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Liderazgo vulnerado ?y desastres naturales
En estudios recientes se calcula que las pérdidas relacionadas con el desastre climático cuestan más de 200,000 millones de dólares anuales.
La tragedia que muestra el mundo cada año con los fenómenos meteorológicos sorprendentes -sequías, inundaciones, tifones, entre otros- refleja en una medida importante el calentamiento global. Éste hace que las olas de calor sean mas cálidas, y los cambios en las formas de llover producen inundaciones repentinas. Su imprevisibilidad es como un azote apocalíptico. La elevación del nivel del mar, la salinización de aguas dulces y las sequías son sus expresiones más comunes.
En estudios recientes, se calcula que las pérdidas relacionadas con el desastre climático cuestan más de 200,000 millones de dólares anuales. De ellos, 75% se explica por condiciones meteorológicas extremas.
También se ha calculado que si se invirtieran recursos preventivos en infraestructuras se tendría un ahorro de 50 por ciento. Ésta es una parte de la aparente solución. Lo más importante es la decisión política de encarar el problema del calentamiento global con todos los países. Hace unos días el presidente del Banco Mundial, Jim Yong Kim, indicaba y auguraba la naturaleza del problema: El tifón Haiyan ha puesto de relieve cómo el cambio climático está intensificando la gravedad de los fenómenos extremos . Y, según estimaciones de Naciones Unidas, 13 millones de personas se han visto afectadas por el tifón Haiyan. También se calcula que 85% de las victimas mortales corresponde a países pobres.
De ahí la urgencia de reducir las emisiones de efecto invernadero y apoyar a los países con créditos de los organismos mundiales. Esto ya se ha hecho pero es evidente que el problema es mayor.
El calentamiento global es tan grave que está produciendo, además de temor, una gran desconfianza en los líderes mundiales que deberían estar resolviéndolo. En vez de ello, lo difieren y se dedican a salir del paso. La cumbre del clima de Varsovia, que terminó el pasado viernes, ha planteado la creación de un fondo de 100,000 millones de dólares aplicables a partir del 2020 con fuentes dudosas de financiamiento.
Vemos en el liderazgo una omisión de cuestiones fundamentales. Tiene razón Moisés Naím cuando afirma: El poder es cada vez más fácil de obtener, más difícil de usar y más fácil de perder . Esta fragilidad es contraria a la percepción de que los poderes son cada vez más fuertes. Pero no es así por la multiplicidad de factores neutralizantes. La experiencia enseña que los grandes hombres están limitados por las circunstancias.
Nuestro país asume con claridad el problema del calentamiento global como grave, sobre todo, por las experiencias desafortunadas que hemos tenido, y más recientemente este año con los dos huracanes devastadores. En igual posición están Colombia, Filipinas e India.
El gobierno mexicano ha asumido en las cumbres sobre el calentamiento global el difícil papel de mediador, proponiendo junto con otros países realizar compromisos vinculantes que superen las reiteradas generalidades, que a lo único que contribuyen es a crear un sentimiento de impotencia. También que los países más contaminantes asuman su responsabilidad, reduciendo el daño global que causan. Estamos cerca del precipicio. La paradoja es que no se avanza lo rápido que se necesita para salvarnos.
emota_41@hotmail.com