Cayó $420 millones la inyección de capital privado en Puebla

Puebla, Pue. La Secretaría de Desarrollo Económico estatal dio a conocer que la inversión privada, tanto nacional como extranjera, el año pasado ascendió a 13,094 millones de pesos, lo cual fue inferior en 420 millones con relación al 2009 y 3,290 millones al 2008, es decir, representó una caída de 3.5 y 20%, respectivamente.

En el 2010, Puebla continuó a la baja en materia de inversión, pese a que la mayoría de estados tuvieron una recuperación.

Para líderes empresariales, la principal causa de este comportamiento económico es la lentitud en la impartición de justicia, la falta de certeza jurídica y la corrupción en los tribunales, donde hay fallos inadecuados.

El presidente local de la Confederación Patronal de la República Mexicana, Francisco Rodríguez Álvarez, recordó que de acuerdo con el Instituto Mexicano de la Competitividad, Puebla es el segundo estado en el país con menor agilidad en procedimientos mercantiles e imparcialidad de los jueces.

Indicó que la Iniciativa Privada local y nacional dejó de tener confianza para invertir en el estado y los programas gubernamentales parecían estar más dirigidos a la obtención de votos y no al logro del desarrollo económico.

Mientras que la atracción de la Inversión Extranjera Directa fue pobre en comparación de otros estados, pues sus políticas de promoción fueron inadecuadas.

Incertidumbre, la causa

En tanto, el dirigente local de la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación lamentó el bajo nivel de inversión privada que tiene la entidad poblana y también coincidió en que ello se debe a la incertidumbre jurídica existente, así como a la falta de programas que incentiven la creación de empresas.

Sostuvo que el desarrollo económico se debe basar en el impulso a la pequeña empresa y a la de valor agregado, con el fin de mejorar el nivel de salario de los trabajadores.

A su vez, el presidente de la Cámara Nacional de Comercio, Alfredo Arizmendi, dijo que conoció casos en donde empresarios decidieron ya no invertir por la carencia de certeza jurídica y la falta de una economía de escalas.

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