El Proyecto integrador evalúa el saber y el saber hacer

Durante nuestro paso por la educación superior recibimos mucha información sobre diferentes disciplinas y obtenemos múltiples conocimientos teóricos y prácticos que nos permiten desarrollar competencias, destrezas y habilidades para resolver problemas o proyectos académicos, propios del desarrollo de una profesión. Sin embargo, no es lo mismo tener conocimientos, que aplicarlos; no es igual saber que saber hacer.

En el saber hacer se involucra la complejidad de las situaciones en las que se aplicarán los conocimientos y las habilidades adquiridos; por ejemplo, se puede contar con toda la teoría para elaborar un plano arquitectónico o llevar a cabo una campaña publicitaria, pero son las necesidades de cada puesto de trabajo las que exigen demostrar que realmente se sabe ponerlos en práctica, lo cual es fundamental para los profesionistas de cualquier disciplina. Al ingresar al ámbito laboral, muchos profesionistas se enfrentan a sus actividades sin estar preparados ni conocer los desafíos que experimentarán; por ello, es necesario contar con los conocimientos básicos que requiere cada profesión, pero también con la capacidad para ponerlos en práctica.

Para atender esta necesidad del contexto educativo y laboral actual, y como parte del Proyecto Egresa de licenciatura, el Ceneval diseñó una prueba independiente al EGEL Plus (Examen General de Egreso de Licenciatura), cuyo objetivo es evaluar los conocimientos y las habilidades disciplinares, esenciales para resolver un problema típico de una profesión en un contexto cercano al real. Aspectos que no necesariamente se pueden valorar con un examen de opción múltiple, pero que pueden determinar qué es capaz de hacer un sustentante.

El Proyecto Integrador (Proyecto i) es un examen de respuesta construida extendida que valora el nivel de desempeño de los recién egresados, quienes aplican lo que aprendieron durante su paso por la licenciatura, para resolver tareas similares a las que se enfrentarán en el ámbito laboral, mediante la elaboración de un producto complejo. Este tipo de respuesta permite que el sustentante utilice procesos cognitivos superiores para identificar problemas, priorizar información y resolver situaciones complicadas. La finalidad de utilizar reactivos de respuesta construida es recabar del egresado una muestra de su trabajo para obtener evidencia sobre su capacidad de integrar y aplicar lo aprendido durante su formación académica.

Los resultados que se obtienen del Proyecto i constituyen un elemento auxiliar para orientar la toma de decisiones relacionadas con la enseñanza y el desarrollo de herramientas para el desenvolvimiento profesional. Información que puede ser utilizada por instituciones de educación superior y sistemas educativos públicos y privados, así como por la autoridad educativa local y federal.

Actualmente, el Ceneval ofrece tres exámenes: Arquitectura, Odontología y Pedagogía-Ciencias de la Educación, cuya aplicación tiene una duración de entre 6 y 8 horas, en las que el sustentante resuelve una tarea evaluativa. Ésta incluye datos del contexto (la situación real en la que se presenta y se resuelve el problema, y que será la base de la evaluación) y una serie de instrucciones (para medir sus conocimientos y habilidades) que le servirán de guía en el proceso de elaboración de su proyecto.

Este nuevo instrumento es un referente para las instituciones educativas y sus estudiantes, quienes pueden beneficiarse de la riqueza de esta información obtenida de manera independiente al proceso educativo y altamente confiable debido a que se hace uso de herramientas idóneas para transparentar las evaluaciones, uniformar criterios de calificación y ofrecer claridad en los datos que se proporcionan al público sobre lo que se valora.