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IP pide política integral en salud; rechaza prohibiciones
Catalogar los alimentos como buenos o malos o recurrir a prohibiciones, como lo hizo el gobierno de Oaxaca, “no es la solución” para atacar el problema de la obesidad en México, y urge contar con una política pública integral de salud, advirtió el CCE.
Catalogar los alimentos como buenos o malos o recurrir a prohibiciones, como lo hizo el gobierno de Oaxaca, “no es la solución” para atacar el problema de la obesidad en México, y urge contar con una política pública integral de salud, advirtió el Consejo Coordinador Empresarial (CCE).
El sector empresarial expresó su preocupación por el decreto aprobado en el Congreso del Estado de Oaxaca, que prohíbe la venta de bebidas no alcohólicas y alimentos preenvasados a menores de edad.
“Esta medida, además de no generar acciones reales para atacar el problema de raíz, daña a las cadenas de valor en plena crisis de pandemia, en particular a los pequeños comercios que obtienen la mayor parte de sus ingresos de la venta de estos productos. Y también impactará a la cadena productiva de los alimentos artesanales preenvasados”, sentenció el organismo privado.
Por su parte, la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex) reiteró que se necesita una reforma integral que permita combatir la obesidad y sobrepeso a fondo, con campañas de comunicación que incentiven a la población a realizar actividades físicas y complementarlo con una alimentación balanceada, entre otras acciones.
“Manifestamos nuestro rechazo al dictamen aprobado por el Pleno de la LXIV Legislatura del Congreso de Oaxaca, que prohíbe la distribución, donación, regalo, venta y suministro de bebidas y alimentos envasados a menores de edad, de manera directa y a través de máquinas expendedoras y distribuidores automáticos”, manifestó Gustavo de Hoyos, presidente de la Coparmex.
La entrada en vigor de esta reforma generará un alto impacto económico en diversos sectores de la entidad, afectando principalmente a las micro, pequeñas y medianas empresas, incluyendo a los productores artesanales de cacao y chocolate, que son imagen e identidad de los oaxaqueños, alertó el sector patronal del país.
Debido a que la disposición sólo se concentra en productos envasados, generará una competencia desleal y fomentará el comercio informal, con las consecuentes afectaciones a las miles de familias que laboran en el sector de producción, venta y distribución de estos productos, criticó el CCE.
