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Los desacuerdos de Kirstjen Nielsen
Randolph Alles renunció a la dirección del Servicio Secreto de Estados Unidos.
Washington. Todo funcionario podría argumentar que su reputación estaba en peligro por la sencilla razón de trabajar a lado de Trump. Generalmente lo dicen en corto, cuando el presidente de Estados Unidos cree que han perdido su valor y los hace a un lado sin ceremonia alguna.
Eso parece ser lo que le sucedió a Kirstjen Nielsen, secretaria de Seguridad Nacional. Se vio obligada a renunciar después de una reunión con el presidente Trump durante el pasado fin de semana, según reveló The Washington Post, entre otros medios.
Incluso para los estándares de Trump, donde ser despedido por medio de un tuit es la norma, la renuncia forzada de Nielsen este fin de semana fue particularmente atroz. Destaca lo ansioso que está el presidente sobre la línea dura de sus políticas de inmigración como preámbulo electoral del 2020.
Trump le había encomendado a Nielsen implementar políticas de inmigración de línea dura. A pesar de ello, Nielsen mostró posturas en contra de su jefe, como la separación de familias migrantes en la frontera, y públicamente en varias ocasiones ridiculizó argumentos que ella consideró deshonestos.
“No tenemos una política de separar a las familias en la frontera. Punto”, dijo Nielsen en alguna ocasión.
En otra ocasión, Nielsen se negó a confirmar si Trump había llamado a Haití, El Salvador y las naciones africanas “países de mierda”, a pesar de que ella estuvo presente en la polémica reunión.
Reacciones
“La purga de altos mandos en el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) no tiene precedentes y amenaza nuestra seguridad nacional”, declaró la demócrata Dianne Feinstein. “El presidente Trump intenta convertir el DHS en su propia agencia personal antiinmigración”.
