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¿Es obligatorio tener un baño de hombres y otro de mujeres en el trabajo?
La implementación de baños unisex en el trabajo avanza impulsada por políticas de inclusión, pero aún genera resistencia entre trabajadores y esto contrasta con marcos normativos sobre salud y seguridad laboral.

Se requieren sistemas higiénicos de agua potable, lavabos, vestidores, casilleros y regaderas según las actividades que requiera el centro de trabajo.
Debido a estereotipos sobre la higiene, privacidad y seguridad de los hombres en el sanitario, en contraste con las mujeres, hasta el 70% de las personas rechaza los baños unisex ya sea en espacios públicos o en el trabajo, expuso una encuesta citada por Mediclinics.
Asimismo, la empresa señala que en promedio las mujeres pasan 30 segundos más en el baño que los hombres debido a diferencias biológicas, por ejemplo, ellas “hacen sus necesidades siempre sentadas”, lo cual las obliga a desnudar la mitad de su cuerpo, en cambio ellos solo bajan su cremallera, sin mencionar factores como la menstruación.
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No obstante, y pese a la incomodidad de algunos, la cultura inclusiva en los centros de trabajo ha incentivado la implementación de sanitarios unisex como parte de sus políticas de no discriminación, pero eso abre una interrogante: ¿hay una obligación patronal para contar con un baño de hombres y otro de mujeres?
Aunque la Ley Federal del Trabajo (LFT) no establece textualmente la obligación de contar con baños distintos para hombres y mujeres, sí señala que los patrones deberán cumplir con el reglamento y normas oficiales sobre seguridad y salud para prevenir accidentes y enfermedades laborales.
¿Baños separados para hombres y mujeres en el trabajo?
La norma NOM-001 de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS) sobre edificios, locales, instalaciones y áreas en los centros de trabajo - condiciones de seguridad, remarca que entre las obligaciones del empleador está contar con sanitarios “limpios y seguros para el servicio de los trabajadores”.
De igual forma, el artículo 18 del Reglamento Federal de Seguridad y Salud en el Trabajo (RFSST) señala que independientemente de si los centros de trabajo son temporales o permanentes, los patrones deben “instalar sanitarios para mujeres y hombres”, así como lavabos limpios y seguros.
El Protocolo de Inspección de la STPS para Prevenir y Detectar la Trata de personas en los Centros de Trabajo dice que como parte de los servicios al personal, las empresas están obligadas a ofrecer “excusados y mingitorios dotados de agua corriente, separados los hombres y mujeres y marcados con avisos o señales que los indiquen”.
Además, también refiere que deberán contar con sistemas higiénicos de agua potable, lavabos, vestidores, casilleros y regaderas según las actividades que requiera el centro de trabajo. Lo que la norma no especifica es cuántos baños requieren.
Sin embargo, en el caso por ejemplo de la Ciudad de México, el artículo 82 del Reglamento de Construcciones indica que los locales de trabajo con superficie de hasta 120 m2 y con hasta 15 trabajadores requieren de un excusado y un lavabo que cuente con un sistema ahorrador de agua.
El costo del incumplimiento
Vale la pena señalar que los empleadores no pueden descontar tiempo ni salario por ir al baño, y cualquier intento de control excesivo sobre este tema puede derivar no solo en sanciones administrativas, sino en conflictos laborales por violación a derechos fundamentales.
Independientemente de si se cuenta o no con baños separados, la LFT enmarca una sanción de 28,285 a 565,700 pesos, de 250 a 5000 veces la UMA (Unidades de Medida y Actualización) al patrón que incumpla con las normas de seguridad e higiene, según lo establecido en el artículo 994 de la LFT.
Ventajas de contar con baños sin género
Aunque podría decirse que sí es obligatorio contar con baños separados entre hombres y mujeres en los centros de trabajo, la política de sanitarios unisex, mixtos o neutros que ha comenzado a extenderse es una forma de garantizar espacios inclusivos.
“La adopción del diseño de baños inclusivos de acceso universal debe verse como una oportunidad para materializar y darle mayor realidad a esta cultura, brindando mejores experiencias para todos”, subraya Worktech Academy, que manifiesta una de las ventajas es validar la dignidad y derechos de todas las personas.
Por otro lado, sugiere que esto permite comunicar los valores de la cultura corporativa, lo cual mejora la reputación de la compañía, el compromiso y la lealtad laboral, especialmente de las generaciones más jóvenes, tanto que más del 80% de los candidatos afirman que la diversidad en el lugar de trabajo es un factor decisivo para aceptar un nuevo empleo.
“La idea es que la gente utilice progresivamente las instalaciones inclusivas con más frecuencia a fin de acelerar el camino hacia el cambio social y cultural de los trabajadores”, dice Worktech.



