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Un mundo de? riesgos globales
Es un momento histórico en que las instituciones del Estado de Bienestar, los mercados y la relación con el entorno de la naturaleza están en una crisis fundamental.
El convencimiento de que la educación es fundamental para el desarrollo humano hace que las familias pongan prioridad en ella. Se pueden sacrificar muchos gastos, menos los que se dedican a la formación educativa.
Una apreciación es el actual escepticismo sobre creencias e ideologías, que conduce a sólo considerar lo que uno quiere, lo que significa generar una desconfianza general. Aunque los medios de comunicación, principalmente los televisivos, se encargan de modular los criterios de los ciudadanos a imagen y semejanza de los prototipos. Y otra más, el Fausto digital, que ofrece todo para un nuevo egoísmo.
Hace algunos años, el magnífico escritor alemán Hans Magnus Enzensberger decía, a propósito de la informatización: Quien confunde el cibersexo con el amor debe ir al manicomio. Hay que confiar en la inercia de nuestro cuerpo. El dolor de muelas no es virtual. Quien tiene hambre no se satisface con simulaciones. La propia muerte no es un suceso mediático. Sí, sí hay una vida más acá de los medios: la única que tenemos .
Vivimos en un momento histórico en que las instituciones del Estado de Bienestar, los mercados financieros y la relación con el entorno de la naturaleza están en una crisis fundamental, que motiva una superposición de salidas falsas: el choque de las religiones mundiales en el espacio digital, la comunicación social, los grandes datos, los servicios secretos y la manipulación de los consumidores.
Le economía sigue estando marcada por el modelo neoliberal, tan impugnado como adorado. Los costos son evidentes. La crisis económica ha afectado a los ingresos más bajos y las políticas de ajuste amplían la desigualdad, así como el desempleo. Reducir la severidad del deterioro requeriría aumentar los niveles de gasto social, lo que es improbable dado el pavor de contraer deudas.
Por zonas geográficas del mundo, las dificultades son mayores. Estados Unidos, que ha obtenido un leve crecimiento económico durante este año, acaba de anunciar la reducción parcial de los estímulos, para no parar la economía. Esta decisión obedece a que los mercados deberán estar guiados y favorecidos por lo tipos de interés que se mantienen en cero. También se logró que el Congreso aprobara un acuerdo presupuestario para los próximos 2 años, que evita un caos como el vivido en octubre pasado.
En Europa, continúa el proceso de cuestionamiento de los países del sur a la Comisión Europea, el Banco Central Europeo y el FMI, que dictan la normatividad y control de alto contenido impopular, vaciando la democracia nacional, pero que los gobiernos aceptan.
Al no plantearse alternativas, están surgiendo movimientos populistas de derecha y de izquierda con un marcado tinte antieuropeo.
Mientras en Estados Unidos y en Europa se da un fuerte forcejeo político y económico, en Asia, particularmente en China, se continúa con un crecimiento económico alto. Ello abre tentadoras interrogantes sobre una apertura política a futuro por el ascenso de nuevas clases medias y de profesionales.
En América Latina sobresalen las recientes decisiones del gobierno mexicano de canalizar cuantiosos recursos a la infraestructura y de realizar una apertura en la actividad energética, dos sectores que son base para el desarrollo nacional.
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