En la ducha, el agua está caliente, no se siente un límite entre la piel y el exterior del cuerpo. Se siente una especie de expansión. Hay ruido blanco en el fondo. Lo que se ve es una especie de imagen borrosa, lo que a su vez genera pensamientos hacia el interior, al igual que en la privación sensorial. La ducha le permite a tu mente vagar y ampliar su atención. Por eso, las personas tienden a tener grandes ideas en la ducha.

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