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El ahorro para familias de una sola persona en México
Al menos 10 de cada 100 familias en el país enfrentarán el reto de una vejez sin apoyo familiar.
De acuerdo con Isalia Nava, de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM)1, la postergación del matrimonio, el aumento de la esperanza de vida, la disminución en el número de hijos y el incremento en el número de divorcios producirán que la cantidad de familias unipersonales (compuestas por una sola persona, mujer u hombre) pase de 4.9%, en 1990, hasta 12.2%, en el 2030.
La Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares (ENIGH) del 2014 nos indica que una de las principales señales de alarma se debe a que del total de la población que forma familias unipersonales, tan sólo 50% ha contribuido en alguna ocasión a los institutos de seguridad social y 49.4% se encuentra afiliado para recibir atención médica.
¿Qué retos tienen las familias unipersonales respecto de otros arreglos familiares en el país?
Actualmente, las familias unipersonales tienen mayor concentración en mujeres entre los 70 y 79 años (6.5% de las familias de ese rango de edad) y entre 55 y 59 años para los hombres (4.9% de las familias de ese rango de edad).
El incremento de la edad trae consigo un deterioro paulatino de la salud. La carencia de redes familiares, que podrían realizar transferencias en ingreso o en ayuda asistencial, propiciará que estas personas deban trasladar una importante parte de su presupuesto a la contratación de enfermeras o ver limitada su capacidad para desenvolverse de forma independiente.
En contraste, en la población menor, tanto hombres como mujeres, a pesar de vivir solos y contar con un ingreso que dedican únicamente a su consumo personal, no cuentan con la debida cobertura de salud, ni realizan contribuciones para obtener una pensión al momento de su retiro, por lo que se encuentran expuestos a los riesgos que implica el financiamiento del tratamiento de alguna enfermedad, pero también a no contar con los ahorros suficientes ni con las redes familiares que les provean una vejez con un ingreso que permita su manutención.
Para este grupo, es prioritario el contar con cobertura de salud y un seguro para recibir asistencia de enfermería y terapia en caso de necesitarlo. Y para el mediano y largo plazos, comenzar a realizar un ahorro voluntario en su cuenta individual del Sistema de Ahorro para el Retiro (SAR).
Para obtener mayor información sobre el sistema de pensiones visite la página de Internet: www.amafore.org
