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Con cinco empates, Paraguay es finalista
Sin ganar un solo partido en tiempo regular, Paraguaya enfrentará a Uruguay en la final de la Copa América, tras vencer 5-3 a Venezuela en tanda de penales.

Franklin Lucena se llevó las manos al rostro, queriéndose morir, presintiendo lo peor, entregando a Venezuela, que anoche mereció ser finalista pero que desde el manchón penal vio cómo se le escurrió de las manos el boleto para el duelo que entregará al campeón del continente. Paraguay, que no ha ganado un solo partido en tiempo regular en el torneo, superó 5-3 a la vinotinto y ahora buscará llevarse el trofeo ante Uruguay.
Ayer, Venezuela se adueñó de la pelota y sorprendió a todo el continente acorralando a los paraguayos. Si bien no se vio un buen partido, fueron los perdedores los que intentaron hacerle daño a su rival, mientras su adversario apostó siempre por el orden, teniendo apenas una aproximación que no pudo convertir en gol Nelson Haedo Valdez.
Las emociones, aunque fueron a cuentagotas, las puso Venezuela, escuadra que se topó en tres ocasiones con los postes que, al final, fueron el más grande aliado de los guaraníes, quienes terminaron los 120 minutos suplicando la hora, con su entrenador, auxiliar técnico y Jonathan Santana en las gradas, expulsados por reclamar y por acumular dos tarjetas, respectivamente.
Tras la demostración de futbol, picardía y confianza que les dio Venezuela, ya con un hombre menos, Paraguay sabía que sólo podían encontrar el boleto al duelo por la corona en los penales, tanda en la que, al final, como sucedió con Brasil, terminaron eufóricos, levantando los brazos, festejando el pase sin importar que su mejor nivel lo hayan dejado en casa, olvidando su raquítica marca de cinco juegos empatados.
Ezequiel Ortigoza, Lucas Barrios, Cristian Riveros, Osvaldo Martínez y Darío Verón dieron una cátedra de técnica, control mental y frialdad al atinar sus disparos, mientras que por Venezuela Franklin Lucena echó por la borda la gran copa que habían hecho sus compañeros y las atinadas ejecuciones de Giancarlo Maldonado, José Manuel Rey y Nicolás Hedor, quienes tuvieron que abandonar la cancha desconsolados, mirando hacia el césped.
Al final, el futbol fue caprichoso, los postes se pintaron de azul y rojo, colores que fueron hondeados en banderas paraguayas por fanáticos que se frotan las manos pensando en levantar la copa ante la Selección Uruguaya.