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Martín Anselmi: Las consecuencias de la salida repentina de un líder
Terminar mal una relación laboral, ocasiona resentimiento, así como la pérdida de confianza y credibilidad.

Martín Anselmi. Foto EE: Especial
La inesperada salida de Martín Anselmi, quien dirigía al Cruz Azul y recientemente fue presentado como el nuevo director técnico en el equipo portugués Porto, impactó tanto a la afición como al equipo mexicano, y es que el incumplimiento del contrato, así como el mal término de relación laboral ha dado de qué hablar.
Sin embargo, Martín Anselmi no es el único caso de un directivo que sale repentinamente de una organización y genera desequilibrio, otro ejemplo es Martín Winterkorn, ex presidente del Consejo de administración de Volkswagen, a quien se le señala de la manipulación de la medición de emisiones en los vehículos diésel, situación que dejó a la empresa con mala reputación.
Otro caso similar ocurrió con Carlos Ghosn, ex CEO de Nissan, quien despidió a miles de trabajadores, cerró plantas y fusionó a la marca Renault con Nissan, para evitar pérdidas frente a la crisis. A pesar de que su plan fue exitoso, la ruptura de la relación laboral con la empresa no fue la mejor, ya que se descubrió que había un desvío de fondos y la empresa terminó demandando al directivo.
Pese a que es común buscar nuevas oportunidades laborales, cuando la salida se hace sin planificación, la reputación y la credibilidad se ponen en riesgo para los líderes, así como el impacto en las organizaciones.
Efectos del rompimiento de una relación laboral
La salida de Martín Anselmi del club mexicano no se ha concluido oficialmente, ya que se trata de un incumplimiento de contrato, lo que ha causado una mala experiencia entre el ex director técnico y el Cruz Azul.
Cuando hay una salida que está fuera de situaciones externas, como problemas personales, es comprensible; sin embargo, cuando no existe un motivo aparente o son situaciones que dejaron mal a la organización, afecta considerablemente la credibilidad entre el líder y el equipo.
“La base del éxito de la integración de un equipo está basado en la confianza y en la credibilidad y algo que llamo ‘el contrato psicológico’, que es el vínculo en que yo sé que esperar de ti y tú sabes que vas a esperar de mí”, comentó Alejandro Molina Bortoni, socio fundador de Revitalización Organizacional.
Por lo que, al romper el contrato psicológico, hay más desconfianza y la organización entra en una etapa de incertidumbre, la cual afecta el desempeño, además de pensar en: ¿quién vamos a traer?, ¿seguimos en la misma línea?, ¿qué va a pasar?, argumentó Alejandro Molina.
¿Cómo se puede superar esta situación?
En organizaciones donde se presentan casos como en el de Cuz Azul, en el que la empresa se queda sin directivo, es necesario un líder que pueda dar continuidad inmediata y estabilidad ante la situación.
Sin embargo, al ser un hecho reciente, la organización tiene que pasar por cuatro etapas para poder superar este cambio inesperado. La primera es la etapa de enojo, en el que se tiene que buscar nuevos líderes, lo que procede a la segunda fase, el cual es la frustración, la molestia y el sentimiento de traición.
Después sigue la tercera etapa, que se caracteriza por la aceptación de los hechos, mismos que evitan que las decisiones sean tomadas por impulso.
Cuando ya estamos en la fase tres estamos muy bien, pero si estamos en la fase dos no, porque hay resentimiento y un equipo resentido no puede jugar, tiene que pasar del resentimiento y decir: ‘Bueno, se equivocó el director, seguimos. Vamos a aceptar la realidad y seguir adelante”.
Por último, la cuarta etapa se conforma por la asimilación del cambio, que en el caso del equipo Cruz Azul, ya tiene que tener un nuevo director técnico para pasar a esta etapa y comprender que es posible manejar situaciones complicadas y cambios repentinos.
“Ahorita están en la fase del enojo y la aceptación, porque nos falta información para saber qué pasó”, puntualiza el directivo.
¿Es posible regresar a la organización?
A pesar de que exista un director interino, el cambio es notorio, pero es posible adaptarse ante las situaciones imprevistas, mismas que ocurren con frecuencia en el mundo del fútbol, explica Alejandro Molina.
Aunque en algunos casos, el regreso de un líder en una organización es común, si queda en malos términos, como en este caso, el incumplimiento del contrato y los desacuerdos con el equipo, es complicado volver.
“La tiene difícil, porque tiene que volver a ganar la confianza que él mismo hizo que se perdiera”.
Por lo que en estos casos, si un líder desea volver, tiene que ganarse la confianza y la credibilidad, pero puede que tome mucho tiempo, ya que es común que los libros de un equipo se sientan molestos e inconformes.