Creación de empleo, el reto de las reformas

Se debe trabajar en detonar inversiones: CEESP

El principal reto de las reformas estructurales, como la energética, hacendaria y telecomunicaciones, es estimular la inversión productiva y generación de empleos, considera el sector privado.

Dado el contexto del creciente número de empleos en la informalidad en México, el Centro de Estudios Económicos del Sector Privado (CEESP), que dirige Luis Foncerrada Pascal, recomendó trabajar en temas que detonen inversión como son los cambios estructurales.

La semana pasada, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) dio a conocer los resultados de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) para el último trimestre del 2012, en la cual destaca que la ocupación informal alcanzó 28 millones 867,037 personas, cifra que representó 59.9% del total de la población ocupada en el país.

“No hay que olvidar que gran parte del crecimiento de la informalidad puede estar apoyada en la falta de inversión, toda vez que esto hace que las empresas no tengan la capacidad de absorber la mano de obra que año con año se integra al merado laboral, de tal forma que en la búsqueda de una actividad que redunde en un ingreso para el sostén de la familias, muchas personas recurren a sector informal de la economía”, abundó el organismo aglutinado en el Consejo Coordinador Empresarial (CCE).

El CEESP destacó que recientemente se aprobó la reforma laboral que busca incidir positivamente en la generación de empleos formales, de acuerdo con estimaciones del Banco de México sobre el efecto de dicha reforma en el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) y el empleo formal.

“Los resultados de este ejercicio indican que el efecto sobre la tasa de crecimiento del PIB potencial podría ir de 0.15 a 0.25 puntos porcentuales en promedio, en el escenario considerado como más probable, si bien conservador, a 0.25 puntos porcentuales promedio, en los próximos cinco años”, refiere.

Lo anterior significa que, en el mismo lapso, podrían crearse aproximadamente 370,000 empleos formales adicionales en promedio al año a los que se generarían en ausencia de la reforma laboral.

Es importante destacar que esto “no significa que este número de trabajadores formales adicionales se observaría desde el primer año, sino en promedio al cabo de alrededor de cinco años”, agrega el sector privado.

Al estimular la inversión a través de las reformas, los crecientes flujos de capital podrán fortalecer la modernización tecnológica, el capital humano, ampliar la infraestructura productiva, lo cual se traducirá en mayor crecimiento y por ende en mayor capacidad de generación de empleos y mayor productividad.