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Economía

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Argentina dará un adelanto para ganar tiempo frente a acredores

Entre las opciones que baraja Cristina Fernández se encuentra pagar hasta 400 millones de dólares, para mostrar voluntad de cumplimiento, y luego negociar el resto con emisiones de bonos de vencimientos escalonados en años.

El Gobierno de Argentina trabaja a contrarreloj para llegar a un acuerdo y cumplir con 100% de los acreedores externos y además cancelar con un plan de pagos a largo plazo el total de los 1,330 millones de dólares que reclaman los fondos NML y Aurelius, tras el fallo del juez estadounidense Thomas Griesa ratificado por la Corte Suprema de Estados Unidos el lunes pasado.

Según afirmó una nota de La Nación publicada este domingo, fuentes oficiales confiaron que queda poco margen para obtener una quita y cualquiera de las propuestas contemplaría un pago inicial a cuenta del total.

Sería de entre 300 millones y 400 millones de dólares, para mostrar voluntad de cumplimiento, y luego negociar el resto con emisiones de bonos de vencimientos escalonados en años. Esa es la aspiración de la Casa Rosada, que quedaría sujeta a la buena voluntad de sus acreedores.

El monto inicial sería equivalente al que se le paga con quita de 65% a los bonistas reestructurados que entraron en el canje del 2005 y del 2010 , dijo un funcionario del gobierno.

Ello serviría para que no se active la cláusula Rufo (Rights Upon Future Offers), que permite a esos bonistas reclamar a Argentina más dinero si mejora su oferta al resto de los acreedores no reestructurados.

De cumplirse esto, el Gobierno seguiría en la línea de lo aconsejado por analistas y economistas que desde un principio han acordado en que la mejor forma de solucionar el conflicto es por medio de la negociaciación. Cabe recordar las estimaciones realizadas días atrás por algunos referentes en el mercado que fueron consultados por Cronista, de la Red Iberoamericana de Prensa Económica (RIPE).

El ex presidente del Banco Central Mario Blejer aseguró que no recomendaría entrar en un default porque llevaría al país varios casilleros atrás . Lo cierto es que cumplir con los fallos adversos al país en el juicio con los holdouts costaría todo el nivel de reservas que tiene Argentina.

En ese mismo sentido se pronunciaron desde la consultora Elypsis, para quienes si se produce un default se inviabilizaría la estrategia del Gobierno de recuperar el acceso al crédito externo . Los caminos del default tendrían consecuencias adversas tanto para la presión cambiaria, como para las reservas, las tasas de interés y el nivel de actividad , recalcaron.

Para el titular del Banco Ciudad, Rogelio Frigerio, la decisión judicial tendrá implicancias negativas, para la colocación de deuda que planeaba el Gobierno a corto y largo plazo porque será muy difícil emitir .

Y mientras en Argentina los economistas analizan los movimientos que les quedan en el tablero, el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner llevó su batalla legal contra los fondos especulativos a los principales periódicos estadounidenses, con avisos de página entera en los que pidió negociaciones justas y balanceadas por los títulos en default desde el año 2001.

La intención de Argentina es clara: esperamos una decisión que promueva condiciones para negociaciones justas y balanceadas que resuelva esta larga y difícil disputa , señaló el texto, donde se señaló también que pagar a los fondos buitre es un camino que lleva al default .

El viernes, el juez Griesa rechazó la propuesta del ministro Axel Kicillof de pagar la deuda en pesos y bajo jurisdicción argentina. "La propuesta del Ministerio de Economía (argentino) viola los fallos y procedimientos actuales del Distrito Sureño de Nueva York, y la República Argentina está prohibida de llevar adelante la propuesta", informó Griesa en su decisión.

TENTATIVAS

La cláusula Rufo vence en diciembre próximo. Por ello, la aspiración del gobierno sería apelar a la buena voluntad de Griesa y de los buitres prorrogar una medida cautelar o stay para eximir a Argentina de cumplir el fallo antes de diciembre y activar una propuesta tras el pago inicial.

Una posibilidad sería intentar estirar la negociación y oficializar en enero del 2015 un acuerdo por el resto de la deuda. Se ofrecería un plan de pagos, con bonos a largo plazo, un modelo parecido al acuerdo con la petrolera española Repsol o con el Club de París, otra de las opciones aconsejadas por los economistas.

Una alternativa sería encontrar un banco extranjero que, tras el pago inicial de Argentina, le comprara el remanente de los bonos impagos a los fondos NML y Aurelius. El gobierno, a cambio, le emitiría un bono a esa entidad por un monto equivalente y a pagar en varios años. Esta salida triangulada le permitiría a Argentina no tener que esperar a diciembre para hacer caer la cláusula Rufo porque no oficializaría una mejor oferta a los buitres que a los bonistas.

(Con información de AFP)

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