Preguntas a ?Víctor Flores Olea

Cuando uno se propone revisar un proceso histórico, se sueña con entrevistas. Unas se hacen realidad. En mi retrocultura quisiera que Víctor Flores Olea se animara a responder lo siguiente:

Desde que lo conocí en diciembre de 1988, guardo la mejor de las impresiones de su persona. Después de tantos años, estimo que al conflicto con Octavio Paz por el Coloquio de Invierno se sumó una suerte de falta de energía para seguirle el paso a Carlos Salinas y al círculo cercano que veía en el Consejo Nacional para la Cultura y las Artes.

Bien preparado, en plena madurez, mucho hizo Víctor Flores Olea en tres años y cuatro meses al frente del Consejo. Su tiempo se rompió abruptamente, los saldos en contra de su gestión pronto se disiparon o bien, se mantienen difusos, inaccesibles.

Reportear para reelaborar escenarios sobre etapas que son historia aún por construir tiene la ruta del historiador: leer a otros en cualquier tipo de soporte, recopilar testimonios de quienes interactuaron en la suerte de zaga y, si anda por ahí, pedirle al protagonista del episodio que haga un nuevo recuento o mejor, nos brinde revelaciones. Siempre habrá lo que es imposible relatar.

Por ello quisiera que Flores Olea me recibiera, cual generoso lo conocí, para responder ¿cómo se da el vínculo con Carlos Salinas de Gortari? ¿Recibe una propuesta de creación del Conaculta o es concebida por usted y otros personajes cercanos al entonces candidato a la Presidencia? ¿Puede obsequiarnos una anécdota de esos meses de trabajo?

¿Qué tanto varió el proyecto original con el que, finalmente, fue objeto de un decreto para su creación? ¿Sigue convencido de que el mecanismo del decreto fue lo mejor, en lugar de una iniciativa ante el Poder Legislativo? ¿Qué les hizo temer seguir esta vía? ¿Por qué en casi 24 años ha sido imposible un acuerdo para modificar la estructura jurídica del Conaculta y, con ello, favorecer una ley de cultura? ¿Cómo vislumbra en los cuatro sexenios la relación entre el Ejecutivo y el Legislativo para estos y otros propósitos que demandan legislar?

De 1988 al 2012, ¿en qué mejoró la intervención del Estado en cultura, en qué no ha avanzado y cuáles los pendientes sin resolver? ¿Cree que la Presidencia de Carlos Salinas se distingue de la de Ernesto Zedillo, Vicente Fox y Felipe Calderón en tanto pudo articular una relación con intereses muy operativos con la comunidad cultural y sus principales liderazgos?

¿Cómo vivió la relación con las secciones y delegaciones del sindicato antes y después de la creación del Consejo? ¿Estima que esta coexistencia mejoró, se ha estancado, será permanentemente complicada o tiene visos de encontrar cauces que alienten el optimismo? ¿Es viable una reforma laboral para mejorar las condiciones de los trabajadores de los organismos culturales?

Usted, afín a Andrés Manuel López Obrador. Hasta donde he podido seguir sus colaboraciones en La Jornada, no detecto algún texto en el que haya expresado su postura ante la oferta electoral de crear la Secretaría de Cultura y sobre la designación, para la misma, de Elena Poniatowska.

¿No le resulta una paradoja? ¿Quién convenció a AMLO de incorporarla a su campaña?

Lo que vale, lo que significa. Después de un año, los collares de flores y semillas que venden en San Cristóbal siguen costando 5 pesos.