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La crioestimulación: una herramienta prometedora para mejorar el sueño y la salud mental
Según el investigador principal, Olivier Dupuy, los participantes experimentaron un aumento promedio de 7.3 minutos en el sueño profundo durante los dos primeros ciclos de sueño, en comparación con las noches sin crioestimulación.
Una investigación reciente realizada por científicos de la Universidad de Montreal y la Universidad de Poitiers, en Francia, reveló que la crioestimulación diaria de cuerpo completo, o exposición al frío extremo, puede mejorar significativamente la calidad del sueño y el estado de ánimo en personas jóvenes y sanas.
El estudio, publicado en la edición de diciembre de Cryobiology, reclutó a 20 participantes —nueve mujeres y 11 hombres con una edad promedio de 23 años— para someterse a cinco días consecutivos de sesiones de crioestimulación. Cada sesión consistió en permanecer durante cinco minutos en una cámara refrigerada a -90°C, usando ropa mínima junto con accesorios de protección para extremidades y cabeza.
Resultados: mejoras en el sueño profundo y el estado de ánimo
Los resultados mostraron que una sola sesión no produce cambios significativos; sin embargo, cinco sesiones consecutivas lograron un impacto positivo, particularmente en el sueño de ondas lentas, la fase más reparadora del descanso nocturno.
Según el investigador principal, Olivier Dupuy, los participantes experimentaron un aumento promedio de 7.3 minutos en el sueño profundo durante los dos primeros ciclos de sueño, en comparación con las noches sin crioestimulación.
El estudio también destacó diferencias entre géneros. Las mujeres reportaron mayores beneficios, incluyendo una mejora notable en la calidad percibida del sueño —de 3.4 a 3.9 en una escala de 1 a 5— y una disminución en sus niveles de ansiedad, que pasaron de 43 a 38.
Potencial terapéutico más allá del sueño
Más allá de sus beneficios para el descanso, los investigadores consideran que la crioestimulación podría tener aplicaciones en el ámbito deportivo, clínico y de la salud mental:
- Deporte de élite: Ayudaría en la recuperación física de atletas.
- Inflamación crónica: Podría aliviar los síntomas cuando se combina con ejercicio.
- Demencia leve: Podría integrarse como un tratamiento complementario.
En algunos países, como Polonia, el acceso a estas sesiones ya está cubierto por los seguros de salud públicos, lo que sugiere un reconocimiento creciente de su valor terapéutico.
Futuras investigaciones
Si bien aún hay preguntas por responder sobre sus efectos a largo plazo y los mecanismos biológicos subyacentes, los hallazgos actuales indican que esta técnica puede convertirse en una herramienta innovadora para mejorar la calidad de vida y el bienestar.
“No se trata de un efecto placebo”, aseguró Dupuy, destacando estudios previos que respaldan los beneficios observados, especialmente en deportistas de alto rendimiento.