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Energía y AMLO: soberanía nacional
El presidente electo de México, Andrés Manuel López Obrador, sin asumir la primera magistratura logró imprimir su sello, en un tema clave, en el acuerdo de entendimiento entre México y Estados Unidos que podría convertirse en el TLCAN 2.0, en caso de que Canadá llegue a un acuerdo con EU.
La marca lopezobradorista no fue menor. Incluso puede afirmarse sin ninguna duda que cambió el rumbo en materia energética.
López Obrador ha tenido una transición singular, en la que ha podido gobernar; es decir, tomar decisiones.
En el contexto de la renegociación del acuerdo comercial, sin ser formalmente el presidente de México, recibió a una misión de alto nivel del gobierno estadounidense y una notable interlocución con el presidente Donald Trump.
El frente común que hicieron los gobiernos saliente de Enrique Peña Nieto y entrante de López Obrador fue determinante para el entendimiento comercial con EU.
Parece que hay una mayor empatía e identificación entre López Obrador y Trump.
En esa coyuntura, pudo tener una delegación de interlocutores, encabezada por Jesús Seade, que no sólo testificó, sino que interactuó en la negociación del acuerdo comercial.
Seade logró cumplir con una instrucción clave para el próximo gobierno: preservar la soberanía nacional en materia energética.
Seade, el elegido
López Obrador seleccionó a Seade sin conocerlo personalmente.
De hecho, el presidente electo hizo público el nombramiento de Seade sin siquiera habérselo comentado. Tan no lo conocía que en el momento en que hizo público su nombramiento, erró en el segundo apellido.
López Obrador dijo que se trataba de Jesús Seade Helú cuando en realidad es Jesús Seade Kuri.
Sin embargo, hay enorme confianza entre ambos. Seade no es un improvisado. Es un hombre con enorme capacidad profesional y experiencia.
Fue embajador ante el Acuerdo General de Aranceles Aduaneros y Comercio (GATT), antecedente de la actual Organización Mundial de Comercio, fue negociador en jefe de la Ronda Uruguay del Gatt y fue asesor del Fondo Monetario Internacional.
Negociador clave
Seade tuvo la difícil tarea de incorporarse a la renegociación del TLCAN, apenas un par de meses antes de que llegaran a un acuerdo de entendimiento entre Estados Unidos y México.
Incluso el tema energético ya había sido revisado y aprobado por ambas partes.
Por eso, el negociador en jefe del equipo lopezobradorista reconoce que el tema más difícil fue el energético.
¿Forma o fondo?
Preservar la soberanía nacional en materia energética fue lo más difícil en la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte, dice el negociador en jefe. Como estaba previamente era totalmente inaceptable para el inminente gobierno de Andrés Manuel López Obrador.
Jesús Seade asegura que su participación buscó darle un enfoque diferente al tema energético.
Y el cambio que se logró fue de fondo, no fue de forma o cosmético.
La historia
El tema de energéticos fue sumamente difícil de negociar, reitera.
Lo cuenta así: “Nos incorporamos. Empezamos a revistar textos y vimos que la parte de energéticos era perfecta y totalmente inaceptable para nuestro movimiento, para el gobierno electo, porque estaba todo basado en un enfoque de citar, incorporar la reforma energética”.
Era algo con lo que el presidente electo no comulgaba. En consecuencia, dio instrucciones para cambiarlo porque era algo que no podría ratificar el Senado. No se podía aceptar en los términos en los que estaba planteado porque era cita directa. Teníamos que lograr un enfoque diferente.
Y lo que se hizo fue renegociar el asunto de forma tal que se crea un nuevo capítulo de energéticos.
Constitución, por encima
El capítulo de energéticos consiste en un pronunciamiento claro y fuerte, reiterando la soberanía nacional, el carácter supremo en nuestro marco legislativo de la constitución, el derecho del gobierno y del legislativo de cambiar la Constitución.
El aspecto ya más operativo se maneja en una forma perfectamente neutra, mediante un ejercicio ingenioso que diseñamos.
Lo que hace es que cada país otorga a los otros dos, en el tema energético, el tratamiento que le otorgue a terceros países, a otros países, en otros acuerdos internacionales que haya suscrito.
Es un concepto de equidad en el tratamiento del tema y quedó en una forma totalmente respetuosa a la Constitución, políticamente correcta y fue aceptable para todas las partes.
Entonces, fue algo muy complicado, concluye Seade.
Conclusión
Andrés Manuel López Obrador, sin ser presidente formal, marcó la renegociación del TLCAN para que cuando esté en funciones pueda tomar las decisiones que determine, en el marco del respeto a la Constitución y previó, incluso, la posibilidad de cambiar la Carta Magna.
Al evitar que el texto de la reforma energética fuera copiado textualmente, evitó también una camisa de fuerza para su gobierno y podrá cambiar el rumbo energético de México. Al tiempo.
ATISBOS
PETROLEO.- Andrés Manuel López se reunió con empresarios en Tabasco y los exhortó a fortalecer el sector petrolero y ayudar a detener la caída de la producción petrolera. Está claro que le dará prioridad a los inversionistas nacionales. ¡A ver!